RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

lunes, 30 de junio de 2014

SIN RECORTES PARA EL ORGULLO GAY

 
 


 

 

CONCHITA WURST EN MADRID... CONTANTE Y SONANTE.

 
Manuel Fernández Espinosa
 

Recortes en sanidad. Recortes en educación. Deplorable realidad en toda España (y, sobre todo, en las grandes urbes) que no es menester exponer al detalle, pero sí que recordar. Cuando gran parte de españoles (y madrileños) viven en la indigencia, cuando no en la incertidumbre ante el horizonte, sin trabajo ni expectativas, toda austeridad es poca. Se ha insistido en la austeridad, nos la han recomendado, lo ha hecho el gobierno y lo han repetido todos sus mamporreros periodistas de los corrinchos televisivos. Sin embargo, una cosa es predicar y otra dar trigo. Aquí el trigo se lo dan a los de siempre y a los demás, nos van dando por saco. Madrid, gobernado por el Partido Popular, se dispone a ser escenario del festival del orgullo gay que tendrá lugar del 2 al 6 de julio, reservando el 5 para su cabalgata.

                                    
 
Este año la diva (¿o el divo? Es que ya me he perdido -y no quiero faltarle el respeto a nadie) será Conchita Wurst, vencedor (o vencedora) del Festival de Eurovisión. Según algunas fuentes periodísticas, se estima que el contrato de Conchita Wurst ascenderá de 10.000 a 20.000 euros por su presencia en la carnavalada matritense (ver aquí). Sabiendo que las administraciones son tan generosas con las minorías, quisiéramos saber la aportación que el ayuntamiento de Madrid, regido por el Partido Popular (que no es el PSOE ni IU), realizará sufragando la intervención estelar de esta bizarra (en sentido etimológico: barbuda) estrella de la canción.
 

El lema de los organizadores para este año es: “Nos manifestamos por quienes no pueden”. Huelga decir que con él no se refieren a los parados de larga duración, ni a los jubilados, ni a todos los que están esperando las prestaciones sociales por “ley de dependencia”, ni a todos los españoles que tienen que emigrar por no ser contratados en España. Dudo mucho que la izquierda proteste esta vez, como sí lo hace en otras ocasiones, por este nuevo derroche del ayuntamiento madrileño del Partido Popular.
 
 

No nos hagamos ilusiones: en España no existe “izquierda” que verdaderamente se preocupe por los trabajadores ni por los desempleados… Y en España no existe “derecha” que le quede “valores”. Ambos se sienten como peces en el agua en el elemento que les es común: el nihilismo de la astracanada y la barraca de feria.

"LA DERECHA NO TENÍA NINGUNA IDEA" - JERRY RUBIN





LA TIERRA INCÓGNITA DEL ÁREA PATRIÓTICA ESPAÑOLA

Por Manuel Fernández Espinosa

 

Un intercambio de impresiones con un buen amigo italiano me inspiró un artículo estos días atrás; un artículo sobre la llamada Revolución de Mayo del 68. Me puse a buscar libros en mi biblioteca, leídos hace muchos años. Y revisando uno de esos libros encontré una entrevista que hacía Dany Cohn-Bendit (1945) a Jerry Rubin (1938-1994).

Uno y otro, el entrevistador y el entrevistado, fueron líderes de esa revolución. Dany, conocido como Dany el Rojo ha terminado con sus posaderas en el Parlamento Europeo: en 1994 se convertía en eurodiputado y en 2004 sería reelegido, representando a los Verdes, asimismo es portavoz del Partido Verde Europeo, pese a haberse visto involucrado en escándalos de pedofilia (ver aquí): no podrá quejarse de la posición que ocupa, demasiado privilegiada (tampoco del sueldo) para ser, tal y como él se presenta, un bastardo; y empleo la propia palabra que él se aplica: un "bastardo" (*).

