RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

sábado, 14 de junio de 2014

REIVINDICACIÓN DE ROMÁN PERPIÑÁ: ECONOMISTA Y GEOPOLÍTICO ESPAÑOL

Román Perpiñá Grau



Manuel Fernández Espinosa.

 
Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Escritor y diplomado en Ciencias religiosas (España).

 
Resulta hasta cierto punto indignante que, mientras los maestros hispánicos de cualesquiera ciencias son por lo frecuente olvidados, ninguneados y desconocidos, la supuesta elite intelectual se entregue con fervor a seguir cualquier paradigma procedente del extranjero. No me cabe la menor duda de que es éste uno de nuestros males endémicos: en España se es secuaz de cualquier botarate que proceda del extranjero, mientras que nuestros más preclaros genios son arrinconados en vida y póstumamente olvidados. Y eso lo será por muchísimos factores: psicológicos, ideológicos, religiosos... Pudiendo constituir un complejo nacional.
 
En las Ciencias Económicas, como en muchos otros ramos del saber, España ha contado con eminentes economistas a lo largo del siglo XX: Antonio Flores Lemus, Enrique Fuentes Quintana, Juan Velarde Fuentes y Ramón Tamames son nombres que han alcanzado una considerable repercusión en las Ciencias Económicas y que pueden darse por satisfechos, pues todavía se les menciona. Sin embargo, en la misma área científica, una de las figuras a nuestro juicio más interesantes y notables de la Economía por sus estudios, por su labor docente y por su incuestionable patriotismo, no ha tenido tanta suerte en cuanto a su fama póstuma: esa figura es la que quiero reclamar con este artículo que no va más allá de una rápida semblanza, esa figura es la del catalán Román Perpiñá, maestro a la sazón de los susodichos Fuentes Quintana, Velarde Fuentes y Tamames. Creo que por justicia y por lo útil que además puede resultar para los nuevos economistas y sociólogos, merece la pena llamar la atención sobre Román Perpiñá y el magisterio que nos ha dejado en sus libros: su figura y obra merecen ser reivindicadas, tras décadas de injusto soslayamiento.
 
Román Perpiñá es uno de esos catalanes cuyos servicios a España están todavía sin retribuir por los españoles: el abyecto vicio atávico de la ingratitud y el complejo nacional contra los que más arriba advertíamos se han cebado sobre su figura, sepultando su obra bajo el polvoramen y el silencio de las bibliotecas. Como todos los españoles que les tocó vivir la Guerra Civil, el estallido de ésta supuso para la vida y el pensamiento de Román Perpiñá un punto de inflexión.
 
Había nacido en Reus (Tarragona) el año 1902 y estudió en Bilbao, cursando exitosamente Ciencias Económicas en la Universidad de Deusto; más tarde pasó a la Escuela Superior de Comercio. Merced a una beca de las que otorgaba la Junta de Ampliación de Estudios pudo estudiar en Alemania, realizando su tesis doctoral bajo la guía del profesor Robert Liefmann (1874-1941)y presentándola bajo el título “Sociedades de promoción de empresas en Alemania”. El magisterio del profesor Bernhard Harms (1876-1939)orientará los estudios de Román Perpiñá hacia lo que será uno de los conceptos económicos neurálgicos de toda su producción: el de “infraestructura económica”. Román Perpiñá mantendrá fecundas relaciones con el mundo académico alemán, sobre todo con el Instituto de Economía Mundial de Kiel (Schleswig-Holstein), y este buen entendimiento verá sus frutos el año 1935, cuando el mentado Instituto germano publique en su prestigiosa revista de economía (“Weltwirtsches Archiv”) una de las obras más destacables de la vasta producción de Perpiñá: “De economía hispana”.
 
Perpiñá fundó el Seminario de Estudios de CHADE, mientras colaboraba con Francesc Cambó. En 1930 se había instalado en Valencia, donde permanecerá hasta 1936 al frente del Centro de Estudios Económicos Valencianos que también había fundado y dirigía. En 1936, cuando estalla la Guerra Civil, el profesor Román Perpiñá tiene que escapar de Valencia, debido a la persecución que desata contra él un alumno resentido que aprovecha la confusión para tomarse la revancha por haber sido suspendido por el profesor Perpiñá. Habiendo pasado las líneas se pone a disposición del bando nacional como teniente auxiliar del Estado Mayor, prestando sus servicios como asesor en asuntos relativos a información. Con la victoria de Francisco Franco, Perpiñá desarrollará una gran labor en el campo de la formación de cuadros de mandos y propaganda del Movimiento. También será Consejero de Economía Nacional, desarrollando una meritoria labor de estudio de las condiciones infraestructurales de las todavía colonias en posesión de España. Estos estudios se desarrollaría “in situ” y quedaron plasmados en sus obras: “De colonización y economía en la Guinea Española: investigación sobre el terreno de la estructura y sistema de Colonización en la Guinea Española” (1941), “Preeconomía en la Guinea Española” (1942), “La economía marroquí: aportación al estudio de la economía marroquí referida especialmente a las zonas españolas” (1943), “De colonización africana en especial referencia a los factores económicos de Guinea” (1944) y “De colonización y economía en la Guinea Española: (misión Económica durante el segundo semestre de 1941)” (1945). Desarrollará también su labor docente en la Universidad Pontificia de Salamanca y en la Complutense de Madrid.
 
Sin embargo, sus muchos y brillantes servicios a los intereses nacionales no serán correspondidos, pues en 1955 el profesor Román Perpiñá pierde sus oposiciones a la primera cátedra de Estructura Económica de la Universidad Complutense y en perjuicio del catalán, que tantos méritos acumula, se alza con la plaza José Luis Sampedro (sí: el novelista, el autor de “La sonrisa etrusca” que al final de su vida sería uno de los iconos de la izquierda española contemporánea). La resolución de las oposiciones a favor de Sampedro estuvo envuelta en la controversia, puesto que el mismo Perpiñá confesó que, con el tiempo, se enteró de que la cátedra fue otorgada a José Luis Sampedro en el despacho del ministro. Y es oportuno que recordemos que cuando Sampedro se convierte en catedrático de Estructura Económica no tenía en su haber ni mucho menos el currículo y la trayectoria de Perpiñá y además de eso tampoco ha de olvidarse que José Luis Sampedro, durante la Guerra Civil, había sido combatiente republicano en un batallón anarquista; sin embargo, no parece que su militancia republicana fuese obstáculo para ganar las oposiciones (y mucho peor todavía: “ganarlas” por graciosa concesión de un ministro franquista); más tarde, en 1969, cuando todo presagiaba el final del régimen de Franco, José Luis Sampedro abandonó la cátedra, justo a tiempo para no ser confundido con un prebendado del régimen franquista. A consecuencia de este fracaso académico de 1955, Román Perpiñá proseguiría sus estudios económicos, pero apartado de la universidad oficial y trabajando en centros e institutos al margen del mundo universitario. En 1981 Román Perpiñá restañaría muchos de sus amargos tragos, cuando recibiera el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.
 
En 1988, después de vivir treinta años en la Residencia de Estudiantes, Román Perpiñá abandonaba Madrid para irse a vivir con sus sobrinos a su Cataluña natal. En 1991 fallecía este gran patriota y economista español, maestro de economistas.
 
