RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

lunes, 30 de junio de 2014

"LA DERECHA NO TENÍA NINGUNA IDEA" - JERRY RUBIN





LA TIERRA INCÓGNITA DEL ÁREA PATRIÓTICA ESPAÑOLA

Por Manuel Fernández Espinosa

 

Un intercambio de impresiones con un buen amigo italiano me inspiró un artículo estos días atrás; un artículo sobre la llamada Revolución de Mayo del 68. Me puse a buscar libros en mi biblioteca, leídos hace muchos años. Y revisando uno de esos libros encontré una entrevista que hacía Dany Cohn-Bendit (1945) a Jerry Rubin (1938-1994).

Uno y otro, el entrevistador y el entrevistado, fueron líderes de esa revolución. Dany, conocido como Dany el Rojo ha terminado con sus posaderas en el Parlamento Europeo: en 1994 se convertía en eurodiputado y en 2004 sería reelegido, representando a los Verdes, asimismo es portavoz del Partido Verde Europeo, pese a haberse visto involucrado en escándalos de pedofilia (ver aquí): no podrá quejarse de la posición que ocupa, demasiado privilegiada (tampoco del sueldo) para ser, tal y como él se presenta, un bastardo; y empleo la propia palabra que él se aplica: un "bastardo" (*).

Jerry Rubin, por su lado, hizo la revolución en Estados Unidos de Norteamérica, acaudillando las protestas contra la guerra de Vietnam y fundando, con Abbie Hoffmann (1936-1989) el "movimiento" de los Yippies (Partido Internacional de la Juventud). Rubin y Hoffmann discreparon con el curso de los años. Durante su último tramo de vida, Abbie y Jerry se encontraban en la Universidad de Filadelfia, ante un auditorio estudiantil, para debatir. Abbie seguía en sus trece (un "idealista" con canas) y Jerry Rubin se había convertido en un próspero hombre de negocios. Pero tampoco se sabe que el "idealista" Abbie rehusara los 1500 dólares que le daba la Universidad de Filadelfia por estos duelos con su antiguo "compañero de viaje": su contrincante percibía, es obvio, la misma cantidad de dólares.

La entrevista que Dany el Rojo le hace a Jerry Rubin tiene, entre otras perlas, una cita que no me he podido resistir a traer a colación. Dice así Jerry Rubin:

"En los años 60, la izquierda tenía todas las ideas. El debate se centraba en el interior de la izquierda. Se debatían todos los temas importantes: la familia, el matrimonio, el sexo, la creatividad, la política, la política extranjera... La derecha no tenía ninguna idea. Sólo mascullaba unos cuantos tópicos sobre Dios, la Madre, la Patria y el Militarismo. En los años 70 esto se invirtió lentamente. Hoy la izquierda ha quebrado, y es la derecha quien desarrolla las ideas interesantes. Al pronunciarse contra el éxito, simplemente porque el éxito era un valor de derechas, la izquierda creó las condiciones de su propio fracaso. Se desintegró a finales de los años 60. A causa de la filosofía antileadership (ya sabes, cuando la gente dice: "¡Rechazo la autoridad del líder porque me domina!"...".

En principio, conociendo la trayectoria de Jerry Rubin, podríamos interpretar este párrafo como una justificación de su mutación diríamos que alquímica: de un andrajoso líder revolucionario a un exitoso empresario. Sí, puede ser. Pero en lo que dice Rubin hay mucho más. Denuncia que la filosofía anti-liderazgo fue la causante del desmoronamiento de la izquierda de los años 60 y revela que uno de los elementos que más acariciaba la izquierda revolucionaria: el desprecio por el éxito (por entenderse que el éxito era de burgueses)... condenó la revolución al fracaso.

En efecto, el "romanticismo" supérstite con el que siempre ha encandilado la izquierda (al menos a la juventud, utopista e ilusa) es un cáncer en cualquier actividad política. Y, de hecho, también hemos de darle la razón a Rubin en que cualquier organización que carece de líderes con autoridad se convierte en la negación de toda organización: en la desorganización.

Esto pudo pasarle a la izquierda de los años 60... O no tanto. No importa. Lo que sí importa es la lección.

Pienso que la dicotomía clásica de izquierdas y derechas es un convencionalismo vacío. En España, las cosas están claras: si existe algo... Es la izquierda y la derecha brilla por su ausencia. El Partido Popular se declara "liberal", "conservador" o "centro-reformista", dependiendo del electorado al que pretenda captar, pero si hubiera que calificar el signo de su política, éste signo es el de centro-izquierda. Y todo lo demás está a la izquierda. La situación que describe Jerry Rubin puede aplicarse a nuestra "derecha" nacional: "La derecha no tenía ninguna idea. Sólo mascullaba unos cuantos tópicos sobre Dios, la Madre, la Patria y el Militarismo". Y haríamos bien en suprimir, como tópico de nuestra derecha, la invocación a "Dios" (tan poco laicista y políticamente incorrecto), a la "Madre" (puede que se ofendan los homosexuales), a la "Patria" (¿eso qué es? -se preguntan mirando su cuenta bancaria) y, por supuesto, faltaría más... al "Militarismo" (ellos son pacifistas como las gaviotas).

Lo que en España llaman derecha (el Partido Popular, aunque se vista de seda) cumple la descripción de Rubin: si algo tiene es "ninguna idea".

Pero, ¿hay algo más... a la "derecha" del Partido Popular? Si hay algo más, amigo lector, es tierra incógnita. Eso que algunos llaman "área patriótica" viene perpetuando un "romanticismo" estéril, como el que cultivó la izquierda sesentayochista. El éxito parece que no se cohonesta con sus perspectivas en extremo idealistas, pareciera que se regocijaran en su propio aislamiento de la sociedad; dándose los unos a los otros, cada cual en su capilla, el santo y seña del próximo fracaso. Y, por si fuese poco, ese "área patriótica" también muestra el síntoma que acusaba Jerry Rubin: el anti-liderazgo. Cada cual se cree a sí mismo el mejor intérprete de la Patria, de la Tradición, de la política social, de los valores no negociables, de los valores eternos, de la "comunidad de destino en lo universal" y... ¡hasta de Dios!


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(*) "Bastardo" se llamaba a sí mismo el propio Dany Cohn-Bendit, esta es la cita literal: "Nacido en Montauban en 1945, hijo de judíos emigrados alemanes, ni francés ni alemán, soy, como suele decirse, un bastardo". ("La Revolución y nosotros, que la quisimos tanto", Dany Cohn-Bendit, Círculo de Lectores, Barcelona, 1997. El libro reúne unas entrevistas realizadas para una serie de televisión: "Nous l'avons tant aimée, la révolution", producida por Ludi Boeken, Blebo Films, con coproducción con FR3, NOS y INA, realizada por Steven de Winter a partir de una idea de Dany Cohn-Bendit.

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