Jerry Rubin, por su lado, hizo la revolución en Estados Unidos de Norteamérica, acaudillando las protestas contra la guerra de Vietnam y fundando, con Abbie Hoffmann (1936-1989) el "movimiento" de los Yippies (Partido Internacional de la Juventud). Rubin y Hoffmann discreparon con el curso de los años. Durante su último tramo de vida, Abbie y Jerry se encontraban en la Universidad de Filadelfia, ante un auditorio estudiantil, para debatir. Abbie seguía en sus trece (un "idealista" con canas) y Jerry Rubin se había convertido en un próspero hombre de negocios. Pero tampoco se sabe que el "idealista" Abbie rehusara los 1500 dólares que le daba la Universidad de Filadelfia por estos duelos con su antiguo "compañero de viaje": su contrincante percibía, es obvio, la misma cantidad de dólares.

La entrevista que Dany el Rojo le hace a Jerry Rubin tiene, entre otras perlas, una cita que no me he podido resistir a traer a colación. Dice así Jerry Rubin:

"En los años 60, la izquierda tenía todas las ideas. El debate se centraba en el interior de la izquierda. Se debatían todos los temas importantes: la familia, el matrimonio, el sexo, la creatividad, la política, la política extranjera... La derecha no tenía ninguna idea. Sólo mascullaba unos cuantos tópicos sobre Dios, la Madre, la Patria y el Militarismo. En los años 70 esto se invirtió lentamente. Hoy la izquierda ha quebrado, y es la derecha quien desarrolla las ideas interesantes. Al pronunciarse contra el éxito, simplemente porque el éxito era un valor de derechas, la izquierda creó las condiciones de su propio fracaso. Se desintegró a finales de los años 60. A causa de la filosofía antileadership (ya sabes, cuando la gente dice: "¡Rechazo la autoridad del líder porque me domina!"...".

En principio, conociendo la trayectoria de Jerry Rubin, podríamos interpretar este párrafo como una justificación de su mutación diríamos que alquímica: de un andrajoso líder revolucionario a un exitoso empresario. Sí, puede ser. Pero en lo que dice Rubin hay mucho más. Denuncia que la filosofía anti-liderazgo fue la causante del desmoronamiento de la izquierda de los años 60 y revela que uno de los elementos que más acariciaba la izquierda revolucionaria: el desprecio por el éxito (por entenderse que el éxito era de burgueses)... condenó la revolución al fracaso.

En efecto, el "romanticismo" supérstite con el que siempre ha encandilado la izquierda (al menos a la juventud, utopista e ilusa) es un cáncer en cualquier actividad política. Y, de hecho, también hemos de darle la razón a Rubin en que cualquier organización que carece de líderes con autoridad se convierte en la negación de toda organización: en la desorganización.

Esto pudo pasarle a la izquierda de los años 60... O no tanto. No importa. Lo que sí importa es la lección.

Pienso que la dicotomía clásica de izquierdas y derechas es un convencionalismo vacío. En España, las cosas están claras: si existe algo... Es la izquierda y la derecha brilla por su ausencia. El Partido Popular se declara "liberal", "conservador" o "centro-reformista", dependiendo del electorado al que pretenda captar, pero si hubiera que calificar el signo de su política, éste signo es el de centro-izquierda. Y todo lo demás está a la izquierda. La situación que describe Jerry Rubin puede aplicarse a nuestra "derecha" nacional: "La derecha no tenía ninguna idea. Sólo mascullaba unos cuantos tópicos sobre Dios, la Madre, la Patria y el Militarismo". Y haríamos bien en suprimir, como tópico de nuestra derecha, la invocación a "Dios" (tan poco laicista y políticamente incorrecto), a la "Madre" (puede que se ofendan los homosexuales), a la "Patria" (¿eso qué es? -se preguntan mirando su cuenta bancaria) y, por supuesto, faltaría más... al "Militarismo" (ellos son pacifistas como las gaviotas).

Lo que en España llaman derecha (el Partido Popular, aunque se vista de seda) cumple la descripción de Rubin: si algo tiene es "ninguna idea".

Pero, ¿hay algo más... a la "derecha" del Partido Popular? Si hay algo más, amigo lector, es tierra incógnita. Eso que algunos llaman "área patriótica" viene perpetuando un "romanticismo" estéril, como el que cultivó la izquierda sesentayochista. El éxito parece que no se cohonesta con sus perspectivas en extremo idealistas, pareciera que se regocijaran en su propio aislamiento de la sociedad; dándose los unos a los otros, cada cual en su capilla, el santo y seña del próximo fracaso. Y, por si fuese poco, ese "área patriótica" también muestra el síntoma que acusaba Jerry Rubin: el anti-liderazgo. Cada cual se cree a sí mismo el mejor intérprete de la Patria, de la Tradición, de la política social, de los valores no negociables, de los valores eternos, de la "comunidad de destino en lo universal" y... ¡hasta de Dios!