Lo que más resalta del perfil intelectual de Román Perpiñá es que era un hombre con una formación cultural muy amplia. A diferencia de esos especialistas que no saben nada más que de lo suyo, Perpiñá (como hombre de su época) tenía una sólida cultura humanista, lo que le permitía leer a los clásicos griegos y latinos en su lengua original; y fueron precisamente sus estudios clásicos los que le aportaron los instrumentos adecuados para escribir libros como “Origen y ocaso de las talasocracias” (publicado por el Instituto de Estudios Políticos el año 1965). En sus estudios económicos siempre prevaleció un interés geopolítico, tan descuidado por otros economistas, lo que indica una firme voluntad de engrandecer a España. En “Las constantes de Europa” (publicado por el Instituto de Ciencias Sociales, en 1969) ahondó en la oposición de pueblos continentales (Epirocracias) y pueblos marineros (Talasocracias), estableciendo una caracterología aplicable a las Epirocracias y las Talasocracias. Para las Epirocracias (potencias continentales), el profesor Perpiñá establecía una serie de notas idiosincrásicas, como eran: dioses inaccesibles y justicieros; templos grandiosos; príncipes guerreros; nobleza por concesión real; grandes pompas públicas; fueros, privilegios y honores por concesión; clases sociales estáticas; tendencia a someter por la guerra de conquista e imponer su derecho en los territorios conquistados; agrícolas y ganaderos; espíritu autárquico; literatura marcadamente guerrera, heroica y mística; sentido burocrático y centralizador; grandes empresas bajo patronato estatal; los habitantes son súbditos, vasallos. Así podemos esbozar aquí las señas de identidad de las Epirocracias, según Perpiñá, mientras que las Talasocracias (potencias marítimas) se han notado –según el profesor catalán- por características distintas, como son: dioses antropomorfos; templos a medida humana; príncipes con virtudes y vicios humanos; aristocracia por reconocimiento; lujos privados; prestigio por quehaceres individuales y no de clase; clases sociales dinámicas que consagran la laboriosidad; flexibilidad para adaptarse a las coyunturas; espíritu de lucro; contribuciones pactadas con el Estado; el valor dominante es la empresa; los habitantes son ciudadanos, pragmáticos y regidos por leyes consuetudinarias; cultura del pacto; comerciantes e industriales; libre competencia; literatura en la que predominan los libros de viajes, epopeyas marítimas y cortesano-burguesas; arte a medida humana; individualistas en lo empresarial y percepción del mar como aventura y riesgo para lucrarse.
 
Sería empezar y no acabar si tuviéramos que elaborar un exhaustivo análisis de las aportaciones de Román Perpiñá, no sólo en el terreno de la economía, sino en el de la geopolítica. Hasta tal punto que un tanteo de geopolítica española sería muy deficitario sin volverse a los estudios de Román Perpiñá. Pero no es la intención del presente artículo ir más allá, sino que éste se conformaría con haber suscitado el interés por la personalidad y la obra de un gran español. Para dar por acabada hasta aquí esta semblanza con tan superficial recorrido por la obra de este maestro de maestros digamos que, ya en 1988, soltero, con 85 años y en posesión de todas sus facultades, el maestro Perpiñá se mostraba muy crítico con la sociedad española, a la que veía declinar: cuando fue preguntado por un periódico por la opinión que le merecía la “beautiful people”, Perpiñá declaró que: “las enfermedades han existido siempre en las personas y en las sociedades; algunas son divertidas, y otras, escandalosas, que son la que menos duran, afortunadamente” y se mostraba en extremo crítico con el papel que desempeñaba España por aquellos años, alegando que España se había convertido en una colonia económica de Europa del Norte. Creo que la opinión que en 1988 expresaba Román Perpiñá en lo que concierne a la presunta elite denominada con ese vil anglicismo, así como la valoración que hacía de la situación de España en Europa, son suficientes como para llamar la atención sobre un hombre de convicciones que mantuvo hasta el final una coherencia filosófica digna de elogio en un mundo donde medran (y pretenden pasar a la historia) todos los oportunistas que, cuando escrutan los signos del tiempo, barruntan la mudanza de las circunstancias políticas y ágilmente cambian de bando.
 
 
Para una información con más detalle de la singular obra de Román Perpiñá sugerimos la lectura de sus libros y como introducción los estudios especializados que al eminente economista catalán ha dedicado D. Juan Pablo del Río Disdier.
 
Publicado en la Revista LA RAZÓN HISTÓRICA, Revista Hispanoamericana de Historia de las Ideas. Número 26. MEMORIA E HISTORIA. Mayo-Agosto 2014. Enlace aquí.

LOS BOMBARDEOS DE BARCELONA



TERCIAMOS EN UNA DISPUTA HISTÓRICA

Manuel Fernández Espinosa


Don Francisco Pérez Abellán es uno de nuestros más reputados periodistas criminólogos. A él debemos una formidable obra de investigación: "Matar a Prim" (2014). Conste nuestra simpatía personal por el Señor Pérez Abellán. El otro día pudimos verlo intervenir brevemente en 13TV exponiendo una serie de desafueros que se habían cometido, con motivo del Primer Centenario del General Prim. Juan Prim (1814-1870) nació en Reus (Tarragona) y fue un heroico militar, es cierto, como no menos cierto es que fue un intrigante político, conspirador laborante. El hecho de ser catalán y ser, a su vez, una de las figuras más notables de la política española del siglo XIX es algo que a los nacionalistas catalanes no parece gustarle; lo cual es lógico. Es así como podemos entender la excasa difusión que le han concedido a la conmemoración de su primer Centenario. Pérez Abellán ha estudiado a fondo la muerte de Prim, como ha demostrado en su libro "Matar a Prim" y no oculta sus simpatías por el personaje histórico. Para Pérez Abellán resulta intolerable que, por ejemplo, algunos historiadores universitarios, como Emilio de Diego o Borja de Riquer Permanyer, hayan, según el criterio de Pérez Abellán, mancillado el nombre del General Prim. No nos extrañaría ver la mano de la manipulación histórica allí donde existen intereses políticos tan manifiestos como en el nacionalismo separatista. Pérez Abellán ha llegado a decir:  "Borja Riquer Permanyer, que confunde al de Reus [se entiende que el General Prim] con Baldomero Espartero y afirma sin ciencia que Prim bombardeó Barcelona en 1843, cuando precisamente estaba persiguiendo a Ametller de Girona" (este pasaje entrecomillado puede leerse aquí).
 
Pues, bien, aunque tenemos un sincero respeto y verdadera simpatía por Pérez Abellán es la hora de terciar en este asunto y aclarar un poco las cosas. Y aunque le llevemos la contraria a Pérez Abellán, vamos a intervenir en este asunto para tratar de arrojar luz; y lo vamos a hacer aunque tengamos que darle la razón a Borja de Riquer (del que no tenemos razones para tenerle hasta la presente simpatía alguna, ni lo contrario). Si Borja de Riquer ha dicho que Prim bombardeó Barcelona, no le falta razón; aunque será bueno que expliquemos con mayor precisión lo que ocurrió. Pérez Abellán también lleva razón: Baldomero Espartero, en efecto, sí que bombardeó Barcelona. Pero, entonces...
 
