RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

lunes, 23 de diciembre de 2013

ENTREVISTA A PÍO MOA


"LA INDEPENDENCIA TIENE UN PRECIO, A VECES MUY DURO,
PERO VALE LA PENA" (Pío Moa)






 

 
Por Luis Gómez López y Manuel Fernández Espinosa,
Consejo Redactor de RAIGAMBRE


 
D. Pío Moa visitó Jaén para presentar su reciente novela “Sonaron gritos y golpes a la puerta”, en el marco del V Aniversario de la giennense Asociación Cultural y Juvenil “Iberia Cruor". Pío Moa (Vigo, 1948) ha logrado consolidarse como uno de los historiadores más solventes, rectificando los errores y las manipulaciones con las que tergiversan nuestra más reciente historia (la que gira alrededor de la Guerra Civil, con sus antecedentes, desarrollo y postguerra). Frente a los que nos hurtan la verdad histórica o la guisan a su conveniencia, la obra de D. Pío Moa se yergue como un colosal esfuerzo por restituir a las generaciones de futuros españoles la historia que nos están burlando y birlando. Esa es la razón por la que determinados medios y su comparsa de periodistas y demás enteradillos, todos al servicio de los espurios intereses de sus patronos, cargan contra Pío Moa. Pocos le rebaten los argumentos, pues pocos son los que conocen las fuentes tan a fondo como el historiador gallego. Historiadores de prestigio, como Seco Serrano o Cuenca Toribio, también Stanley Payne y Hugh Thomas (entre los extranjeros) han elogiado la obra de Pío Moa. Solo los periodistas mercenarios que cobran su soldada por repetir las consignas de sus dueños se atreven, en su incultura y desfachatez, a llevarle la contraria a Pío Moa y, como no son capaces, tienen que recurrir al argumento “ad hominem”.
El autor compagina su formidable obra como historiador con una labor ensayística no menos encomiable, puesto que –en los tiempos que corren- Pío Moa tiene una voz propia, siendo una de las pocas excepciones de personajes públicos que piensan por sí mismos, sin doblegar su criterio a las tendencias marcadas por el discurso predominante; lo propio hace Moa en sus artículos de opinión. “Los mitos de la guerra civil”, “Años de hierro. España en la posguerra 1939-1945” y tantos otros títulos pertenecen a su producción histórica. En su faceta ensayística mencionaremos “La democracia ahogada, Ensayos sobre la España de hoy” o “Contra la balcanización de España”. Sin embargo, este hombre sencillo y trabajador, también tiene una vena creativa que tenía que expresarse a través de otro género literario y otros registros: la novela. “Sonaron gritos y golpes a la puerta” es el título de la novela de Pío Moa que, al margen de los circuitos de la crítica literaria oficialista (tan insignificante como bien pagada por el poder establecido) ha suscitado muy buenas críticas entre lo mejor de nuestros escritores (es el caso de Aquilino Duque). A propósito de esta novela entrevistamos a D. Pío Moa y esto nos respondió.










Luis Gómez: Todas las novelas tienen algo de biográfico o de vivencias propias del autor. En “Sonaron gritos y golpes a la puerta” ¿nos encontraremos con algo parecido? ¿hay vivencias personales de la vida de Pío Moa reflejadas en la novela?

Pío Moa: Como el autor es el “padre” de los personajes, inevitablemente deja algo de sí en ellos. Pero mis vivencias biográficas son muy distintas, incluso contrarias a las de los personajes de la novela. Podría identificarme con Paco y Alberto, hasta cierto punto, o con Contreras, como personas de mente especulativa y al mismo tiempo dadas a la acción, a la aventura. Algunos aspectos íntimos también tienen algún reflejo más o menos lejano. De todas formas he querido retratar a personajes verosímiles pero no comunes, alejados del costumbrismo, que a mi juicio es una plaga en la literatura española, y enfrentados a circunstancias extremas como las de aquella época. Ante situaciones tales, cada persona reacciona de distinta forma. Unos se hunden, otros se envilecen o adoptan posturas demasiado convencionalmente heroicas, otros, como en este caso, luchan, a veces con buena suerte y otras con mala, tropiezan, tienen sus neuras...
-Luis Gómez : Escribir sobre la Historia no es lo mismo que novelar una historia, ¿qué aspecto le resulta más difícil?

Pío Moa: La historia y la novela son muy diferentes. La historia es al mismo tiempo más fácil, porque no necesitas aplicar la imaginación, y más difícil, porque te obliga a una lógica rigurosa y un concienzudo examen de las fuentes. Por otra parte, hay dos tipos de novela: aquella en la que el autor se traza un esquema detallado y tiene todo el relato previamente en la cabeza; y aquella que va surgiendo un poco por sí sola a partir de unas pocas ideas iniciales. La mía es de estas últimas. La idea nació de un hecho real sucedido a una persona que asistió al asesinato de su padre por milicianos de una forma parecida a como en la novela. Después todo siguió por sí mismo. Así como el peligro de escribir historia es no analizar bien los hechos o dejar suelta la imaginación, en la novela el peligro mayor consiste en dar rienda suelta a la fantasía hasta olvidar la lógica y lo verosímil. “Sonaron gritos...” se atiene al trasfondo histórico pero sobre su entramado actúan libremente los personajes. Para la parte de Rusia, por ejemplo, me he apoyado en memorias y diarios de divisionarios, y los sucesos narrados son básicamente ciertos. Lo mismo el episodio de la emboscada al maquis: ocurrió algo muy similar en Asturias unos años después, pero, por licencia literaria, lo traslado a Galicia y a un par de años antes.

En fin, cuando se hace novela histórica, se corre el peligro de que la historia se coma a la novela o viceversa. Creo que esto no ocurre en la mía, que es muy propiamente una novela dentro de un trasfondo histórico. De hecho, casi todas las reseñas –en blogs, porque los grandes medios boicotean sistemáticamente mis libros—señalan esta prevención: es muy difícil –y abundan los casos— que un historiador haga una buena novela, por lo que los comentaristas eran reacios de entrada a leerla. Pero una vez metidos en el relato han cambiado de opinión Así Aquilino Duque (Viñamarina: Una novela dantesca), Luis del Pino
Libertad Digital) o Carlos López Díaz (Archipiélago Duda) y otros. Esto me ha animado, porque yo mismo temía no estar a la altura y sacar un relato histórico disfrazado de novela. Estoy contento de haber superado la prueba.

-Luis Gómez: En un momento de la novela, un personaje, Tenreiro, escribe una novela y se la da al protagonista para que este opine sobre ella. Después de unos párrafos, los protagonistas, terminan adulando al autor diciéndole que el estilo de la misma se parece al de Dickens, mientras que otros opinan que se acerca más a Dostoievski. ¿Qué estilo le gusta más a don Pío Moa, el de Dostoievski y la escuela rusa o el de Dickens y su crítica social?

Pío Moa
: Me gusta más Dostoievski que Dickens. En general, la gran novela rusa del siglo XIX tiene una profundidad y una riqueza incomparables. Los comentarios a la novela de Tenreiro son en plan burlón, y es evidente que Tenreiro, con su peculiar sentido del humor, los acepta como tales, fingiendo enfadarse por seguir la broma. Casi ningún comentarista ha juzgado sobre la tertulia y el grupo aquel, pero para mi gusto es de lo mejor de la novela.
 
