RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

martes, 30 de julio de 2013

TODAVÍA ESPAÑOLES: MARÍA DE VILLOTA



Hay deportes de masas que son el opio del pueblo. Es ocioso nombrarlos. Pero todo deporte es un ejercicio humano que, más allá del espectáculo y el dinero que mueve, puede servir para la educación en la disciplina, en el esfuerzo y en el servicio a la comunidad. Ese es el deporte que nosotros reivindicamos: el deporte que forma el carácter, que educa y, cuyos mejores exponentes, se convierten en ejemplos para la infancia y la juventud. Y todo deporte que no sirva a estos altos propósitos comunitarios será espectáculo, lucrativo negocio y hasta charca pestilente, pero no cumplirá el requisito de ser uno de los campos en donde formar a un pueblo.
 
En el ámbito del deporte encontramos españoles y españolas que merecen nuestra admiración, nuestro respeto y nuestro apoyo, por dejar alto el pabellón de España. Lamentablemente no podemos decir lo mismo para otros ámbitos, como la política, la cultura, etcétera (donde escasean los buenos españoles o, al menos, digamos que los peores son los que más fama acaparan).
 
María de Villota es una madrileña a la que queremos rendir este humilde homenaje. Por su trayectoria deportista y por la entereza de que ha hecho gala en la adversidad. 

El día 3 de julio de 2012 María de Villota, piloto española, sufrió un grave accidente en el aeródromo de Duxford. Gracias a Dios, salvó la vida, pero aquel percance le costó el ojo derecho. La madrileña María de Villota lleva en la sangre el automovilismo, pues no en vano es hija de D. Emilio de Villota, ex-piloto de Fórmula 1. María de Villota era probadora de Marussia, equipo ruso de Fórmula 1.
 
La pérdida de su ojo puede haberla apeado de su carrera como piloto, pero nada ha podido quitarle su belleza española y su sonrisa, la sonrisa de los valientes que le plantan cara a la vida. Por su fortaleza en la prueba de la vida, donde a veces se pierde algo, le deseamos todo lo mejor.

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