Es que se trata de dos sucesos distintos: El bombardeo de Barcelona, propiamente dicho, fue el que ordenó Baldomero Espartero. La razón fue una sublevación barcelonesa motivada por la política librecambista de Espartero, que beneficiaba a los intereses comerciales de Inglaterra mientras perjudicaba severamente los intereses textiles de la Ciudad Condal. La sublevación del vecindario forzó al ejército a refugiarse en el castillo de Montjuïc y desde allí, por orden de Espartero, el Capitán General Van Halen ejecuta la orden, emprendiendo el bombardeo cuando era el día 3 de diciembre de 1842, a las 11:15. Se emplean unos 1014 proyectiles y se estima que el resultado final fueron 462 edificios destruidos o dañados y unas 20 o 30 víctimas mortales. A las 24:30 del 4 de diciembre, después de la negociación realizada entre dos comisiones de ciudadanos, enviadas a tal efecto por la Junta Revolucionaria, y la autoridad militar gubernamental, los sublevados se rinden incondicionalmente y cesa el bombardeo.

Mosén Jaume Balmes, el gran filósofo catalán, dejó constancia de la consternación y la rabia que el bombardeo de Barcelona produjo en todos los españoles. No fue España, señores nacionalistas, la que bombardeó Barcelona: fue Baldomero Espartero, el gran amigo de Gran Bretaña. Así escribió Balmes sobre el regreso de Espartero a la villa y corte de Madrid, tras saberse en toda España que el Regente había bombardeado la Ciudad Condal: "A su vuelta en Madrid encontró [Espartero] una acogida fría y desdeñosa, a pesar de los amigos que por diferentes causas se había granjeado en la Corte: tanta era la fuerza de los acontecimientos, que no fué posible no diremos excitar el entusiasmo, mas ni siquiera la apariencia de la más ligera simpatía. Habiendo entrado por la puerta de Atocha, no obstante la concurrencia atraída por la curiosidad y la hermosura del día, no pudo el bombardeador de Barcelona recabar algunos vivas de la multitud [..] La multitud se mantuvo silenciosa y sombría, y fuerza le fué al Regente cesar en sus saludos y trocar su semblante risueño en aspecto grave y disgustado [...] Tan fría acogida, tan chocante diferencia entre la entrada de 1840 [Balmes se refiere a la entrada de Espartero en Madrid, tras sellar con Maroto la Traición de Vergara: los madrileños vitorearon a Espartero, agradeciéndole el término de la Primera Guerra Carlista, al menos en Vascongadas] y la de 1843 revelaban con bastante claridad que el Regente estaba desconceptuado aun entre los mismos progresistas, los que no querían ya lisonjear a un hombre que tenía contra sí el anatema de la nación" (Jaime Balmes, "Espartero" en "Biografías", tomo XII de las Obras Completas, Biblioteca Balmes, Durán y Bas, 11. Barcelona, año MCMXXV).
 
En efecto, la cita de Balmes nos pone en el zaguán de lo que será la caída de la dictadura, encubierta de Regencia, de Baldomero Espartero. El bombardeo de Barcelona indignó incluso a los correligionarios progresistas de Espartero y a éste no le quedó más apoyo que los de la facción llamada de los Ayacuchos (sus conmilitones más leales que le profesaban devoción ibérica): en el parlamento, incluso los progresistas le recriminaron su actitud tiránica y Juan Prim, militar progresista y catalán, pero antiesparterista, se unió a la conspiración que se urdía entre los militares. La llamada Orden Militar Española promovió en 1843 algunos alzamientos en Andalucía que culminaron el día 17 de Julio en Sevilla. En Julio de 1843, Prim y Milans del Bosch se pronunciaron en Reus contra Espartero; Narváez, del partido moderado (la derecha del sistema liberal), Concha, Pezuela y Fulgorio se levantaron en Valencia y Serrano lo hizo en Barcelona. Los militares progresistas anti-esparteristas, al frente de una coalición de progresistas anti-esparteristas y el radicalismo barcelonés habían pactado con los moderados que acaudillaba Narváez. Espartero se vio obligado a abandonar España, embarcando en el "Malabar" rumbo a Inglaterra, donde recibiría un excelente recibimiento en pago a sus desvelos por favorecer la economía inglesa en perjuicio de la catalano-española.
 
Y ahora viene cuando Prim bombardea "en" Barcelona. Espartero ha salido de España, pero la coalición que le jaqueó y lo había empujado a exiliarse de España no duraría: estaba formada por elementos muy heterogéneos. Así nos lo cuenta Gabriel Carmona: "Los progresistas en el gobierno resultaron desgastados por el ala izquierda de su propio partido. Los radicales pretendieron sustituirlos por una Junta General, se alzaron en armas, secundados por la guarnición de Barcelona y resistieron más de dos meses en la capital catalana y en Figueras casi cuatro, atacados por el Ejército gubernamental, al mando de generales de derechas acompañados por el mismo Prim que reprimió ferozmente a los obreros sublevados en Barcelona" (Gabriel Carmona, "El problema militar en España", Historia 16, Madrid, 1990).
 
En efecto, en Barcelona había rebrotado la revuelta de la Jamancia (vocablo que procede del caló gitano y significa en castellano "comer"),  esta revuelta estaba protagonizada por soldados que estaban en el batallón para asegurarse las lentejas y que, como difuso motivo político, esgrimían su malestar por la centralización excesiva que imponía el sistema liberal desde Madrid. El 22 de septiembre de 1843, Juan Prim bombardea en Barcelona a los jamancios (con los que estaban algunos de los antiguos camaradas que formaron en las filas de Prim contra Espartero) y lo hace, según el historiador Joan Pallarès, desde el muro donde estaba la masía de Cal Borni, más o menos en la actual calle del Pare Manyanet. Incluso todavía a día de hoy existe, como reliquia de aquel bombardeo, un proyectil incrustado en la fachada de una casa: la de la Cansaladería Puig (antiguamente Can Arestá).
 
Valorando estos acontecimientos históricos con la perspectiva actual podemos terminar concluyendo que el liberalismo español decimonónico (en sus variopintas formas) ha sido una de las peores lacras de nuestra historia. Estos señores: Espartero, Narváez, el mismo Prim... Por mucho que pueda decirse de su presunto talento militar y político, incluso de su heroísmo militar, vivieron en una confusión ideológica por la cual todo estaba permitido: también bombardear la ciudad de Barcelona. Comparando los dos bombardeos (el de Espartero y el de Prim) salta a la vista que el de Espartero es a todas luces repugnante, en cuanto que se hace para sofocar una revuelta causada por la política anti-española y pro-británica del Regente Espartero; éste bombardeo se realiza sin escrúpulos sobre el caserío y la vecindad barcelonesas. En el caso del que se le atribuye a Prim, el bombardeo es consecuencia de las tensiones entre facciones liberales, y se bombardea de un modo más selectivo a los rebeldes opuestos al gobierno, pero no a la población civil que nada tenía que ver con las hostilidades litigantes entre gobierno y rebeldes.
 