 


-Manuel Fernández: ¿Qué autores han ejercido más influencia en su vida?

Pío Moa: Homero, desde luego, el Cervantes de El Quijote, Shakespeare... Pero si la novela debe a alguien es a dos autores muy poco conocidos: Jan Valtin, un agente de la Komintern, autor de “La noche quedó atrás”, que es un relato biográfico novelado, y Segiusz Piasecki, polaco, con “El enamorado de la Osa mayor”. De la primera tomo cierta idea de los avatares del compromiso político, y de la segunda el espíritu libre y aventurero, fuera de convenciones, de los principales personajes.

-Manuel Fernández: Excelentes novelas las dos y las dos escritas por dos hombres de acción: “La noche quedó atrás” de Jan Valtin (pseudónimo de Richard Julius Hermann Krebs), es un formidable testimonio de un militante marxista del siglo XX y la novela del polaco Piasecki es también otra obra que no deja impasible. Piasecki la escribió en la cárcel donde estaba por su muchas actividades delictivas, una de ellas era el contrabando. ¿Cuál cree usted que es el motivo por el que el lector de “Sonaron golpes a la puerta” se enganchará a la lectura de la misma?

Pío Moa: Eso no puedo decirlo, porque cada lector tiene sus gustos e intereses. Alguno me ha dicho que prefería a Juan José Millás, de quien nunca fui capaz de leer más de veinte páginas. Por eso digo que va en gustos. Pero casi todo el mundo ha coincidido que la acción les arrastraba.

-Luis Gómez: Usted es más bien conocido en los ambientes literarios por su gran labor divulgadora sobre el periodo de la Guerra Civil española, donde ha contribuido enormemente a desmitificar ciertos errores y a colocar algunos puntos sobre las íes en controversias y “mitos” levantados al calor de la propaganda de uno y otro bando. ¿No teme desengañar a sus seguidores al adentrarse en un estilo tan diferente?

Pío Moa: No creo que nadie se desengañe, al contrario. Es absolutamente urgente disputar el terreno literario y artístico, dominado por la izquierda, porque es este el que crea opinión pública, mucho más que un libro de historia. Esta novela podría ser un avance en esa dirección, aunque no fue concebida con ese fin. Quiero decir que podría haber quedado en una novela fallida, pero vistas las críticas, creo que no lo ha sido. Existe sin embargo cierto prejuicio, del que ya hablé, contra la posibilidad de dominar la novela y la historia una misma persona. Admito que no es fácil, pero tampoco imposible

-Luis Gómez:
Su novela no ha tenido la suficiente repercusión en los medios oficiales. ¿Por qué cree usted que se silencia la obra de Pío Moa?

Pío Moa: Hace ya muchos años que los grandes medios de masas boicotean mis libros, así que no me ha extrañado en esta ocasión. ¿Por qué ocurre? Por razones ideológicas “progres” que se han impuesto no solo en la izquierda, sino también en una derecha artística e intelectualmente casi nula. Vivimos un páramo cultural, en el que hay mucho miedo a salirse de lo políticamente correcto.

-Luis Gómez:
Si se le diese la oportunidad de tener más proyección mediática, se le hiciese más publicidad y se vendiesen más libros suyos a cambio de no modificar o no decir lo que usted dice, ¿lo haría? ¿Cree que todo hombre tiene un precio?

Pío Moa: Ni se me ocurre hacerlo. La independencia tiene un precio, a veces muy duro, pero vale la pena. Además, estoy seguro de que si me dedicase a escribir lo que no pienso, por razones económicas, no me saldría nada que valiese la pena. No todos los hombres tienen un precio, aunque sí muchos, la mayoría.

-Manuel Fernández: ¿Cree que la integridad, la sinceridad y determinados valores morales, están en franca decadencia en la actualidad?

Pío Moa: Bueno, la sociedad española está moralmente muy degradada, y esto se nota en los índices de lo que he llamado salud o enfermedad social (delincuencia, población penal, fracaso escolar, fracaso matrimonial, consumo de drogas, alcoholismo, suicidio, corrupción política, etc.). Han sido tres decenios de “cultura” de la falsedad sobre el pasado y el presente. Una sociedad retrocede enormemente en tales circunstancias. Los useños suelen llamar “la Gran Generación” a la que hizo la guerra mundial. Yo creo que también la generación española que venció a la revolución, evitó entrar en la guerra mundial y venció al maquis y a un aislamiento internacional delictivo, merece el título de “Gran Generación”. Pero la actual, tan lamentable por muchos conceptos, que confunde el heroísmo con la heroína, como decía Aquilino Duque, se permite denigrarla sistemáticamente, sin ver que con ello se envilece aún más ella misma.
 
Agradecidos y honrados por la atención que nos dispensó Don Pío Moa, deseamos que esta novela suya alcance el éxito que merece. En un panorama cultural tan desolador como el español pocos son los hombres que merecen ser escuchados y leídos. Abunda en nuestro ruedo nacional mucho figurón y mamarracho que se hace pasar por intelectual y culto, sin tener ni maldita idea de lo que habla. Tener una conversación con Don Pío Moa ha sido para nosotros una ocasión extraordinaria para comprobar la calidad humana e intelectual de nuestro entrevistado. Y no queremos terminar esta entrevista sin animar a nuestro lector a comprar y leer, a comprar y regalar esta novela de Pío Moa: “Sonaron gritos y golpes a la puerta”, pues es de lo poco que merece ser comprado en estas fiestas, cuando se nos incita al consumismo desenfrenado. Los cachivaches que puedan comprarse en estas fiestas son en su inmensa mayoría obsolescentes, pero si se compra esta novela se puede estar seguro de que este libro permanecerá ahí, para volver a ser leído; como una de las obras literarias de uno de los pocos autores contemporáneos que podemos calificar como imprescindible.
 

domingo, 22 de diciembre de 2013

LA HISPANIDAD Y SU RUPTURA

Guillermo Rocafort
 
 
 
LA HISPANIDAD Y SU RUPTURA
 
 
Por Guillermo Rocafort,
Caballero Legionario,
Doctor en Ciencias Económicas,
Historiador y Ensayista
 
 
 
 
Somos un proyecto inacabado, pero todavía podemos auparnos a nuestro destino.
 
La Hispanidad es un sueño cuya interrupción dura ya demasiado. En estos dos siglos transcurridos desde la ruptura de las Españas europea y americana, salvo honrosas excepciones, nosotros, como Madre Patria, hemos hecho dejación de nuestras responsabilidades ante la Historia, básicamente porque hemos carecido de hombres capaces de guiar las naves en las turbulentas aguas de los periodos más recientes, y así nos va. La Hispanidad se encuentra dividida y desnortada. Somos un proyecto inacabado pero aún podemos auparnos a nuestro destino. Nosotros, los españoles, descendemos de la provincia predilecta de Roma y del viejo y sabio pueblo godo y fundimos nuestra sangre romano-germánica y alma católica con soberbias civilizaciones de todos los rincones del planeta.
 
