Hervás y Panduro |
LORENZO HERVÁS Y PANDURO Y SU OBRA "CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN DE FRANCIA"
Luis
Gómez López
La religión de los filósofos: El ateísmo.
“Los filósofos, señor mío, han dogmatizado el
ateísmo y la rebelión a los soberanos con sus libros y con estos han corrompido
la mente y las costumbres de innumerables personas y han formado inmenso
partido para arruinar el altar y el trono”. El abate conquense ya lo tiene
claro en esas tempranas fechas. El objetivo de los filósofos, los calvinistas,
los jansenistas y los masones es la destrucción de los pilares fundamentales de
la sociedad de su época. Para los filósofos, la razón es su dios, y el Dios de
los religiosos no es más que un estorbo para sus fines. Sólo les impide avanzar
más deprisa una cosa: la educación.
Sobre este aspecto nos indica el autor: “Más
este modo de obrar de los ateístas les parecía lento, y por esto pensaron en
apoderarse de las escuelas públicas para hacer con facilidad y seguridad
innumerables prosélitos”. La fuerza de esta observación hecha en el s.
XVIII es incuestionable.
En
la actualidad podemos ver en España este problema casi de continuo en los
telediarios, donde los partidos políticos se afanan en “adoctrinar” a los jóvenes estudiantes mediante la inserción de
asignaturas como Educación para la Ciudadanía, o la tergiversación histórica
que se realiza en los manuales de estudio de algunas comunidades autónomas,
donde se falsea la asignatura de Historia para adecuarla a los intereses de los
partidos nacionalistas separatistas.
Según
nos adelanta D. Lorenzo, en el año 1786, el elector bávaro-palatino se apoderó
de ciertos papeles pertenecientes a un individuo que profesaba en una logia “de los llamados iluminados francmasones”,
y descubrió que éstos, “después de la
destrucción de los jesuitas, se habían apoderado de sus cátedras o maestrías
públicas, y fundaron después las famosas escuelas llamadas normales para
corromper en ellas la juventud”. El Krausismo haría acto de aparción
décadas después, ya en el siglo XIX, en España. Esa forma de “enseñar” sería propalada por Francisco Giner
de los Ríos (1839-1915) a través de la Institución Libre de Enseñanza, y aún
hoy en día, se puede decir que goza de cierta aceptación por parte de
individuos de izquierda.
Orígenes de la
francmasonería.
Lorenzo
Hervás dedica en su obra un amplio análisis a desentrañar los orígenes de la
francmasonería, a explicar –someramente- los grados, los tipos, y como se
organizan dichos sectarios. Para el jesuita conquense, los francmasones
iluminados, son originarios de Alemania. “Este
parecer (sobre dicho origen) se funda en un documento nuevo poco conocido, que
es una carta erudita de Graudidier, en la que tiene usted noticias
fundamentales del origen de los francmasones. La secta, pues, de éstos debe su
principio a la junta o unión que los albañiles de Strasburg hicieron a mitad de
siglo XV, y que después perfeccionaron con estatutos y aun con jurisdicción que
les concedió el magistrado de Strasburg”.
Nuestro
autor se equivoca al conceder a Strasburg
(Estrasburgo) la nacionalidad alemana. Dicha localidad se unió a Francia en
tiempos del rey Luis XIV en el año 1681. Bien es cierto que la localidad
volvería a manos alemanas una vez concluida la guerra franco-prusiana, y ya no
volvería a ser francesa hasta después de la I Guerra Mundial. Los “Iluminados de Baviera”, a los que parece
hacer alusión Hervás, fueron creados por Adam Weishaupt (1748-1830) corriendo
el año 1776 y según los historiadores, la causa fundamental de la creación de
dicha asociación fue el “odio” que
Weishaupt sentía por lo clerical, fundamentalmente por los jesuitas. En la
universidad de Ingolstadt, donde impartía clases, el sistema
educativo era jesuítico, y todos los profesores, menos él, participaban de la
forma de impartir clases de los jesuitas. Adam creó un “club de lectura anticlerical” donde fue reuniendo a los alumnos más
aventajados, y a los que fue instruyendo en sus principios y visión ilustrada
de la sociedad a los adeptos.
Pero
según la opinión del abate Panduro, los albañiles de otras ciudades de Alemania
siguieron el ejemplo de Strasburg, se agruparon y dicha agrupación recibió el
nombre alemán de haupt-huete, cuyo
significado viene a ser el de lonjas, “…
y de este nombre ha provenido el llamarse lonjas a las escuelas de los
francmasones” aunque habríamos de decir que el nombre con el que mejor se
las ha llegado a conocer por los estudiosos de este tema ha sido el de logias.
Los
alemanes optaron por divisa de su asociación la libertad, y por emblemas los de
su oficio. Según el abate, estos serían copiados por los ingleses en visitas
posteriores. Panduro rechaza la teoría de que Cronwell fue el fundador de la
masonería, así como el que ésta naciese en Francia (aunque ya hemos visto que bien
pudo ser así, pues el propio autor la hace originaria de Estrasburgo). De las
opiniones del falso conde Cagliostro (se cree que bajo ese nombre se esconde la
personalidad de José Balsamo, 1743-1795, quien utilizaría el alias de Conde de Cagliostro y que ejerció como
médico, alquimista y fue un gran masón Rosa Cruz además de propiciador de otras
corrientes masónicas con rituales propios) desconfía, y se aferra más a esta
hipótesis alemana como la más plausible. Sobre los orígenes de la masonería y
sus ritos iniciáticos en España, la máxima autoridad sobre masonería es D.