Que los historiadores nacionalistas utilicen estos hechos históricos para presentarse como víctimas nos parece una manipulación inadmisible, pero tampoco vale (para defender a figuras catalanas de acendrado patriotismo español) que ocultemos la verdad histórica. Si los españoles aparcáramos a un lado nuestras trifulcas domésticas y serenamente condujéramos nuestra mirada a nuestra historia del siglo XIX, tendríamos que terminar concluyendo que el liberalismo decimonónico es la raíz de todos nuestros males: la raíz de los problemas de articulación territorial, el gran enemigo centralista que falta el respeto debido a las particularidades de los pueblos de España, el cómplice de potencias extranjeras (como Inglaterra) a las que sirve como cipayo, el generador del capitalismo y la pobreza... etcétera. 

jueves, 12 de junio de 2014

EL "FEMINISMO SATÁNICO. LUCIFER COMO LIBERADOR DE LA MUJER EN LA CULTURA DEL SIGLO XIX"

Portada del libro de Per Faxneld, "Satanic Feminism"
 
 
MASSIMO INTROVIGNE INFORMA SOBRE EL LIBRO DE PER FAXNELD
 
 
Por Manuel Fernández Espinosa
 
 
La ideología de género va extendiéndose sin que parezca que nadie le haga una eficaz resistencia, sirviéndose de todos los resortes políticos, sociales, educativos, culturales se implanta por doquier. Y lo hace con la insolencia típica de las ideologías totalitarias. Sin embargo, por mucho que hagan por imponerla, sin apenas obstáculos, no lograrán silenciar la voz de muchos intelectuales honestos que -conscientes de la íntrínseca malignidad de esta ideología- se le oponen con la autoridad que otorga el conocimiento. Una de las voces más autorizadas de Europa es nuestro amigo italiano, Massimo Introvigne (Roma, 14 de junio de 1955). Sociólogo, fundador y director del Centro de Estudios sobre Nuevas Religiones (Center for Studies on New Religions: CESNUR), uno de los observatorios sociales más aptos para interpretar lo que se llaman "movimientos de nueva religiosidad" (por un nombre más siniestro, lo que conocemos como "sectas"), es también autor de la "Enciclopedia delle religioni in Italia", así como miembro de muchas instituciones que son referentes europeos y mundiales para el análisis y resolución de conflictos religiosos. Introvigne ha sido también ponente ante la OSCE (Organization for Security and Co-operation in Europe) del informe "Representative on combating racism, xenophobia and discrimination, with a special focus on discrimination against Christians and members of other religions" y el mismo gobierno italiano ha contado con sus inestimables servicios para orientar la dirección de algunos conflictos religiosos a escala mundial. Estamos hablando, pues, de una autoridad intelectual europea, especialista en sociología de las religiones, que rinde un gran servicio a la convivencia social, denunciando el racismo, la xenofobia y la discriminación religiosa. Y por eso será que en España es tan poco conocido y hemos de presentarlo, dado que en España los "intelectuales oficiales" están ocupados en otras cosas, las que les ordenan los poderes a los que sirven dócilmente. 
 
Ayer mismo, "La Nuova Bussola Quotidiana" publicaba un artículo de Introvigne que consideramos imprescindible para comprender la raíz de la "ideología de género", su título: "Gender, le origini sataniste di un'ideologia". Por la importancia de la información que ofrece en este artículo escrito originalmente en italiano, nos ha parecido interesante para nuestros lectores ofrecer una síntesis del mismo en castellano. Se trata de la recensión de un libro recientemente publicado, como vamos a explicar más abajo, mientras hacemos una síntesis del artículo de Introvigne. Pero también añadiremos algo que nos ha parecido que puede enriquecer en datos al lector más inquieto.
 
Afirma Introvigne que muchos de los artífices del feminismo, del homosexualismo y de la ideología de género (también del socialismo) han reclamado a Satanás como el padre de sus ideas, como se desprende de la reciente tesis doctoral (de unas setecientas páginas) de un investigador sueco, Per Faxneld. Esta tesis ha sido publicada como libro bajo el título de "Satanic Feminism.  Lucifer as the liberator of woman in nineteenth-century culture" (Molin & Sorgenfrei, Estocolmo, 2014).
 
Faxneld pasa por ser uno de los indiscutibles especialistas internacionales en satanismo. Faxneld se declara moderadamente feminista y muestra simpatía por algunos de los personajes que presenta en el fruto de su investigación. Desde una perspectiva histórica, Faxneld demuestra que socialistas, comunistas y anarquistas (en sus textos) tomaron a Satanás como agente y motor de la rebelión contra el orden tradicional, la religión y la propiedad privada. Mijail Bakunin, Pierre-Joseph Proudhon y otros menos conocidos son citados en la tesis doctoral del investigador sueco. A esto habría que añadir al texto de Introvigne que lo mismo que Satanás o Lucifer, la mítica figura de Prometeo también ha sido recurrentemente invocada por algunos ideólogos revolucionarios, como Roger Garaudy y también queremos añadir que Proudhon (del que pueden, ciertamente, leerse pasajes en los que resalta el papel del rebelde primordial) es a su vez un autor que no escatima alabanzas para muchos aspectos sociales que reconocía como avances debidos al cristianismo; vaya esto por delante.

Después de estos tanteos -prosigue Introvigne- Faxneld llega al tema central de la obra: el "feminismo satanista" y el nacimiento de la ideología de género. La literatura romántica decimonónica proclamó que Satanás, en el Jardín del Edén, propuso a Eva la posibilidad de liberarse del control patriarcalista de Dios y de Adán. por lo que algunas de las tempranas feministas empezaron a encontrar en Satanás una figura liberadora. Satanás instruye, según esta interpretación, en la doctrina por la cual los seres humanos pueden elegir libérrimamente su identidad de "género" y es Satanás el que imprime su sello en lo que hoy llaman "opción homosexual". Las brujas medievales, según este enfoque, son presentadas como mujeres libres, a menudo capaces de reinventar su identidad sexual como hombres y afirmar su lesbianismo. Jules Michelet (1789-1874) haría una contribución a este enfoque con su libro "La Sorcière" (La bruja) del año 1862; el tema emerge también en la poesía sáfica de la francesa Renée Vivien (1877-1909) que era el pseudónimo de Pauline Mary Tarn; también hallamos el tema en la novelista estadounidense, a su vez lesbiana, Mary MacLane (1881-1929); y con Sylvia Townsend Warner (1893-1978) el mismo enfoque aparece en Inglaterra. Estas escritoras, hoy prácticamente olvidadas, pero de una enorme influencia en su época, son los nexos que se establecen entre la adoración a Satanás y la ideología de género. Introvigne está haciendo una recensión del libro de Faxneld y lo considera una enciclopedia en la que hay material abundante a partir del cual puede desarrollarse por muchos otros cauces (como son la moda, lo lúdico y la cultura popular) el tema en cuestión. El feminismo, la ideología de género y la promoción de la homosexualidad -tanto la que afecta a mujeres como a hombres- han brotado de un terreno en que el culto al diablo era algo generalmente admitido. Lucifer, el ángel rebelde y proto-revolucionario, aparece así a una nueva luz: como un heroico rebelde que se enfrenta al orden establecido por Dios. Los revolucionarios del siglo XIX encontraron en Satanás el símbolo de su rebelión, aunque muchos de ellos no creyeran efectivamente que Satanás existiera. Pero, sin embargo, a fuerza de invocarlo tanto, no pocos terminaron creyendo en él y poniéndose conscientemente a su servicio.
 