El globo terráqueo, aceptémoslo, se nos quedó pequeño. Descubrimos y sometimos un nuevo mundo mientras marcábamos el pausado ritmo de unos tiempos donde el oro que nos regalaba el Sol y la sangre de nuestra raza indómita no se ponían jamás… hasta que llegó la ruptura auspiciada por los enemigos internos y externos de España. Siglo tras siglo nuestras desgracias nos han impedido ver la grandeza e infinitas posibilidades de nuestra Nación y hoy, de nuevo al filo del precipicio, España está sola ante el espejo de su triste presente tan alejado de ese sueño llamado Hispanidad.
 
Dicen que no tenemos futuro y que estamos abocados a desaparecer al tiempo que la corrupción y el odio campean por doquier. Por eso son tiempos de volver la vista a este proyecto llamado Hispanidad, de recuperar nuestra senda histórica. Ya lo dijo el Beato Juan Pablo II la última vez que visitó nuestra Patria, “España, ¡sé tú misma!”.
 
Replanteémonos nuestro proyecto vital: España no es sólo una Nación europea sin ambición, lo es también mediterránea y atlántica, en realidad somos una Nación con vocación universal. Sustituyamos esta clase política y élite económica por otra que sí crea en nuestro destino y esta nos guiará de nuevo a lo más alto.
 
Estrechemos los lazos con las naciones hispanas de todo el orbe, reafirmemos nuestra catolicidad, recuperemos las virtudes que asombraron al mundo, alcemos de nuevo la bandera de la honradez y la dignidad, recuperemos el carácter de la hidalguía española y adaptémoslo a los nuevos tiempos, defendamos como antes a los más débiles e inocentes, reafirmemos nuestras tradiciones, que el comercio de España con sus naciones hermanas sea de nuevo la envidia de los piratas de la economía.

Dos siglos no son nada para una Nación fundada hace 1.500 años y que ambiciona llegar al final de los tiempos reivindicando su papel ante la Historia.
 
Hemos sufrido siglos muy oscuros pero después, milagrosamente, alcanzamos la cumbre del cenit de la gloria universal pues fuimos capaces de unirnos y entregarnos a un proyecto elevado y al servicio de los más altos ideales. Dios se encarnó en un niño nacido en un humilde pesebre y esta “buenanueva” la llevó España hasta los confines de la Tierra y esto jamás nos lo podrán arrebatar.

España no puede conformarse con mantener Cataluña y las Vascongadas; debemos ir más allá, ambicionar la Unidad con Portugal, establecer firmes lazos políticos y económicos con América, África, Asia y Oceanía, pues no hay lugar de este hermoso Mundo donde los nombres españoles hayan dejado de brillar de valor y autenticidad.
 
Frente a un escenario mundial cada vez más globalizado y en crisis, podemos y debemos ser un actor principal, y no un mero testigo vasallo, todos los hispanos unidos, frente a un polo anglosajón en abierta descomposición, un frente emergente chino-asiático de carácter amenazante y otro africano cuyo latente fanatismo es estremecedor.
 
Aceptemos lo antes posible que las Cumbres iberoamericanas han sido un rotundo fracaso en un vanidoso mar de lluvia de flashes y que el proyecto europeo descarrilará tarde o temprano.
 
España debe dejar de mendigar subsidios y rescates y tiene que recuperar la fe y orgullo en su futuro. España aún tiene un sueño muy vivo, ¡la Hispanidad!, que la conforman quinientos millones de seres humanos, todo un proyecto político auténtico, un modelo económico viable, una renovación espiritual verdadera … y esa “Bella Dama” nos está esperando, pacientemente, como hizo el Señor con su Hijo pródigo. Un gran banquete nos espera. “¡España, sé tú misma!
 
 
 
 
*Este artículo fue publicado en LA GACETA y lo publicamos nuevamente en RAIGAMBRE con autorización de su autor.

jueves, 19 de diciembre de 2013

INFILTRACIONES DEL OCULTISMO EN EL TRADICIONALISMO ESPAÑOL (III PARTE)

Eugène Vintras 



LA CONEXIÓN ENTRE IMPOSTORES Y HEREJES
 
Por Manuel Fernández Espinosa

Todo indica que el malhadado Luis XVII de Francia falleció en la Prisión del Temple, donde lo recluyeron los revolucionarios, dejándolo a merced de los denigrantes abusos de un bellaco zapatero, miembro del Club de los Cordeliers, llamado Antoine Simon; éste sometió al heredero de la corona de Francia a maltratos físicos y morales. Parece que a primeros de junio de 1795 el Delfín de Francia murió en su confinamiento. Sin embargo, los monárquicos franceses lo habían proclamado Rey de Francia a la muerte de su padre Luis XVI, cuando el Delfín estaba encarcelado y, una vez que falleció, habida cuenta de la oscuridad en que se produjo el deceso y su inhumación, pronto se propaló entre el pueblo monárquico el rumor de que el joven Luis había escapado de la prisión y había sobrevivido y que permanecía escondido, esperando la ocasión propicia a su reaparición pública: se iniciaba así una nueva versión del mito del “Rey Perdido”, lo más parecido a un “sebastianismo”* francés. En los ámbitos monárquicos franceses se alimentó la esperanza del retorno de Luis XVII y no fueron pocos los oportunistas (desequilibrados mentales o simples pícaros) que se atribuyeron la identidad del Delfín (otro tanto pasó en el caso del Rey Sebastián: baste recordar a Gabriel de Espinosa, el pastelero de Madrigal, cuya historia daría tema a “Traidor, inconfeso y mártir” de José Zorrilla).

En esos ambientes monárquicos franceses no podían faltar los visionarios. Con anterioridad a este artículo nos hemos referido a los ocultistas (secuaces de Martínez de Pascually y Louis Claude de Saint Martin) que, con antelación a la revolución francesa, advertían sobre las calamidades que se cernían sobre Francia: para realizar esos vaticinios que el tiempo demostraría tan certeros, los iniciados en el martinecismo y en el martinismo (como era el caso de Jacques Cazotte, al que nos referíamos en otro capítulo) se servían de clandestinas sesiones en las que se evocaban los espíritus. Es una constante de las revoluciones que, ante la inminencia de las mismas, prolifere todo género de visionarios, agoreros, aspirantes al ministerio profético, etcétera. En la Revolución Francesa, no solo fueron los ocultistas los que anticiparon los truculentos sucesos revolucionarios que se desencadenarían. Cien años antes de la Revolución francesa, Santa Margarita de Alacoque había tenido las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesucristo, Jesucristo reveló a la privilegiada religiosa que se bordara su Sagrado Corazón en las banderas del Rey de Francia, para así impedir el triunfo de las fuerzas del maligno (estas recomendaciones fueron desoídas; aunque los monárquicos que surgirían para combatir el jacobinismo sí tendrían en cuenta la ostentación del Sagrado Corazón de Jesús en sus pechos, a modo de escapularios, y en sus banderas: es el origen de nuestro "detente bala"). En el curso del siglo XVIII, no habían faltado los grandes santos (como fue San Luis María Grignion de Montfort) que predicaron y proclamaron la verdad evangélica, sin concesiones para con el alto clero y la aristocracia que, corrompidos por las modas e ideas mundanas, habían adoptado posturas acomodaticias en franca desviación del catolicismo. El gran apóstol mariano, Grignion de Montfort, amonestaba severamente ante esta corrupción de las costumbres, prediciendo los luctuosos acontecimientos que, como consecuencia de tamañas ofensas a Dios, ocurrirían en Francia. Pero, si los santos profetizaban, tampoco faltó la extraña fauna de personajes, mejor o peor intencionados, que desarrollaron una actividad similar en un territorio intermedio entre la ortodoxia católica y la abierta heterodoxia.