Ricardo de la Cierva, quien tiene publicado numerosos libros y trabajos al
respecto.
Por
su parte, la obra “Causas de la
revolución de Francia” puede servir de complemento, ya que como advertimos
al principio de este somero estudio, D. Lorenzo Hervás y Panduro fue coetáneo
de muchos de los personajes que se supone grandes indicadores del movimiento
masónico en Europa. Además, las lecturas de ciertos manuscritos o libelos,
realizados por el abate, eliminan del lector las interpretaciones que segundas
personas puedan haber hecho de ellos, formándose así una mejor opinión sobre lo
expuesto y sobre el tema.
De
hecho, las conclusiones a las que llega el jesuita conquense sobre la masonería
iluminada, son harto reveladoras. A lo largo de las sucesivas páginas, el abate
llega a presuponer, no sin razón, que de haber triunfado en un principio los
postulados de los masones en Europa “habían
llegado ya a tal poder, que un profano (este nombre dan al que no es francmasón
iluminado), por más insigne que fuese su ciencia y en sus obras, no sin suma
dificultad llegaba a lograr un empleo”. Está claro que andando el tiempo,
ciertas cuestiones masónicas parece que se han hecho realidad, y a día de hoy,
en determinados puestos institucionales europeos, si uno no es de determinado “partido”, por muy docto que se sea, es
imposible acceder al puesto de trabajo. Por otra parte, queda claro para el autor, que
las tres grandes fuerzas que convergen para destruir el trono y el altar son
los filósofos (ilustrados), los masones y los jansenistas. Cada uno de ellos,
actúa por su interés, pero confluyen en multitud de puntos, y juntos aúnan
esfuerzos para conseguir sus objetivos. Para evitar el avance de la secta
masónica, Panduro ofrece como alternativa la de preservar en la educación
religiosa de los infantes y adolescentes durante la educación, así como la
prohibición de las lecturas perniciosas que éstos masones puedan hacer o
introducir en los Estados.
Conclusión.
Don
Lorenzo Hervás y Panduro escribió su obra siendo consciente de que la
Revolución Francesa no fue una acción casual en el tiempo, sino que había por
parte de ciertos sectores de la sociedad, una predisposición a que este tipo de
hechos ocurriese. El excesivo énfasis que el autor de “Causas de la Revolución…” hace sobre el jansenismo es evidente en
toda la obra. En esos años, los detractores de los jesuitas eran legión, y
quienes más hicieron en Francia por oponerse a la Compañía de Jesús fueron sin
lugar a duda los calvinistas y los jansenistas.
Por
otra parte, el espíritu revolucionario estaba a flor de piel, y los masones con
sus logias, se convirtieron en mensajeros de ese espíritu por todo el occidente
conocido. Los enciclopedistas o ilustrados, sentían gran aversión por lo
religioso. Estamos en el siglo de la razón, y por ello, el ateísmo, bien por
moda o por convicción, se convirtió en droga que era consumida secretamente en
los palacios y cortes europeas. Las posibilidades que esta nueva visión del
mundo abría a los hombres poderosos e influyentes era muy grande. Por el hecho
de pertenecer a una de las ramas de la secta, se accedía a información, a puestos
de trabajo, a ascensos en el ejército, a influencia, y exclusividad. Todos
pagaban gustosos el precio por entrar en una logia…, muchos no pudieron pagar
el precio por salir de ellas y eso les costó la vida.
Con
el paso del tiempo, el estudio de la masonería y sus implicaciones en las
revoluciones de los siglos XVIII y XIX ha resultado más que evidente. En los
EEUU de América, la gran mayoría de los fundadores de esa nueva nación eran
masones iluminados, desde George Washington a Benjamín Franklin, pasando por
muchos otros después.
En
las provincias españolas de ultramar ocurrió tres cuartos de lo mismo, y la
masonería jugó un papel importantísimo en la generación de revueltas o en la
proclamación de líderes, que perteneciendo a la masonería, consiguieron
sublevar y encabezar una revuelta local, siendo apoyada por sus hermanos
masones europeos (Francia e Inglaterra principalmente) con el objeto de
conseguir así el hundimiento de España como potencia y conseguir acceso a las
rutas marítimas y obtener materias primas de los países latinoamericanos.
A
día de hoy, hablar de masonería, se ha convertido en algo banal y sin
importancia. La gente es incrédula o apática cuando menos sobre este asunto,
pero se sabe con certeza que ciertos gobiernos y ciertas instituciones
europeas, están dirigidas por masones de alto grado.
Por
otra parte, el ataque que la religión católica y el papado reciben
continuamente de ciertos lobbies de poder, es una clara y evidente continuación
de un proyecto empezado hace siglos, y que espera la mejor oportunidad para
asestar el golpe definitivo que termine la obra que otros iniciados ya
comenzaron.
BIBLOGRAFÍA
LEONARD
GEORGE. “Enciclopedia de los herejes y las herejías”, Ediciones
Robinbook, Barcelona, 1998.
HERVÁS
Y PANDURO, LORENZO. “Causas de la revolución de Francia”,
Ediciones Atlas, Madrid 1943.
MENÉDEZ
Y PELAYO, M. “Historia de los Heterodoxos Españoles” Editado por la B. A. C.
Madrid 1956
DE
LA CIERVA, RICARDO “La Palabra Perdida. El triple secreto de la masonería. Orígenes
internos, Constituciones y rituales masónicos vigentes nunca publicados en
España” Editorial Fénix, Toledo, 1994
VV.AA,
“Las
enciclopedias en España antes de l´Encyclopédie” C.S.I.C. Madrid, 2009
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