Lo que parece fuera de toda duda, tras la lectura del libro de Faxneld, es que las ideologías revolucionarias que irrumpieron durante el siglo XIX (saturadas de romanticismo), tales como el feminismo y el homosexualismo, cultivaron con frenética dedicación un satanismo simbólico y más que simbólico. Por nuestra parte (recuérdese que estamos haciendo una síntesis de un artículo de Massimo Introvigne) no queremos terminar sin citar algunos casos que no son mencionados por Massimo Introvigne y que podrían añadirse a la nómina de los que el prestigioso intelectual italiano ha traído a colación (suponemos que Faxneld, el autor del libro que Introvigne comenta; y que todavía no hemos leído) no habrá dejado en el tintero a los que ahora vamos a referir abajo.
 
Nietzsche, por ejemplo, ha sido considerado como homoerótico por Rüdiger Safranski. Y no podemos olvidar al escocés John Henry Mackay (1864-1933) que pasa por ser uno de los pioneros del movimiento homosexual. Mackay sería uno de los divulgadores más destacados del pensamiento anarcoindividualista del alemán Max Stirner; también contribuiría mucho a difundir a Nietzsche en el ámbito anglosajón. Tampoco sería ajeno a la filosofía de Stirner el alemán Adolf Brand (1874-1945), otro de los activistas del movimiento homosexual que lanzó la revista "Der Eigene", considerada la primera de las publicaciones dirigidas a homosexuales. Los colaboradores de Brand, como Benedict Friedlaender (1866-1908) o Elisar von Kupffer (1872-1942) ni que decir tiene que compartían la misma tendencia homosexualista. El sexólogo judeo-alemán Magnus Hirschfeld (1868-1935) estaría en contacto con este grupo que se movía alrededor de Brand; y no es un dato ocioso decir que Hirschfeld fue, recordémoslo, uno de los sistematizadores más tempranos de la teoría del "tercer sexo", aunque la expresión sea anterior y en su teorización hubiera que citar también a Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895): la teoría del "tercer sexo" que se lanza en el siglo XIX anticipa lo que más tarde, en nuestros días, será la "ideología de género". Y cerremos por hoy la lista de homosexuales (varones o mujeres) que son invocados como los primeros activistas del homosexualismo militante. No podemos asegurar que todos ellos profesaran el satanismo, para ello tendríamos que leer el libro que nos recomienda Massimo Introvigne: "Satanic Feminism", de Per Faxneld. Simplemente, llamamos la atención sobre un asunto que es muy probable que el lector no encuentre en otros medios de comunicación de masas. Y que de no ser por nosotros, pasaría desapercibido para el público hispanohablante.
 
Artículo original de Massimo Introvigne: "Gender, le origini sataniste di un'ideologia" en  LA NUOVA BUSSOLA QUOTIDIANA 
 
Libro de Per Faxneld: "Satanic Feminism. Lucifer as the liberator of woman in nineteenth-century culture": enlace pinchar aquí.

miércoles, 11 de junio de 2014

ES PREFERIBLE MORIR CON GLORIA A VIVIR CON VILIPENDIO


*Imagen de batiburrillo.redliberal.com

« Lo repito, mis espaldas son anchas; yo acepto con gusto y no desdeño ninguna de las responsabilidades que se puedan derivar de actos que yo realice, y las responsabilidades ajenas, si son para bien de mi patria y para gloria de mi España, las acepto también. ¡Pues no faltaba más! Yo digo lo que Santo Domingo de Silos contestó a un rey castellano: 'Señor, la vida podéis quitarme pero más no podéis'. Y es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio. »

José Calvo Sotelo



*Imagen de www.elmundo.es

martes, 10 de junio de 2014

LA INCREÍBLE HISTORIETA DE LAS MONJAS MALVADAS


 
 
PATRAÑAS ANTICLERICALES EN UN MUNDO DE ABORTISTAS

Por Manuel Fernández Espinosa


Las campañas mediáticas contra la Iglesia Católica (también contra nuestros hermanos ortodoxos) no cesan. En todas las historias que se publican o publiquen siempre hay un tufo de malicia que se aprovecha de la tontería humana que, cada día, parece ganar más adeptos. Nadie puede suponer (y haría mal en suponerlo) que la Iglesia Católica esté compuesta por seres angélicos que no pueden equivocarse o que no pueden pecar; la tentación es grande en todo tiempo y lugar, y los que caen en ella y no se arrepienten, terminan siendo infieles e ingratos a Dios y, no correspondiéndole a la gracia, incluso podemos decir que un cristiano viciado es peor que cualquiera que no sea cristiano, pues no en balde, de siempre se ha dicho, que: Corruptio optimi pessima (La corrupción de los mejores es la peor de todas).


En 2012, la historiadora local Catherin Corless publicó un artículo en que llamaba la atención sobre supuestas irregularidades cometidas en una casa de acogida para madres solteras. La casa de acogida, llamada "El Hogar", se ubicaba en Tuam, un enclave del condado de Galway (oeste de Irlanda). Desde 1926 a 1961 este lugar albergó a madres solteras con sus hijos y el centro era regentado por la Congregación de Hermanas de Bon Secours (congregación fundada por Josephine Potel en la Francia de la primera mitad del siglo XIX). A instancias de Ciarán Cannon, líder del partido irlandés Progressive Democrats (partido que pertenece a la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos, de la que también forma parte Convergència Democràtica de Catalunya), así como por presiones exteriores, como la ejercida por Amnistía Internacional, se ha destapado otra caja de los truenos que tiene, como no podía ser menos, a la Iglesia Católica como objetivo a derribar. Es por ello como, sirviéndose de toda esta triste historia, se aprovecha para pintar con los colores más siniestros el centro de asistencia regido por las monjas hasta su clausura en el año 1961.
 
Los restos humanos se descubrieron en 1975 en un tanque séptico (siempre según la prensa tendenciosa), el vecindario dio por sentado que las víctimas lo eran del Hambre que estragó Irlanda del año 1740 al 1741. Ahora lo que se está tratando de averiguar es si los restos humanos corresponden, como sostenía el artículo de Catherin Corless en 2012, a los niños de aquellas madres acogidas en el Hogar y que (siempre las fuentes "oficiosas") remachan que fueron arrojados a un tanque séptico sin mayor consideración ni entierro digno, después de una supuesta desatención y malnutrición. El "Irish Times" ha publicado la carta de un lector que trata de poner las cosas en su punto; pero, en cambio, este testimonio no ha tenido apenas repercusión comparado con la tremenda campaña que está aprovechándose de esta truculenta historia para culpabilizar nuevamente a instituciones católicas. En esa carta publicada por el "Irish Times" dice su autor que el lugar donde fueron hallados los cadáveres no se trataba exactamente de un "tanque séptico", sino de un tipo de fosa muy empleada dentro de los recintos hospitalarios de toda Europa durante los siglos XIX y XX, lugar excavado para acoger los cadáveres de recién nacidos muertos poco después del parto y otros menores de las inclusas. Sin embargo, la versión dominante es la más negativa para la Iglesia.
 