En el año 1772 un vecino del pueblecito de Saint Mandé que respondía al nombre de Loiseaut tuvo una visión mientras rezaba en su iglesia: un misterioso hombre se le apareció con un libro en que podían leerse, en letras áureas: “Ecce Agnis Dei”. Tenía largas barbas y ostentaba en su cuello sendas cicatrices. El misterioso aparecido también visitó a ese hombre en su propia casa. Loiseaut le hablaba, pero el visitante permanecía mudo. En sueños Loiseaut  también pudo ver la cabeza del extraño personaje sobre una bandeja. Un buen día un mendigo abordó a Loiseaut en la plaza, pidiéndole una limosna y éste le dio una moneda. El pordiosero le respondió que pronto verían la cabeza de un rey en la plaza. Loiseaut reconoció en su interlocutor al personaje de sus visiones, fue cuando éste le reveló que era San Juan Bautista. Las visiones se hicieron recurrentes y, alrededor de Loiseaut, se congregó un conciliábulo de visionarios “juanistas” que, cayendo en trance magnético tenían una serie de revelaciones; como fruto de esas experiencias, se fueron registrando un elenco de profecías concernientes a la Revolución que se aproximaba. A la muerte de Loiseaut (año 1788), le sucedió en el liderazgo de la sociedad visionaria un religioso llamado Dom Gerle que no duró mucho en la jefatura del grupo pues, una vez que estalló la Revolución, Dom Gerle se reveló como un partidario de la república y esta adhesión le valió ser expulsado del grupo “juanista” que hacía profesión de fervientemente monarquismo. El grupo de Loiseaut, tras prescindir del díscolo republicano Dom Gerle, empezó a valerse de las visiones de la religiosa Françoise André. En el curso de la Revolución, este grupo (con su vidente a la cabeza) fue una de las principales sociedades ocultas que alimentaron la idea de que Luis XVII se había fugado de su prisión y todavía sobrevivía oculto hasta que se revelara. Este grupo es llamado en ocasiones con el nombre de “Los Salvadores de Luis XVII” por los pocos que lo han estudiado y es el principal promotor de la serie de impostores que se arrogaron la identidad del Delfín de Francia. Prosperaban los impostores, pero el relojero alemán Karl Wilhelm Naündorff pareció el más convincente y, por eso, fue el que más partidarios arrastró. La ciencia ha demostrado recientemente que, aunque Naündorff pudiera creerse en su megalomanía el mismísimo Delfín de Francia, su ADN lo desmiente.

Con Naündorff a la cabeza de estos legitimistas visionarios apareció otro polémico personaje: Eugène Vintras (1807-1875) que, además de predicador, quedaría envuelto en el halo de la milagrería y la herejía, sin que se escapara de ser acusado de practicar rituales satanistas. En 1840, Vintras fundó la “Oeuvre de la Misericorde” (la Obra de la Misericordia) y aspiró a ser reconocido por la Iglesia Católica. Vintras y Naündorff mantuvieron una estrecha relación por la convergencia de sus intereses ocultistas y políticos. El grupo de Vintras también recibió el nombre de “Iglesia del Carmelo” y Vintras llegó a proclamarse a sí mismo como reencarnación del profeta San Elías. En 1843 la secta fue condenada por el Papa Gregorio XVI y sus miembros fueron fulminados con la excomunión.

Un coronel carlista de Artillería, de los que emigró a Francia tras la primera guerra carlista, trajo a España la “Obra de la Misericordia”. Menéndez y Pelayo, en su piadosa circunspección, oculta la identidad del introductor de la “Obra de la Misericordia” vintrasiana en España bajo las siglas “D. R. T.”. Como fuente de sus noticias Don Marcelino nos confiesa que tuvo al presbítero D. José Salamero, que le reveló algunos datos sobre el carácter de la secta. Menéndez y Pelayo no parece que supiera que el fundador de la secta francesa fuese Vintras, pues en todo momento se refiere a él como “un tal Elías”, pero en cuanto al carácter extravagante de la secta sí que da cuenta de estar bien informado, pues hace mención de cómo este grupo sectario pasó de ser “político” a ser “religioso”: de ser de carácter “exclusivamente político, reduciéndose sus esfuerzos a apoyar a uno de los varios impostores que tomaron el nombre del martirizado delfín Luis XVII” a establecer “un consistorio en Lyón, foco de una especie de iglesia laica, en que Elías, a modo de sumo pontífice, comenzó a oficiar revestido de capa pluvial, con anillo de oro en el dedo índice de la mano derecha y leyendo sus oraciones en el libro de oro de la secta”.

Menéndez y Pelayo nos da más información, en lo que atañe al desarrollo de la “Obra de la Misericordia” en España: “Esta aberración tuvo algunos prosélitos obscuros en Madrid, y los papeles que tengo a la vista fijan hasta el lugar de sus reuniones, que era una casa de la calle del Soldado. Poseo una carta del fundador Elías a una afiliada española, llamada en la secta María de Pura Llama; documento extraordinario, especie de apocalipsis, dictado por un frenético; pesadilla en que el autor conversa mano a mano con los espíritus angélicos y con el mismo Dios; aberración singularísima de un cerebro enfermo, perdido por la soberbia y por cierto erotismo místico”.

Menéndez y Pelayo se muestra asaz perspicaz, puesto que la secta vintrasiana siempre estuvo bajo sospecha de desarrollar en el secretismo de sus sesiones rituales de magia sexual y sacrilegio. Pero Menéndez y Pelayo no sería el único estudioso español que se ocupó de la “Obra de la Misericordia” de Vintras en España. El eminente Joaquín Costa no permanecería tan impasible ante los delirantes anuncios apocalípticos de Vintras, pues se sabe que leyó y comentó “Opúsculo acerca de ciertas revelaciones que anuncian la Obra de Misericordia”. El gran polígrafo aragonés comentaría sobre este “opúsculo” que: “Es el anuncio de una nueva era en medio del mundo”. Hasta cierto punto, las visiones vintrasianas ejercieron una influencia en el pensamiento regeneracionista de Joaquín Costa, lo cual no es de extrañar en tanto que Vintras venía a anunciar una regeneración de la Iglesia y del mundo.

En una de las novelas más inquietantes de J. K. Huysmans podemos reconocer a Vintras en el personaje de Johannès que se nos presenta como en el retrato más célebre de Vintras: “Su traje se componía de una túnica larga de cachemira bermellón, ceñida al talle por un cordón blanco rojo. Encima de esta túnica llevaba un manto blanco de la misma tela, con un calado sobre el pecho en forma de cruz invertida”.

