De la columna de opinión A FUCIA (El Contemporáneo).
06/07/2014.
Manuel Fernández Espinosa
De todas las teorías conspirativas (algunas son verdaderamente delirantes) hay una que sí que estoy convencido de su certitud: la que afirma que existe una organización (llámesele como se quiera) que ha establecido el control de la natalidad. No escapará a nadie que siga con inteligencia las noticias que esa voluntad de control natalista no se recata y algunos sabrán que se explicitó el 22 de marzo de 1980 cuando, en el punto más alto del condado de Elbert (Georgia, EE.UU.), se erigió un extraño monumento megalítico en granito, que allí se halla para turistas: se le conoce como las Piedras Guías de Georgia. Por si fuese poco, esas piedras mandó labrarlas y erguir un tipo enigmático que dijo llamarse R. C. Christian, que compró el terreno, pagó al contado todas las obras e hizo mutis por el foro sin que nadie lo haya identificado a día de hoy. En esos bloques de granito quedaron grabadas en varios idiomas las “diez guías” que -se supone- debieran ser directrices para la humanidad, según los postulados de quienes enviaron a Georgia al tal R. C. Christian como emisario de sus designios. La primera guía dice: “MANTENER A LA HUMANIDAD BAJO LOS 500.000.000”.
La natalidad les preocupa. Están empeñados en controlarla, aunque se nos escapen las razones de tanto empeño. Sabiendo esto comprenderemos mejor toda la política abortista y anti-conceptiva que se despliega por toda la redondez de la tierra, comprenderemos el inusitado apoyo que los poderes fácticos (y sus encomenderos políticos) ofrecen al movimiento homosexual (movimiento que, con la excusa de salvaguardar los derechos de los homosexuales -como si no estuvieran salvaguardados lo suficiente por su condición humana-, fomentan las relaciones uránicas y sáficas), comprenderemos el fundamentalismo feminista que, en su extremismo radical, constituye sin ocultarlo toda una conspiración contra la maternidad… Y así están las cosas.
Para mantener al planeta con una población por debajo de los 500.000.000 se chantajea a los gobiernos iberoamericanos y africanos para que detengan la natalidad así o asá, se establecen leyes abortistas y redes de abortorios, se instala en todos los países la “ideología de género” y los países que la rechazan, como Rusia, son “castigados”: creándoles una leyenda negra de “intolerancia”… Y sometiéndoles a un continuo estado de tensión, próximo a la guerra (el caso de Ucrania no solo tiene razones económicas).
En las Piedras Guías de Georgia se plasmó en piedra, con una altanería típicamente luciferina, lo que esos siniestros grupos de poder están dispuestos a hacernos. La conspiración contra la humanidad ha elegido hace tiempo a su víctima y ésta es la mujer y, en concreto, la maternidad. Estos días hemos podido ver cómo el capricho y el dinero de dos homosexuales había contratado un “vientre de alquiler”: la fotografía ha dado la vuelta al mundo. En la intención de su difusión está mostrar a uno de los homosexuales llorando “tiernamente”, para conmover al tonto que no sabe leer entre líneas; entre líneas de esa noticia hay una realidad nauseabunda que debiera indignarnos a todos, que es ésta: en occidente, las mujeres han devenido en vacas paridoras a las que se les arrebata el fruto de su vientre para ponerlo en brazos de gente que, para empezar, cree que todo se consigue “pagando”: como si un bebé fuese una mercancía. Los Estados que están permitiendo estas aberraciones reeditan con ello nuevas formas de esclavitud infantil y femenina… Y apenas hay reacción.
*"A fucia": es un arcaísmo castellano que significa "en confianza".
No hay comentarios:
Publicar un comentario