Y uno no sale de su estupor: ¿es posible que a gente que le importa un bledo la suerte de millones de fetos humanos abortados, ahora se ponga a lloriquerar por una fosa común de niños que nacieron y que, por desgracia, murieron? Sí, estamos en el mundo de "fabricamos su compasión a medida", en un mundo increíblemente cínico que persigue a las monjitas y ampara la impunidad de cuantos se lucran con el abortismo.
 
Nunca he estado en Irlanda, ni sé la clase de historiadora que será la tal Corless. Lo que sí he oído, sin moverme de España, es decir a muchos malpensados y mejor maldicientes que cuando se acometían obras en los conventos femeninos, era maravilla que en todos se terminara exhumando cadáveres de recién nacidos y menores. Dicho esto -que bien podría ser verdad- el que contaba la historia (casi siempre la misma historia) pasaba a interpretar la razón por la que en un convento de monjas había esqueletos infantiles. Entonces, entre impúdicas sonrisas y guiños, el propagandista venía a decir que esos cadáveres eran los mismos frutos de las sacrílegas relaciones sexuales de las monjas (con sus amantes: aquí el difusor de basura podía incluso suponer que el amante era el cura). Se trata de una vieja táctica de la propaganda anticlerical, perfectamente pautada en las logias masónicas del siglo XIX. Con estos bulos se arrojaba una calumnia sobre la vírgenes consagradas, así como se jugaba diabólicamente con la sospecha de que nadie puede mantenerse ni virgen ni célibe (algo muy propio de un lascivo es pensar que no hay nadie que no sea tan cerdo como él). Este cuento anticlerical lo llevamos escuchando desde hace cientos de años (el Marqués de Sade, correligionario de todos estos propaladores de basura anticlerical, era muy proclive a imaginar fantasías sacrílegas en su satanismo delirante: ver también nota abajo).
 
Lo cierto es que, en efecto, en los conventos antiguos (no sólo de las monjas, sino también de los frailes) podría encontrarse sepulturas en las que puede haber restos óseos de niños. La razón de ello no se debe a la leyenda negra de relaciones pecaminosas de los religiosos, sino que los conventos eran lugares en los que se solía dejar abandonadas (en el torno de las monjas) a las criaturas recién nacidas que, por muchas y diversas razones, no podían ser criadas por sus progenitores. Si a esa costumbre le añadimos la alta mortalidad infantil de los siglos XX, XIX, XVIII, XVII... etcétera (de la que hay sobrada constancia en los libros de sepelios de cualquier archivo parroquial); si tenemos en cuenta que los cementerios extra-muros, en España, son cosa de principios del siglo XIX (aunque las pragmáticas fuesen de Carlos III, la costumbre no se generalizó, observándose puntualmente, hasta Fernando VII)... Si tenemos en cuenta factores como estos, la historia cambia mucho. Pero entonces estaríamos hablando de historia y no de perversos rumores que se aventan con el maligno propósito de difamar, condenar y desprestigiar a las instituciones eclesiásticas.
 
 
NOTA: Otro de los agitadores profesionales anticlericales del siglo XVIII, me refiero al panfletista Denis Diderot, escribiría en 1760 una novela titulada "La Religieuse". En esta novela panfletaria Diderot no llegaba a los extremos sacrílegos de Sade, sino que se conformaba con darle la vuelta a la realidad. A saber: la trama de la novela es la forzada entrada a un convento de una joven que, por presiones familiares, se ve en el claustro conventual, sufriendo dentro del mismo un sinfín de abusos, maltratos, etcétera. Sin embargo, uno de los mejores conocedores de la Francia del siglo XVIII, me refiero a Jean de Viguerie, ha demostrado que, frente a la versión popularizada por los deístas, jansenistas y ateos dieciochescos, como Diderot, lo que el estudio atento de los archivos arroja al investigador es que: "Cerca de la mitad de las religiosas que entraron en la Visitación durante el siglo XVIII tuvieron que vencer la resistencia de sus padres [...] Las gentes no comprenden que alguien se quiera recluir durante toda la vida en un claustro, apartándose del mundo" ("La religión y la Iglesia en Francia durante los últimos años del Antiguo Régimen (1780-1789)", publicado en "Cristianismo y Revolución", de Jean de Viguerie, Ediciones Rialp S. A., Madrid, 1991).
 
 
 

lunes, 9 de junio de 2014

DEL ÁFRICA ESPAÑOLA (V)



-Volvemos con este interesante y justo hilo, al cual le añadiremos contenido periódicamente, ya sea en verso o en prosa.




*Imagen de www.alabarda.net


Por Antonio Moreno Ruiz 


CON BABUCHAS DE ORO

Con babuchas de oro,
volveré al Marruecos,
como un león del Atlas,
reconocido guerrero,
del mar a la Piel de Toro,
a pelear con denuedo,
presentando batalla,
a los furiosos ateos.

En un tabor de regulares,
combatiré con valor,
los indígenas norteafricanos,
derrochamos pundonor,
curtidos por montes y desiertos,
bañados por la rudeza del sol,
galopamos como aves y felinos,
como astros de gran proyección.

Lograremos la victoria,
y cubierto de gloria retornaré,
para ser aclamado; entre caballos
y camellos me veré,
y ante el alminar de la mezquita,
admirando las sebkas,
dejando fuera de mis pies,
las babuchas de oro, con
las que a Marruecos volveré.









viernes, 6 de junio de 2014

EL CASO ALAIN SORAL

Alain Soral

LA TRADICIÓN RECOBRADA DE LOS INTELECTUALES COMPROMETIDOS

Por Manuel Fernández Espinosa

Solo en Francia puede haber un Alain Soral (o al menos, solo en Francia lo hay).
 
El país galo cuenta entre sus seculares tradiciones con la figura del "intelectual comprometido" (engagé). En el siglo XVIII se llamaron "philosophes" y trabajaron con variable intensidad en la propagación de los ideales iluministas, en el siglo XIX formaron las legiones de la prensa, desde la legitimista hasta la socialista, pasando por la liberal; a principios del siglo XX daba la matraca Rémy de Gourmont y, por el lado católico, aunque muy individualista, Léon Bloy; estaban los militantes de Acción Francesa y se abrían paso los comunistas. Más adelante asistimos a la puesta de moda de Jean Paul Sartre y Albert Camus. Es en esta larga tradición en la que cabe ubicar a nuestro contemporáneo: Alain Soral, casi un desconocido en España y del que queremos ofrecer aquí una breve semblanza; siquiera para llamar la atención del público hispanohablante sobre la actividad que Soral desarrolla en Francia.
 