Huysmans nos explica más abajo, a través de la intervención de un personaje, el significado esotérico de esa “cruz invertida”:

“…esa cruz significa que el sacerdote Melquisedec debe morir muy viejo y vivir en Cristo, a fin de hacerse poderoso con el poder del mismo Verbo hecho carne y muerto por nosotros”.

Si no toda la emigración carlista, puede decirse que gran parte de los carlistas exiliados sufrieron la contaminación de ideas que, emanadas desde las centrales emisoras del ocultismo, corrompieron el tradicionalismo hasta extremos como el que protagonizó la sucursal de la “Obra de la Misericordia” en Madrid. Y puede ser que no fuese escrito en la misma línea en que nosotros estamos indagando, pero se muestran muy atinadas las palabras de Gregorio Marañón cuando escribió:

“Puede decirse, en conclusión, que el carlismo, como fuerza política, murió en la emigración y no en los campos de batalla” (“Españoles fuera de España”)

*El sebastianismo, como es sabido, es una de las corrientes más duraderas de la mitografía portuguesa. Sostienen los sebastianistas que Sebastián I de Portugal no falleció en la batalla de Alcazarquivir (año 1578) y el mito de su retorno movilizó las fuerzas del pueblo lusitano, en la esperanza de verse restituido nuevamente bajo la soberanía de su Rey Perdido. El tema del Rey Perdido se conecta con el tema, no menos interesante, de todo mesianismo judío, musulmán: “El Imam Oculto” o cristiano: “El Encubierto”. Es curioso, por otra parte, advertir que el escapulario con el que se reviste Vintras (en la imagen que encabeza este texto) recuerda el símbolo con el que es conocida la extraña sociedad secreta (que se autoproclama católica) llamada el Yunque. Ver imagen del símbolo pinchando aquí.

BIBLIOGRAFÍA:

Menéndez y Pelayo, Marcelino, "Historia de los heterodoxos españoles".

Costa, Joaquín, "Memorias", edición de Juan Carlos Ara Torralba, Larumbe, Textos Aragoneses.

Huysmans, Joris-Karl, "La bas".

miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA EXTREMA IZQUIERDA, FUERZA DE CHOQUE DEL CAPITALISMO



Por Antonio Moreno Ruiz


En España se ha abierto la veda. La veda contra todo lo que sea defender a España. Sí, en España, el único país donde el adjetivo “españolista” es despectivo…

La oligarquía ha perdido totalmente la vergüenza, si es que alguna vez tuvo alguna, y por ejemplo, el separatista “catalán” Durán Lérida dice que si se retira de la política, de qué va a vivir, con lo poquito que ganan los profesores; que no le llegaría para nada… Un ejemplo de los muchos que podríamos poner, de los cientos de imputados que tienen todos los partidos que sustentan el régimen de 1978. Y no pasa absolutamente nada. Dizque en otros países europeos, esta situación insostenible, este enésimo caos provocado por el liberalismo y sus consecuencias (y por supuesto, su muy legítimo hijo, el marxismo), está haciendo que se radicalicen las posturas. Pero en España no pasa gran cosa.

¿Que Rajoy, al igual que Zapatero y todos sus predecesores, con el visto bueno de la Zarzuela, se ríe de las víctimas del terrorismo, saca terroristas de la cárcel por su cara bonita y hasta le cede las instituciones?

¿Que se mantiene un escandaloso sistema electoral que fue introducido por sociólogos progres para gustazo de los caciques y que favorece especialmente a las minorías separatistas?

¿Que el desempleo comienza a contarse por el 27%?

¿Que vuelve el fenómeno de la emigración, algo que ya olía a pasado, y que esta vez, sin precedentes en la historia de España, se están yendo los más preparados; mientras que en España hay más de siete millones de inmigrantes?

¿Que los mafiosos de más de medio mundo campan a sus anchas?

¿Que España es el número uno en consumo de cocaína y uno de los más elevados en pornografía infantil?

No pasa absolutamente nada. Ya son noticias monótonas o incluso dejan de ser noticias… Como sigue sin ser noticia que en menos de un año, haya habido intentonas de hacer explotar la madrileña catedral de la Almudena y la zaragozana basílica del Pilar. Dizque por un comando anarquista que reivindica la figura de Mateo Morral… Ya se sabe: Los anarquistas son el comodín de la izquierda. Los llamados “incontrolados”. Al igual que ETA lo es del PNV: “Unos mueven el árbol, otros recogemos las nueces”, Arzallus dixit. El Frente Popular les sacó mucho rédito. Frente Popular, que, siguiendo las órdenes de Stalin, ejecutó a los suyos, no nos olvidemos de Andreu Nin. Y los anarquistas… Pues ellos mismos se dejaron pegar esa fama, y lo refrendaron con sus abominables actos… Pero antes, la masonería los utilizó durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Incluso el espionaje de la República Francesa, al que tanto benefició Pablo Iglesias, el fundador del PSOE. Y bueno, tengamos en cuenta que antaño no se iban contra los cuarteles de la Legión, sino que preferían disparar contra estudiantes o violar monjas, y hoy, pues parece que no cambian, y en vez de enfrentarse cara a cara con el sistema, sus multinacionales y sus fuerzas de "seguridad", prefieren poner bombitas en basílicas e intentar prohibir libros, como la ridícula intentona que han hecho hace poco en Sevilla, pretendiendo prohibir una biografía sobre José Antonio Primo de Rivera hecha por Francisco Torres García. Recordemos que no hace mucho, una concejala comunista de la misma ciudad llegó a prohibir un homenaje al poeta Agustín de Foxá en el que intervenía el escritor Aquilino Duque. Al final se hizo, y tuvo mucha más repercusión de la que jamás hubieran imaginado sus organizadores, que dicho sea de paso, la Asociación Ademán y la Asociación Fernando III el Santo, son de lo más activo y noble en lo cultural que hay en toda España.


Pero es que la extrema izquierda, tal y como lo era en el pasado, hoy es la fuerza de choque más cómoda y barata que hayan podido encontrar los de las cuentas en Suiza. Por eso nunca dejan de subvencionarla, y nunca dejan de acosar a los que verdaderamente luchan contra el sistema. Nunca van ir a contra Botín o Telefónica, no; antes irán por una iglesia o por un patriota catalán, en su muy valiente número de cincuenta contra uno (*).Y como cuentan con todos los medios de comunicación a su favor, no hay alarma social, ni detenidos ni nada.... La oligarquía cada vez más descarada y su aliado, el terrorismo ultraizquierdista, campando con total impunidad.... Atado y bien atado, blindaje más que asegurado.


Así las cosas, señores, creo que ya es hora de tomarse esto en serio y luchar con dignidad. El sistema y su fuerza de choque merecen ser derrotados.



(*) Véase:

http://www.casaltramuntana.org/2013/10/agresion-separatista-un-estudiante-por.html


http://batzegada.wordpress.com/2013/10/08/un-hombre-contra-50-ratas/

lunes, 16 de diciembre de 2013

ALTERNATIVAS A 30 AÑOS DE PARTITOCRACIA


Guillermo Rocafort, en el curso de su conferencia en la ciudad de Jaén.
Fotografía: La Fábrica Deluna.
 