---------------


(*) "Bastardo" se llamaba a sí mismo el propio Dany Cohn-Bendit, esta es la cita literal: "Nacido en Montauban en 1945, hijo de judíos emigrados alemanes, ni francés ni alemán, soy, como suele decirse, un bastardo". ("La Revolución y nosotros, que la quisimos tanto", Dany Cohn-Bendit, Círculo de Lectores, Barcelona, 1997. El libro reúne unas entrevistas realizadas para una serie de televisión: "Nous l'avons tant aimée, la révolution", producida por Ludi Boeken, Blebo Films, con coproducción con FR3, NOS y INA, realizada por Steven de Winter a partir de una idea de Dany Cohn-Bendit.

jueves, 26 de junio de 2014

HONESTIDAD, VERDAD Y COMPASIÓN


Imagen de armonte.wordpress.com

"Nunca tengas miedo de levantar la voz por la honestidad, por la verdad y por la compasión, contra la injusticia, la mentira y la codicia. Si la gente de todo el mundo hiciera esto, cambiaría la Tierra". 

William Faulkner

domingo, 22 de junio de 2014

ATEOS IDÓLATRAS


*Imagen de 1000kitap.com

"El hombre no puede vivir sin arrodillarse. Si rechaza a Dios, se arrodilla ante un ídolo. No hay ateos sino idólatras."

Fiodor Mijailovich Dostoyevski

viernes, 20 de junio de 2014

"LA VITA SEGRETA DEL MEDIOEVO", DE ELENA PERCIVALDI

La historiadora italiana Elena Percivaldi

LOS ASPECTOS DE LA INTRAHISTORIA DE LA EUROPA MEDIEVAL

Manuel Fernández Espinosa

Nacida en Milán el 3 de mayo de 1973, Elena Percivaldi es una de las historiadoras que florecen en Europa. Se doctoró en la Universidad de Milán y es docente, ensayista y periodista en ejercicio, además de tener en su haber una bibliografía que ofrece el mejor perfil de su línea de investigación: del año 2003 es su libro "I Celti. Una civiltà europea" ("Los Celtas. Una civilización europea" que, por cierto, fue traducido al español y publicado por la Editorial Susaeta, asimismo este libro también conoció una edición alemana: "Das Reich der Kelten"); en 2008 realizó una traducción del latín al italiano de la preciosa Navegación de San Brendán ("La Navigazione di San Brandano"), introduciendo, comentando y anotando la obra original medieval. En 2013 dio a la estampa "La vita segreta del Medioevo" y "IN HOC SIGNO VINCES. L'eredità culturale e spirituale della "Rivoluzione Constantiniana" (313-2013 d. C.). "La vita segreta del Medioevo" pone de relieve que la Edad Media, tan a menudo identificada desde el Renacimiento como una "Edad Oscura" y "Milenio de la Superstición", fue a pesar de los prejuicios que todavía se mantienen contra ella una época en la que embrionariamente se contenían muchos de los aspectos que determinan la Europa Moderna. Después de tanta leyenda negra contra la Edad Media, parece que va abriéndose paso entre los historiadores europeos una idea bien distinta de la Edad Media y esto ha venido a ser así gracias a historiadores como Johan Huizinga o Régine Pernoud. En el siglo XXI una nueva saga de historiadores europeos, como Elena Percivaldi en Italia, han seguido la estela y contribuyen con su ciencia a desmitificar la imagen negativa de la Edad Media. 

El libro de Elena Percivaldi, con el fondo de los conflictos entre Imperio y Papado, nos invita a sumergirnos en la vida cotidiana medieval, poniendo de relieve los aspectos más desconocidos y curiosos de la época, mostrando la manera como se pasaba el tiempo libre, lo que se comía y de qué manera, cómo se vestía, el amor, la fiesta, la religiosidad en las más diversas capas sociales que componían aquel mundo del que procede Europa.

El libro puede obtenerse para su lectura, todavía en italiano, cliqueando este enlace "La vita segreta del Medioevo".  