Soral nació en 1958 y procede de las filas comunistas. Es ensayista y conferenciante y, durante su juventud, frecuentó los ambientes contra-culturales, algunos aseveraran que fue punk. Con el tiempo, la evolución de su pensamiento lo ha llevado a una crítica demoledora de todo lo que pasa por "políticamente correcto". Ahí está Soral, combatiendo toda suerte de lobbys: desde el feminista hasta el homosexual, sin arrugarse frente a la LICRA (Ligue Internationale Contre le Racisme et l'Antisémitisme; que -por cierto- abrirá pronto su sede en Barcelona: ver aquí). Alain Soral se ha convertido en la bestia negra del pensamiento dominante en Francia y, en particular, es la pesadilla del Primer Ministro de Francia, el socialista barcelonés Manuel Valls. Y esto debido a la solidaridad que Soral ha manifestado para con el humorista Dieudonné. En el año 2013 fundó EGALITÉ ET RÉCONCILIATION (ver aquí) que es, a día de hoy, uno de los blogs políticos más seguidos internacionalmente en la red.
 
Sus posiciones políticas podrían sintetizarse en una convergencia entre las reivindicaciones sociales de lo que (permítasenos llamar) izquierda y los valores tradicionalmente sostenidos por eso que convengamos en llamar "derecha" (como son soberanía nacional y familia natural). Soral se ha convertido, debido a su polemismo, en una figura de referencia en Francia: un líder de opinión que no cesa de lanzar publicaciones y llamamientos para concienciar a sus compatriotas de todo aquello que considera perjudicial para el bien común.
 
En España es harto difícil que aparezca un Alain Soral. No contamos con más tradición de intelectuales comprometidos que los antaño curas de púlpito y aquella minoría de socialistas, comunistas y anarquistas que leían y escribían. Pero nuestro clero desmanteló los artísticos púlpitos, para venderlos a los marchantes de arte, tras las prisas de modernización que siguieron al Concilio Vaticano II y nuestra izquierda, forzoso es admitirlo, no ha salido de su federalismo internacionalista; sin que parezca que con ella vaya ninguna noción de España. Sin embargo, no nos preocupemos, ahí tenemos los corrinchos de opinadores periodistas (algunos de los cuales no pierden la butaca de la tertulia, pese a su pavorosa ignorancia histórica y filosófica), siempre prestos a pasearse en la pantalla de nuestros televisores, prontos a verter los lugares comunes y los topicazos de una de las dos alas a las que, respectivamente, sirven. Nuestros tele-tertulianos son las voces de sus amos: el placebo del ciudadano bonachón que cree encontrar en las soflamas que les oyen el eco de sus sordos pensamientos. Estos opinantes, estamos hartos de verlo, se muestran incapaces de poner el grito en el cielo para denunciar todas las cochinadas que se nos hacen a diario. Todo lo más sirven para remachar la línea del PP o del PSOE, depende de para cual de los dos estén empleados. Y frente a fenómenos electorales como Pablo Iglesias y PODEMOS, ya los hemos visto, no van más allá del insulto: tal vez por una cosa tan sencilla como que Pablo Iglesias puede hablarles de Antonio Gramsci y ellos, en su estulticia, hasta pensarán que se trata de un director de cine del realismo italiano. En fin...
 
Por nuestro bien, va siendo hora de que en España levante la cabeza algún Alain Soral.

miércoles, 4 de junio de 2014

SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME, AUTOR DE "EL NUEVO IMPERIO RUSO: HISTORIA Y CIVILIZACIÓN"

Sergio Fernández Riquelme


ENTREVISTA AL DOCTOR SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME, ENSAYISTA
 
 

 Entrevistamos a Sergio Fernández Riquelme, historiador, doctor y profesor de Política Social en la Universidad de Murcia, además de impulsor de varias iniciativas que están granjeando una cada vez mayor atención en el páramo intelectual español: LA RAZÓN HISTÓRICA, el INSTITUTO DE POLÍTICA SOCIAL, EL CONTEMPORÁNEO, la REVISTA DOCUMENTOS DE POLÍTICA SOCIAL... etcétera. Recientemente ha salido a la luz su flamante ensayo "El nuevo imperio ruso: Historia y Civilización" que es una muestra de su infatigable quehacer intelectual a favor de un discurso al margen del pensamiento único que impera en una sociedad delicuescente, desprovista de referencias y sumida en una monótona salmodia de lugares comunes. "El nuevo imperio ruso: Historia y Civilización", prologado por Manuel Fernández Espinosa, es un ensayo que aporta las claves interpretativas para comprender la Rusia emergente de nuestros días.
 
 
 
 
 
 
RAIGAMBRE: Para todo el que no le conozca ¿quién es y en qué trabaja Sergio Fernández?

 
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Historiador de vocación y de formación;  esa sería la primera rúbrica. Doctor y profesor de Política social en la Universidad de Murcia como profesión (y director del IPS. Instituto de Política social); esa sería la segunda. Rúbricas bajo las que buscó, no sé si con éxito pero sí con honestidad, conocer el pasado (experiencias), comprender el presente (posibilidades) y atisbar el futuro (expectativas) de las ideas que hacen de nuestra sociedad de una manera y no de otra.
 
RAIGAMBRE: Además de su labor profesional, Sergio Fernández lleva una larga trayectoria implicado en medios digitales (La Razón Histórica, El Contemporáneo digital, IPS…) háblenos un poco de ellos. ¿Qué es y cuando nace la Razón Histórica?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: En 2007 lanzamos la idea de la Revista como una pequeña plataforma académica para difundir en la red nuestro trabajo historiográfico, entre la Tradición hispana y la Modernidad contemporánea, ante las dificultades que los medios “oficiales” ponían para el mismo, y abriendo las puertas a investigadores jóvenes y alternativos que también tenían vedado el acceso a los mismos. Pero ante el notable éxito que adquirió (tanto en lectores, más de 150.000 actualmente, como de autores, con cerca de 160), nuestra pequeña empresa se ha convertido, Dios mediante, en una de las principales revistas de Historia y pensamiento del panorama hispanoamericano, presente en los principales bases de datos (como Latindex) como en los Índices de Impacto (Google Scholar Metrics).
 
RAIGAMBRE: ¿Y El Contemporáneo?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: El contemporáneo es, quizás, una de las “voces que claman en el desierto” español, social y moralmente. Ante un mundo globalizado en permanente cambio, y un Occidente cada vez más individualista y materialista, lanzamos este pequeño diario en 2013, en el seno del IPS, como apuesta informativa e intelectual diferente en defensa de una sociedad profundamente crítica y moralmente rearmada, alternativa muy modesta a los grandes, y similares, portales informativos.
 
 
Una publicación siempre independiente que pretende analizar la realidad nacional e internacional desde la "información", con secciones sobre Sociedad, Política, Economía, Educación y Civilización; y desde la "opinión", con una sección específica de opinión (con las firmas de José María Arenzana, Gabriel Bernárdez, Blas Piñar Pinedo, Manuel Fernández Espinosa, David Guerrero, Ovidio Gómez López, Luis Gómez, Joaquín Arnau Revuelta, Antonio Moreno Ruíz, Antuin Riquelme, Esteban de Castilla, J. Raúl Marcos, Guillermo Rocafort, Juan Oliver, David Ortega Mena, Fernando José Vaquero Oroquieta).

 
Además, y de una perspectiva original, cuenta con dos secciones gráficas de especial relevancia: "El siglo futuro", bitácora de reflexión a través de imágenes comentadas de relevancia en la actualidad, y "Muy gráfico", sección de viñetas entre el humor y la crítica con autores como Antuin o Anfer. Asimismo presenta varias columnas de opinión como A FUCIA ("En confianza") a cargo de Manuel Fernández Espinosa, SENCILLO Y DIRECTO de David Guerrero, EL CRISMÓN MOZÁRABE de Antonio Moreno Ruiz, o DE PE A PA de Luis Gómez.
 