El pasado sábado se realizó, en el Albergue Juvenil de la ciudad de Jaén, la celebración del V Aniversario de la Asociación Juvenil y Cultural IBERIA CRUOR de Jaén. Intervinieron como ponentes, el historiador D. Pío Moa que presentó su novela "Sonaron gritos y golpes a la puerta" y D. Guillermo Rocafort. RAIGAMBRE tiene el gran honor de publicar el texto de la conferencia completa de D. Guillermo Rocafort que, con la conferencia que presentamos, presentó a su vez el nuevo proyecto político UNIDAD que se configura como una alternativa política con nuevos bríos, unificador, catalizador de las fuerzas políticas del área patriota. Son las generaciones más jóvenes las que reclaman esta alternativa que se fundamenta en cuatro bases: Soberanía Nacional, Justicia Social, Unidad Nacional y Regeneración Política. En próximos días es nuestra voluntad publicar las dos entrevistas que, respectivamente, RAIGAMBRE hizo a D. Pío Moa y a D. Guillermo Rocafort.
 
 
ALTERNATIVAS A 30 AÑOS DE PARTITOCRACIA


 

Quiero empezar mi intervención evocando unas palabras del gran poeta surafricano Roy Campbell, que retratan la desolación de Europa y España en el siglo XX.

 

Dice el poema de nuestro Camarada Roy, un amigo sincero de España que luchó en el Ejército del Reino Unido contra “el Eje” en Africa:

 

No estoy luchando por un mundo mejor,

sino por uno peor – la fosa maldita

en la que se arrojan los huesos de este mundo-

y por nuestra hegemonía en él.

Estoy luchando por una conejera de exentos del servicio militar,

un puesto de burócratas que han llegado para quedarse,

porque, en el lugar del equivalente extranjero,

preferiría que estuviesen ellos.

 

Las palabras proféticas de Roy Campbell tienen gran importancia en la Europa y la España del presente, y sirven de magnífica introducción para esta breve charla sobre las alternativas a la partitocracia española de burócratas y de conejos que nos desgobierna.

 

Hay claros paralelismos entre la descomposición política actual que padece España con la que sufrió Italia en los años noventa y que supuso la desaparición de los partidos italianos hegemónicos del momento, como la DC y el PSI, pero todo esto agravado en nuestra Nación por la cuestión de la deriva económica actual. Porque no tengamos duda, tanto el PP como el PSOE están en trance de desaparición.

 

España padece desde el año 1975 lo que relevantes miembros del régimen denominan una “Democracia de incubadora”, esto es, una Democracia asistida para un Pueblo reducido a la condición de recién nacido con problemas graves, cuando da la casualidad que España tiene más de 2.000 años de Historia y nosotros hicimos las primeras cortes representativas del Mundo, las del Reino de León. ¡Importantes detalles!

 

Una Democracia que gira alrededor del bipartidismo (PP y PSOE), mejor dicho el “bi-repartidismo”, y que además depende para gobernar de la anti-España que conforman los nacionalistas, tanto vascos como catalanes, sistema político que se está ahogando en una corrupción política y económica frenética, desenfrenada y galopante.

 

Un proceso como el de la transición que nació tutelado por potencias extranjeras como USA, Francia o Alemania, y en donde la españolidad se ha visto reducida hoy a un delito que hay que reprimir allí donde surja, ya sea en Cataluña, Baleares, Galicia, Vascongadas.

 

Estamos ahora una vez más frente a otro trance de secesión y la culpa principal es del propio Estado de la Autonomías que es realmente un engendro que nos han metido a la fuerza.

 

En estos años de presunta Democracia, los patriotas españoles no hemos tenido representación política ninguna, hemos sido marginados del poder, maltratados y encarcelados, estigmatizados y demonizados. Pero también debemos entonar un profundo “mea culpa” por nuestra incapacidad de coordinación para aunar fuerzas y así tener presencia pública efectiva.

 

Conformando como conformamos un sector vivísimo de la Sociedad (un 20%) hemos sido reducidos a la condición de “parias” políticos dentro de nuestra propia Nación, sin voz ni voto en las cuestiones esenciales. ¡Somos unos marginados en el terreno de la política!

 

La España que vibra ante la Bandera ha sido reducida a una sombra política sin representación, condenados a vivir en lo más íntimo de nuestro Hogar y de nuestro Ser el orgullo y la trascendencia de ser españoles.

 

Ha sido el PP, antes AP, el que ha fagocitado nuestro voto y militancia, por la vía del “voto útil”, cerrando el paso a nuestras legítimas posiciones y ambiciones, dejando todo lo que había fuera de ella en un solar de desgracias políticas, donde durante décadas, pequeños grupos políticos sin representatividad efectiva alguna han practicado en términos prácticos el caínismo patriótico, el canibalismo “nacional”, devorándose entre sí … aun movidos la gran mayoría por la buena fe, pero sin ser capaces de ver que sólo la UNIDAD de los patriotas puede darnos la fuerza que necesitamos para ocupar nuestro espacio político.

 

El PP, hay que reconocerlo, se ha limitado a ratificar todas las peores leyes socialistas, como por ejemplo las del Aborto, porque tengamos bien presente que el PP y el PSOE son las dos caras de una misma moneda.

 

Uno, el PSOE, legisla contra España y el otro, el PP, lo acaba legitimando con el paso del tiempo y la no revocación de sus peores leyes, culminándose ahora con la liberación de los más terribles criminales, los etarras y violadores en masa.

 

Ambos partidos nos depredan a impuestos confiscatorios, se han cargado ya la Seguridad Social, han privatizado los medios de producción nacionales, el Estado está ya en un colapso económico, la educación entregada a los enemigos de España y ahora nos quieren cercenar la libertad de expresión.

 

La Verdad duele y mucho y la del PP no es una excepción, que se abre paso mediante hechos tan escandalosos como los descritos, porque, Señores, el PP se está ahogando en sus propios vómitos de las peores traiciones a sus votantes.

 

Estamos ahora mismo por lo tanto en una encrucijada política y es el momento de plantear qué hacer, qué camino seguir.

 

Un grupo de jóvenes patriotas de Jaén, y resalto lo de jóvenes y que son de Jaén, han tomado una iniciativa, que es crear un nuevo movimiento político, que se llama UNIDAD, que pretende precisamente aglutinar a las bases patrióticas y nacionales en un único movimiento, por encima de los actuales dirigentes de esos partidos que no se ponen de acuerdo, pero no a sus espaldas, pues el proyecto lo conocen de primera mano.

 

Pero sobre todo UNIDAD se dirige a la totalidad de los españoles, hayan o no hayan militado en otras fuerzas políticas y se ofrece limpio de hipotecas pasadas o futuras.

 

Este es el único camino posible a mi leal saber y entender; con lo que hay actualmente en la España patriótica, a nivel nacional, es casi imposible crear el armazón necesario, el marco preciso que aglutine nuestras ilusiones pues no se van a poner de acuerdo jamás en las circunstancias actuales, por mucho esfuerzo y ganas que le pongamos.