 

jueves, 19 de junio de 2014

EL ENIGMA RUSO: DE LA LATENCIA A LA PATENCIA



Nikolái Berdiáyev (1874-1948)


UN FRAGMENTO "DE MOSCOVIA LAS MURALLAS.
MEDITACIÓN ESPAÑOLA ACERCA DE RUSIA";
PRÓLOGO DE
MANUEL FERNÁNDEZ ESPINOSA,
AL LIBRO
"EL NUEVO IMPERIO RUSO. HISTORIA Y CIVILIZACIÓN"
DE
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME


"Reinando Alejo I de Rusia (1629-1676) el patriarca Nikon plantea el año 1654 una reforma litúrgica con la pretensión de aproximar la iglesia ortodoxa rusa a la iglesia ortodoxa griega. El amparo estatal a la reforma de Nikon impone ésta, pero no sin una resistencia que emerge de los fondos del pueblo ruso: el cisma de los “raskólniki” (los “cismáticos”, por otro nombre llamados “viejos creyentes”) que acaudilla Avvakum. Con anterioridad, en el año 1511 el monje ruso Filoteo había escrito al Zar Basilio III que, tras la caída de Bizancio (segunda Roma) y la anterior caída de la primera Roma (propiamente dicha), Rusia era la Tercera Roma. Esa creencia está profundamente arraigada en los ortodoxos rusos y se ha mostrado operante en muchas ocasiones cruciales de la historia de Rusia. Los “raskólniki” creían en la Tercera Roma y no querían trato con los ortodoxos griegos, por este motivo se mostraron insumisos a la reforma de Nikon y, por más que ésta viniera impuesta por la misma autoridad del monarca, se enfrentaron a la línea oficial por extranjerizante. El resultado fue el que era de esperar: persecución, masacres, destierros y marginación de los “raskólniki”. Como bien escribiera Nicolás Berdiaev, al hilo de este episodio histórico de Rusia: “A semejanza de la ciudad de Kitezh, el reino ortodoxo se vuelve invisible. Los disidentes huyen de las persecuciones y se esconden en la selva; los más fanáticos y exaltados se echan a las llamas”.

La evocación que hace Berdiaev de la “ciudad de Kitezh” merece una aclaración, puesto que se trata de una de las constantes más dignas de notar en el imaginario colectivo ruso. Según una antigua leyenda, la ciudad de Kitezh se sumergió bajo las aguas lacustres para no caer en las crueles manos de los invasores tártaros. Los “raskólniki” vieron en esta leyenda un símbolo del estado de latencia al que los condenaron las persecuciones del poder oficial. Evocar la “ciudad de Kitezh” era como decir que la Santa Rusia se ocultaba para no ser corrompida por el poder hostil que con sus reformas pretendía desfigurarla. El tema de la ciudad de Kitezh se convertiría en un perenne motivo para abrigar las esperanzas de una renacencia de Rusia incluso en las peores circunstancias. Siempre que Rusia se veía amenazada en su ser más profundo se ocultaba, como la ciudad de Kitezh, para preservarse de quienes pugnaban por corromperla: los eslavófilos (otra de las constantes rusas), los poetas simbolistas rusos, la resistencia silenciosa de millones de almas rusas oprimidas por el terrible marxismo… todos hallarían en la legendaria ciudad de Kitezh la imagen de su resistencia frente a las circunstancias más adversas y desfavorables. El gran compositor Nicolás Rimski-Korsakov inmortalizaría este mito ruso en su ópera “La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh y la doncella Fevróniya”, estrenada el año 1907.

Rusia se ha caracterizado siempre por conservar celosamente su carácter. Si en el siglo XVII los “raskólniki” se alzaron frente a una reforma litúrgica que entendieron como una intromisión griega, con el siglo XVIII y la entrada en escena de los ilustrados, la resistencia rusa a occidente volvería a reeditarse; en el siglo XIX serían los eslavófilos frente a los liberales de cuño occidental y europeísta. Pero, prescindiendo de las particulares circunstancias de cada episodio de esta larga y constante resistencia a ser occidentalizados, ¿qué es lo que opera para que Rusia se resista una y otra vez a “occidentalizarse”?".
Manuel Fernández Espinosa
 