RAIGAMBRE: Usted está muy interesado en la Política Social. ¿Qué es el Instituto de Política Social?
 
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Es un Centro de estudios sin ánimo de lucro que nació para defender intelectual y difundir académicamente los valores sociales básicos, naturales, que permiten una comunidad moralmente adecuada y, por ello, una Política social capaz de alcanzar, en las grandes ideas y las pequeñas obras, un  desarrollo verdaderamente humano y humanizador. Para ello genera diferentes iniciativas para hacer cumplir sus tres grandes fines: 1) Justicia social (lucha contra la pobreza y por la vida, 2) Bienestar social (Economía social y desarrollo humano), y 3) Orden social (Comunidad y Familia). Y entre dichas iniciativas se encuentran la citada Revista La Razón histórica, la Revista Documentos de Política social, la Revista Opinión social, el señalado Diario El Contemporáneo, y el Premio científico IPS (que reconoce anualmente la excelencia de autores e instituciones en la promoción de la Política social).
 
RAIGAMBRE: Ahora sí, como diría Francisco Umbral, hablemos de su libro. ¿Por qué ese título?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Porque es una realidad histórica desconocida, cuando no manipulada, en los medios y tribunas españolas y occidentales (y que de manera brillante demuestra en España Manuel Fernández Espinosa, prologuista del libro). En un mundo que parece cada día más multipolar, con una creciente decadencia de la otrora potencia dominante norteamericana, Rusia quiere su espacio, su lugar. Así está construyendo, no sin limitaciones, una nueva idea imperial de pretensiones euroasiáticas que haga recobrar a su nación el orgullo de ser diferente, poderosa e influyente. Y lo hace buscando recuperar su identidad milenaria, acorde con su Historia, su extensión territorial y sus recursos económicos: recuperando su tradicional espacio de influencia (de ahí la Unión económica euroasiática con Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguizistán), mirando a ese continente asiático protagonista del siglo XXI (China, India), combinando la modernización de sus estructuras militares y económicas con la defensa de los valores conservadores cristianos. Y un proyecto que parece no atisbar un Occidente aún preso del colonialismo cultural useño y de sus prejuicios ideológicos sobre el Oriente.
 
RAIGAMBRE: La actual coyuntura (Rusia, más Crimea, más UE y EE.UU) ¿ha tenido que ver algo en la decisión de escribir un libro sobre Rusia?.
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Era una idea que rondaba en mi cabeza y centraba mi interés desde hacía años: conocer y comprender el proceso histórico que estaba generando una nueva idea imperial en Rusia. Al principio era una idea siquiera erudita, pero los últimos acontecimientos han demostrado la proyección actual de la misma, tanto por su fuerte presencia en las primeras planas de los periódicos, como en las consecuencias políticas, económicas e ideológicas que conlleva y que sacuden a la Unión europea de la que formamos parte. Ello explica y justifica, a mi juicio, la necesidad de la publicación del libro, buscando una síntesis clara y concisa de este proceso a la luz de los hechos pasados (la experiencia de la vieja Rusia imperial), de un presente traumático (de la caída de la URSS a la transición hacia una supuesta democracia liberal occidentalizada) y de ese futuro aun incierto de expansión de la nueva Rusia encabezada por Vladimir Putin.
 
RAIGAMBRE: Para mucha gente, el nombre de Rusia les sigue evocando lo que antaño era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. ¿Qué queda en la actualidad de todo aquello y qué es lo que hay a día de hoy en Rusia?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: De la URSS queda, como se demuestra en buena parte de Ucrania o Moldavia, la nostalgia no hacía la ideología colectivista y atea derrumbada finalmente en el siglo XX, sino de la unidad entre pueblos eslavos, del orgullo de un proyecto común, de ser alternativa a Occidente, de defender principios de autoridad política y tradición moral. Y el símbolo de esta unidad aparece en la pequeña cinta de San Jorge que llevan todos los partidarios de la vuelta a la unidad eslava encabezada por Rusia.

RAIGAMBRE: Hemos hablado de Ucrania y de Crimea, ¿Cree que se trata de algo serio en el panorama político internacional, o es más un nuevo reparto geográfico, en el que Rusia se quedará con Crimea y su salida al mar negro, y EEUU y la UE con la adhesión del resto de Ucrania?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Ambas cosas. Por un lado, y a nivel geopolítico, se demuestra como reacción del mundo ruso, como de otras naciones  (China, el mundo árabe, Europa del este, África), contra los últimos coletazos del imperialismo americano y sus discípulos europeos (o asiáticos) que quedó en evidencia tras su fracaso en Siria. Y por otro, a nivel geográfico, representa el choque entre el expansionismo de la UE  (en busca del control de nuevos mercados) y los intereses de Rusia en su tradicional espacio de intervención (en busca de ampliar su frontera respecto a Occidente).
 
RAIGAMBRE: ¿Dónde se puede adquirir el libro?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: Se puede adquirir en la páginaweb de Cromática.
 
RAIGAMBRE: Y ya para despedirnos, ¿en qué proyecto futuro está inmerso ahora Sergio Fernández?
 
SERGIO FERNÁNDEZ RIQUELME: El próximo proyecto será un libro colectivo en la Colección La Razón histórica, con autores de primer nivel ajenos al pensamiento dominante, y dominado, sobre las ideas clave que pueden marcar la “regeneración” política, social y moral de la Nación española en un tiempo de crisis que parece no acabar.


"El nuevo imperio ruso: Historia y Civilización", libro de Sergio Fernández Riquelme 
 

L. Gómez

 

domingo, 1 de junio de 2014

LA EPOPEYA VILIPENDIADA: LOS REALISTAS HISPANOAMERICANOS (IV)


Imagen de tigrero-literario.blogspot.com


Por Antonio Moreno Ruiz 


COSACOS DEL NUEVO MUNDO

Cosacos del Nuevo Mundo,
Náufragos de un mar de hierba,
El Llano, los Llanos,
Gentes de libre fortaleza.

Con el sable moruno,
Que le regaló Antoñanzas,
Avanza el Taita Boves,
Como tigre de la sabana.

Va Morales como fue Monteverde,
Y va “Chepito” González,
Como también va Rosete,
Como también va Yáñez.

Las mejores lanzas del rey,
Tienen su cuartel en Guayabal,
Van pensando hacia Calabozo,
Al insurgente ni tregua ni paz.

Calavera blanca en bandera negra,
Rojo y gualda y escudos reales,
Van los cosacos del Nuevo Mundo,
Extendiendo la victoria a raudales.

¡Dios mío, qué buenos vasallos,
si hubiera buen señor!
Terribles y feroces combates,
Derrochando gloria y honor.

¡Por Dios y por el Rey,
adelante los llaneros,
cosacos del Nuevo Mundo,
americanos iberos!





LA EPOPEYA VILIPENDIADA: LOS REALISTAS HISPANOAMER...


LA EPOPEYA VILIPENDIADA: LOS REALISTAS HISPANOAMER...