 

Creedme cuando os digo que llevamos ya tres meses de conversaciones con casi todos y han sido tres meses de desgastes. Sólo por la vía de la creación de una “marca blanca patriótica” podremos unirnos todos, por encimas de siglas, emblemas, odios y de ambiciones personales.

 

Un movimiento donde quepan todos sin excepción, como pasa en otros países, por ejemplo en Francia, y donde ya están en el umbral de asumir el poder, con un 25%, o en Austria, otro tanto.

 

El caso de Francia es paradigmático, pues el Frente Nacional Francés engloba a toda la Francia Patriótica, desde los apolíticos, a los lefebristas, a los petenistas, a los neopaganos, a los católicos, a los tradicionalistas y legitimistas, a los ex-comunistas,…., a todos sin excepción, y sin tensiones más allá de lo razonable, ...¿por qué en España no somos capaces de llegar a esa UNIDAD de intereses comunes?

 

Por mucho que nos duela no podemos ni debemos en España apoyarnos exclusivamente en movimientos surgidos en confrontaciones civiles, por muy legítimos que hayan sido. Podemos y debemos respetar y venerar nuestro Pasado, pero no hacer de él una bandera principal de ejercer la política, que por otra parte es hoy lo que está haciendo irresponsablemente la izquierda más reaccionaria con la Guerra Civil Española, intentado convertir en victoria lo que fue para ellos una apabullante derrota política, moral, cultural y económica.

 

España tiene una Historia infinita de Glorias y a ella debemos de aferrarnos; fundamentando nuestro nuevo proyecto en las Tradiciones, que son la savia del árbol de la Patria tal y como decía José Antonio, pero actualizando el mensaje a un Mundo futuro, cambiante y desafiante.

 

Este movimiento de UNIDAD buscará su espacio político en el escenario que se está abriendo, pues no van a pasar otros 40 años para que no pongamos de nuevo de acuerdo, los ciclos son los que son y no podemos vivir al margen de ellos; es preciso una fuerza patriótica en España pero YA, no excluyente ni incompatible con otras que ya existen, una fuerza respetuosa con el pasado y con los viejos estandartes de España, pero con un mensaje actualizado y de futuro para Nuestra Nación y nuestro Pueblo y enfocado en la Hispanidad que conformamos quinientos millones de personas.

 

Hoy y ahora lucharemos por la supervivencia y dejaremos de ser un espectador pasivo de nuestro destino político abandonado a unos arribistas.

 

Yo no veo con desconfianza a las nuevas fuerzas políticas que están surgiendo en el presente, siempre que respeten a España y lo cumplan; ya sea Ciudadanos, UpyD,  o Abascal, como otras fuerzas,... No nacemos con espíritu de secta, sino queremos ser universales, como lo fue España y lo fue Roma,..., pero hablaremos de igual a igual mientras carezcamos de un “primus inter pares” legítimo que guíe nuestra Patria en las turbulencias del futuro.

 

Porque queremos luchar por un Mundo mejor en el más puro sentido campbelliano, por eso surge UNIDAD, para decirles a los burócratas que vinieron para quedarse, que ya pueden ir preparando las maletas, y para decirles a los cobardes conejos que nos mandan, que a partir de ahora, la política española será cosa de valientes, ¡de almogávares!.

 

Que lo que vaya a pasar en España de ahora en adelante será decidido por los propios españoles, sin intromisiones extranjeras. Que España no estará sometida a ningún tipo de lobby, ya sea en su forma internacionalista ni a su forma rosa.

 

UNIDAD tiene unos postulados muy elementales, que deben ser la base para un mayor aglutinamiento a su alrededor, esas bases se reducen a tres: Unidad Nacional, Reconquista de la Soberanía Política y Justicia Social. Tres pilares mínimos sobre los que los patriotas podemos y debemos forjar un movimiento aglutinador y de ilusiones.

 

Queremos volver a ver los rostros de los españoles emocionados al sentir la Grandeza de la Patria; queremos que los ojos de las españolas brillen al enamorarse de su Nación,..., queremos decirles a nuestros hijos que España vuelve a ser Grande...

 

Creemos en la Unidad de la Patria, en que es preciso regenerar el panorama político español y en que todos los españoles somos igual de grandes, libres y soberanos, con independencia de su raza, credo o condición social.

 

Luis Rosales utilizaba unos versos de un poeta anónimo del XVI para definir el proceso de la sucesión de las generaciones: “Porque duerme sola el agua,/ amanece helada”.

 

Y esto es lo que le ha pasado a mi generación de patriotas, que políticamente hemos dormido solos en una noche que dura ya casi 40 años, y estamos helados … sin ideas, sin altura de miras,... enfrentados.

 

El agua del patriotismo debe volver a bullir, a arder de entusiasmos y de coraje.  La llama de la Patria debe volver a ser resplandeciente.

 

Viene también muy bien al caso las palabras de Luis Rosales: “Nadie puede quedarse solo impunemente. En definitiva, el movimiento y despliegue de la historia, esto es, la vida histórica, exige que en el intercambio generacional sea preciso rebelarse contra la generación que nos dio vida si queremos personalizarnos y encontrar nuestra expresión original, y al mismo tiempo que sea preciso vincularse a otra generación para autorizarnos o si se quiere, para autentificarnos o confirmarnos con su ejemplo”

 

Yo creo que este es el camino para la nueva generación de patriotas en ciernes; rebelarse en el buen sentido de la palabra contra el Pasado más reciente y asumir su propio destino, enlazándolo con la Gloria eterna de España, pues no nos equivoquemos, llegará un día en el que el español del mañana diga que no se hace responsable de los errores del español del pasado más reciente, y me refiero por ejemplo a lo de la deuda pública monstruosa que heredarán nuestros hijos y nietos.

 

Son los jóvenes españoles de las bases patrióticas los llamados a liderar ese cambio, este proyecto, como Mario Martos o Manolo Caro y otros en todos los confines de nuestra Patria,... pues ellos han nacido en el invierno patriótico, y desean y anhelan una nueva primavera … y saben hablar, y dialogar, quieren luchar,... y a pesar de su juventud están imbuidos de la necesaria Sabiduría de la que otros, tan pomposamente, carecen ...

 

Nos dicen que no tenemos dinero y que carecemos de medios de comunicación … ¿qué sería todo lo anterior si careciéramos de la ilusión y el entusiasmo del que Ama a la Patria como sólo se ama a una Madre?.

 

Tenemos lo más importante, un proyecto joven que apuesta por la Unidad Nacional, como lo hicieron Isabel y Fernando de Castilla y de Aragón, contra todo tipo de adversidades … y estad seguros que con nuestros primeros pasos muchos ojos nos observarán y propagaremos nuestra ilusión por toda España como la pólvora, y luego vendrá el dinero, y los medios de comunicación … pero no a esclavizarnos o a desnaturalizarnos sino como elementos de catalización de nuestro proyecto.

 

Nuestro motor será el idealismo de la nueva juventud de España, que se abre paso sin culpa ni mancha por sus errores propios ni ajenos.