Para adquirir el libro "El nuevo imperio ruso. Historia y Civilización"
de Sergio Fernández Riquelme, contactar en: CROMÁTICA IMPRESIÓN DIGITAL.

lunes, 16 de junio de 2014

NO AL TRAPO TRICOLOR


Por Antonio Moreno Ruiz


Es difícil encontrar una moda que no sea estúpida. Con todo, si hay una moda estúpida en nuestros días es la evocación de la mediocre y criminosa II República y su bandera (la I República siguió usando la bandera roja y gualda). Un régimen que jamás llegó por el voto popular, pues éste se decantó por las formaciones monárquicas (hasta que Alfonso "XIII" pegó la "espantá", dejando en la estacada a tirios y troyanos), y cuyo significado vexilológico constituye un error histórico que provoca risa, resulta que es presentado como la solución a todos nuestros problemas... Nada más y nada menos.

Y no contentos con eso, muchos, cayendo presa de esta moda, aluden a un republicanismo bicolor con una ilusión que se antoja tan infantil como farsante.

En fin, resumiendo, que es gerundio:

-El régimen actual poco o nada se diferencia de una república. Con todo, tenemos muy cercano el ejemplo de nuestros hermanos portugueses e hispanoamericanos con respecto a las repúblicas. Una república per se no soluciona absolutamente nada. La república portuguesa, ruina de nuestros hermanos de allende el Guadiana, es más cara que el presupuesto de Juanca y compañía. Y eso por no hablar de repúblicas como la italiana o la francesa.

-El color morado no tiene ni sentido ni lugar en nuestra bandera. Primero, que ciertos masones del XIX evocaran a los comuneros (al igual que lo hacen ciertos dizque tradicionalistas actuales) resulta esperpéntico. La revuelta de las Comunidades (también ramificada por Galicia y Sevilla) no luchaba por ninguna "revolución libertaria": Fue un conflicto civil liderado por nobles y apoyado por buena parte de la comunidad judía; y aunque en principio estaba cargado de razón, acabó como el rosario de la aurora precisamente por el desorden entre ellos mismos. Luchaban por echar de la Corona de Castilla a los extranjeros, cosa que según el criterio progresista actual, sería xenófobo como mínimo... En fin, luchaban por poner a otro rey, ya fuera la madre o el hermano de Carlos I. Y jamás utilizaron un pendón morado. En el siglo XVII, el conde-duque de Olivares, uno de los paladines del absolutismo, usó un pendón de este color; y en el siglo XIX, Isabel "II", puesta en el poder por un golpe militar apoyado por la alta nobleza y el imperio británico, también. Pero ni los comuneros, ni Castilla la Vieja, ni la Corona de Castilla, usaron este color. Por ejemplo: En Salamanca (que no es Castilla la Vieja, sino reino de León) se conserva un pendón comunero y es carmesí... ¡Y con flores de lis!

Asimismo, resulta histriónico que los republicanos tricolores, tan filoseparatistas ellos, agiten este símbolo, puesto que los jacobinos del Ateneo de Madrid (entre ellos, Manuel Azaña, Alejandro Lerroux o José Ortega y Gasset), harto centralistas, creyendo ver otro morado en Castilla (en verdad por una bandera que estaba en mal estado, roja en el original), predicaron que Castilla era la médula de España. Sobre este terreno: Una cosa es Castilla la Vieja y otra la Corona de Castilla, en la cual nos insertábamos desde gallegos a andaluces y murcianos. ¡Pero es que esta institución es rechazada por muchos simpatizantes republicanos, como "andalucistas" y nacionalistas "vascos"! Entonces, ¿en qué quedamos? ¿No era Castilla la malvada, la culpa de todos nuestros males?  Cazada esta flagrante e hipócrita contradicción, vamos más allá: ¿Acaso la Corona de Aragón no fue médula de España? ¿Acaso no ayudó hasta la reconquista de Murcia y no extendió su influencia por África en particular y el Mediterráneo en general? O Navarra... ¿Acaso no estuvieron en la batalla de las Navas de Tolosa, que derrotó a los almohades y abrió el valle del Guadalquivir para la España cristiana?

No señores, el trapo tricolor, que sólo ha ondeado oficialmente cinco tristes años en nuestra historia (contra la voluntad de buena parte de nuestro pueblo), no tiene sentido se mire por donde se mire. Ni histórico, ni político, ni popular, ni nada de nada. Y ese trapo, al igual que ese supuesto "entusiasmo republicano", no es sino un símbolo de nuestra decadencia. Frente a ello, enarbolemos el orgullo de nuestra tradición, el pasado en marcha que nos hará renacer de nuestras cenizas.




¡DESPERTA FERRO!

¡JAUNGOIKOA ETA LEGE ZAHARRAK! 

¡SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA!







NO AL TRAPO TRICOLOR

¡VIVA ESPAÑA! 

VIVAN LAS ESPAÑAS Y SUS BANDERAS 

domingo, 15 de junio de 2014

CASA PEPE EN DESPEÑAPERROS: UN ENCLAVE DE REFERENCIA NACIONAL

 
LA POSADA QUE NO SE RINDE
Luis Gómez
 
EVOCACIÓN DE DESPEÑAPERROS
 
 
Cada vez que alguien menciona el nombre de Despeñaperros o Sierra Morena, trae a mi memoria gratos recuerdos de mi infancia. En primer lugar por el hecho de haber tenido que pasar por ese angosto desfiladero en multitud de ocasiones camino de La Mancha, y eso cuando no había autovía ni desdoble de carretera ni viaductos ni nada por el estilo.
 
De pequeño, cuando uno andaba en las aulas infantiles y los maestros se esforzaban por hacernos entender cuál era la diferencia entre una cordillera montañosa y una sierra, siempre se recurría al ejemplo de  identificar a la sierra con los dientes de una sierra de carpintero. Los picos de las montañas se recortan en el horizonte y simulan parecer ese instrumento. Al pasar por Sierra Morena, a mi se me venía el alma abajo. No veía picos altos y puntiagudos en las montañas, antes bien, me parecían bastantes romos y achatados esos montes, y no entendía bien el porqué había de llamarle “sierra”. Tampoco entendía el porqué de llamarla “Morena”, pues a mis ojos bien verde que estaba. Sólo los incendios que cada verano asolaban algunas laderas de Despeñaperros, podían quitarme de la cabeza el que en vez de Sierra Morena” debería de llamarse “Sierra Verde”
 
Con el paso de los años pude aprender los muchos nombres y la cantidad de historia que encerraba cada uno de esos cerros que pueblan Sierra Morena. Los “Montes Marianos”, les llegaron a denominar antaño, y  aquí también tuve mi pequeña confusión, pues yo, iluso de mí, creí que el sobrenombre de “mariano” era debido a que en estas montañas se le apareció al pastor de Colomera la “Reina de Sierra Morena”, la “Morenita”, nuestra venerada Virgen de la Cabeza; pero tampoco era por este motivo, sino que se debió al general Mario, romano que apaciguó la comarca de bandoleros de la época. Otro apelativo por el que se la reconoció es el de “El Muradal”, por el muro que representaba la sierra y que separaba Andalucía de la Meseta.
 
Pero dejémonos de etimologías. El traspaso de Despeñaperros desde el Sur hacia el norte, era una  odisea. Los camiones atestaban la carretera, y los coches, caminaban en procesión tras ellos, despacio, muy despacio. A ambos lados, entre curvas de ciento ochenta grados y barrancos profundos, se colocaban los puestos de miel y alfarería que los vendedores ambulantes de las localidades vecinas tenían instalados por allí. De vez en cuando, se divisaba la línea de ferrocarril, y si había suerte, se veía el tren pasar por ella. El verde y el agua del río que atraviesa por esos parajes hace de ese recorrido uno de los mejores parques naturales con los que cuenta Jaén.
 
Con tanto ajetreo y viaje, de vez en cuando, uno paraba para reponer fuerzas. Los viajes eran muy largos, y no había tanta prisa por llegar al destino como hoy en día.
 
Si el recorrido se hacía desde La Mancha hasta Jaén, la cosa estaba clara. El punto de parada era “Los Jardines de Despeñaperros”. Allí, se disfrutaba de una estupenda zona verde, con sus fuentes de agua clara y albercas con carpas de colores, que hacían que los turistas y los viajeros nos apeásemos de nuestros coches para deleitarnos con nuestros bocadillos de tortilla o filetes empanados. Al otro lado de la carretera, subiendo un empinado terraplén se encontraban los restos arqueológicos del Santuario prerromano de “Collado de los Jardines” en el que los antiguos pobladores de esos montes realizaban sus ofrendas y depositaban sus exvotos.
 
Con el paso de los años, ya con mi vehículo y con sustanciales mejoras en la carretera, subo  y bajo por Despeñaperros y contemplo los muchos cambios que se han producido en el entorno.
Ya nada es igual. Nada, salvo el irreductible y acogedor mesón de Casa Pepe.
 
CASA PEPE
 
Es este restaurante una vieja posada en mitad de la ruta aunque modernizada con el paso de los años, pero aún así y todo es un hito histórico en toda regla. Se podría decir que es un nuevo santuario para peregrinos colocado en medio de todo ese fragor y vegetación que rodea el contorno.  
 
Es un lugar estupendo para hacer una parada y tomarse un café con media tostada de jamón serrano y tomate de huerta.  El lugar está siempre a rebosar de viajeros, y en eso influye mucho lo peculiar de la decoración del establecimiento.
 
Poco antes de llegar, ya llama la atención los colores de su fachada con su amarillo y rojo de la bandera nacional por sus paredes. Al entrar, dos toneles hacen las veces de veladores para los que desean fumarse un pitillo mientras degustan el café, pues debido a las nuevas normas que impiden fumar en el interior de los establecimientos ésta es la única solución.
 
Penetramos en Casa Pepe y una vez que la vista se adapta a la tenue y cálida luz del interior, dejando atrás la luminosidad de la calle, nos vemos sorprendidos por una decoración abarrotada, casi barroca. Detrás del mostrador, insignias de las fuerzas armadas grapadas a la pared, de todos los colores y para todos los gustos. De tierra, mar y aire. Los hay de la Guardia Civil, de la Policía Nacional e incluso alguna insignia de un agente municipal de algún pueblo de España. Esos son los nuevos exvotos…
 
Si uno consigue hacerse un hueco en la larga barra, puede ver la indumentaria de los camareros, con sus polos ribeteados con la bandera nacional. Es más: si uno está interesado en adquirir alguno, allí puede hacerlo. En la tienda aledaña, el viajero pude adquirir todo tipo de figuritas, banderas, toallas, recordatorios, pulseras, comida típica de la zona, etc. Eso sí, cada cosa va adornada con la bandera de España. En ninguna falta la bandera nacional.
 
Mucho antes que el fútbol hiciera que la gente sacase la bandera nacional a los balcones, o se colocase en pulseritas y llaveros, mucho antes que la moda pusiera sus comerciales ojos en los colores rojo y amarillo, ahí estaba ya Casa Pepe para vender esos abalorios sin ningún tipo de problema.
 
Es curioso pues, cuentan las leyendas, que en plena gobernanza del socialismo zapateril y mucho antes cuando regenteaba España el socialismo felipista, los viajeros que más visitaban esta posada eran esos mismos socialistas que no querían ver el pasado español ni en pintura. Y es que el “santuario de Casa Pepe”, además de tener la bandera nacional por todas partes, es un local nostálgico donde los haya y en sus paredes también se encuentran retratos de Franco en días de caza o almanaques de José Antonio Primo de Rivera. Más de uno cuenta como anécdota, que algún senador o diputado socialista (e incluso de IU) se ha realizado una instantánea a las puertas del local. Eso sí, en compañía de sus seguidores y familiares.
 
Para ellos, esa foto supone la verdadera victoria de la Memoria Histórica. Es el trofeo de caza más preciado…
 
Pero Casa Pepe, permanece impasible desde 1923. Allí, no importa nada más que atender al que entra por la puerta. Da igual quien sea. Las posadas en el camino están para eso mismo, para atender al viajero, refrigerarlo y ayudarlo a reponer fuerzas y luego, quizás, poder contar en el lugar de destino alguna anécdota curiosa o divertida.
Si uno para en Casa Pepe no le faltará ni lo uno ni lo otro, y para demostrarlo, nada mejor que llevarse de la tienda algún recuerdo como testigo de que uno estuvo allí, para que todos los amigos lo sepan.