 

UNIDAD y en conclusión no viene a ocupar espacios ya establecidos, porque no hay, dicho con todo respeto, nada relevante en el Mundo patriótico español actual, UNIDAD viene a ocupar EL ESPACIO de la España que aún confía en su destino y que venera a su Historia.

 

Seremos una fuerza política que pasará a la ofensiva en todos los terrenos. Estamos solos, pero en una Soledad que por lo menos nos respeta, como lo estuvo España en otras fases terribles de su Historia y siempre supo sobreponerse.

 

UNIDAD no es excluyente de nada; se puede ser falangista, carlista, católico, no creyente, sindicalista, empresario, apolítico, incluso no español, pero para ser de UNIDAD, eso sí, lo que no admitiremos en nuestras huestes son ni a los fatalistas ni a los aguafiestas ni a los que no tienen Fe en España  … esos ya tienen al PP y el PSOE en su hundimiento actual.

 

Hoy y aquí, en el Santo Reino de Jaén, en la Cuna de UNIDAD, nace un nuevo proyecto regenerador para España, liderado por jóvenes, comprometidos con el futuro, respetuosos hacia el Pasado, bajo el auspicio de Fernando III El Santo,  movidos del espíritu de los nuevos almogávares y dispuestos a luchar por una España mejor.

 

Tres fechas vinculadas a nuestra Historia más Gloriosa: 1212, Victoria de las Navas de Tolosa, 1808, Victoria de Bailén y 2013, Nacimiento de UNIDAD.

 

¡Todas ellas han ocurrido en Jaén, Frontera de la Patria!

 

¡¡¡Muchas gracias y Viva España!!!!

 

domingo, 15 de diciembre de 2013

LA CENSURA DEMOCRÁTICA



Luis Gómez

Decía el poeta, ensayista y anarquista peruano Manuel González Prada: “Cuando faltan garantías para censurar a las autoridades, cuando en las graves cuestiones políticas, religiosas y sociales no se puede emitir libremente las ideas, los hombres enmudecen o consagran toda su fuerza intelectual a discusiones insípidas, rastreras y ridículas”. Y por desgracia esto es así en la actualidad. Estamos literalmente atiborrados de información, no podemos humanamente digerir todos y cada uno de los acontecimientos que suceden en el mundo, pues ahora, lo importante ya no es lo local, lo cercano, lo “humano” sino lo global, lo internacional. Podemos ver como un vecino, un conocido, o alguien de nuestro entrono padece una injusticia, y comprobamos como sus gritos y su dolor son silenciados por la prensa plural y democrática. A cambio, para satisfacer la curiosidad y el morbo de sus adoctrinados, nos bombardean con imágenes de catástrofes y de hambrunas ocurridas a miles de kilómetros de distancia. Terribles todas ellas, pero en las que poco o casi nada puede hacer el lector por evitarlas o paliarlas, salvo rezar, y eso, sólo si lo haces en privado, pues en público serías también serías censurado.
Mientras tanto, se silencia el problema del vecino paredaño.  Gracias a las redes de información de masas, los medios de comunicación discriminan sus noticias a favor de oscuros intereses, y las informaciones que presentan a su público, sirven –ahora igual que siempre- de ayuda a los intereses partidistas u oligárquicos del momento.

Legiones de individuos anodinos y desinformados, acuden día a día a sus puestos de trabajo o a las tertulias cafeteras de sus lugares de residencia, con una gran cantidad de argumentos por los que discutir. Nunca hubo sociedad en la Historia de la humanidad más desinformada que la actual. Pero al mismo tiempo diremos que, nunca tantos lectores y ávidos consumidores de noticias, se esmeraron tanto en leer, visionar y consumir tantísima información, para saber tan poco e ignorar tanto.


 Recientemente estuve en un acto en el que el gran historiador nacional don Pío Moa presentaba su penúltima obra, “Sonaron gritos y golpes a la puerta”. Una novela de carácter histórico en la que los personajes viven sus andanzas durante un periodo crítico de la historia de España, del cual, Moa, es un avezado conocedor. Durante su exposición tuve el disgusto de saber que los medios oficiales, estos que están todo el día dándole a la matraca con los derechos y las libertades, no se habían hecho eco de su publicación.
Todos sabemos que don Pio Moa es un sujeto molesto para los oficialistas, pues sus libros, desmitifican y abundan en datos sobre acontecimientos muy recordados, pero poco y bien investigados. Esos autores de historia ficción, esos sujetos escribidores del libros al dictado de los intereses políticos, sirven muy bien para vender libros y asentar la mentira y el error en la sociedad, y por supuesto, si alguien contradice o refuta esas teorías, es maldito por el Sistema y condenado al ostracismo mediático.
Así, tenemos en España un elenco de grandes historiadores, de investigadores de primer nivel, que sistemáticamente son silenciados y vilipendiados por las fuerzas represoras del Sistema Democrático actual. La denuncia parte de los partidos políticos, y los medios de comunicación, serviles al poder, repito, -ahora y antes- ejecutan los mandatos de sus amos con obstinada perfección, dando orden a sus trabajadores de no hablar de esos escritores, pues están “malditos por el poder oficial”; y si algún periodista hablara de ellos, si lo hiciera libremente en un alarde de actitud democrática y de libertad de opinión, se verían castigados con un severo recorte de publicidad institucional en su medio por parte de los poderes "fácticos", cuando no despedidos sin tardanza de sus puestos de trabajo y enviados a trabajos de "reeducación social".


Así tenemos que autores como Pio Moa, Ricardo de la Cierva incluso D. Luis Suárez, son vilipendiados, o anatemizados por la prensa y los medios oficiales, pues sus posturas y libros no son “afectas al régimen” actual, y por lo cual, a falta de poder ser “depurados” se deben silenciar sus nombres para que la sociedad no los lea, no los escuche y no les preste atención.

Mientras esto ocurre, en las televisiones aparecen personajes simpatiquísimos. Escritores sin gusto ni carácter, pero dóciles y obedientes, cuyas obras  son introducidas en los hogares de los desinformados a golpe de subvención y vía fascículo periodístico. El silencio de estos escribidores al dictado sobre este asunto los hace más despreciables, pues ser tildado por sus medios de “gran historiador” sin tener enfrente a nadie que te lleve la contraía, es como recibir el alago del esclavo, que en su situación, no puede decir otra cosa, pues peligra su modo de vida.   

sábado, 14 de diciembre de 2013

LA EPOPEYA VILIPENDIADA: LOS REALISTAS HISPANOAMERICANOS (I)

Por Antonio Moreno Ruiz




BANDERAS OLVIDADAS

Banderas olvidadas,
De un pasado no muy lejano,
Banderas que aldabones,
Presentes están tocando.


Banderas del Rey,
Banderas olvidadas,
Defendidas por tantos americanos,
En horas señaladas.


Olvidada cuando no vilipendiada,
La sangre que tan generosamente,
Se derramó luchando por banderas,
Españolas, americanas, dolientes.

NUESTRA UNIDAD



Epílogo de Historia de los Heterodoxos Españoles

"¿Qué se deduce de esta historia? A mi entender, lo siguiente:

Ni por la naturaleza del suelo que habitamos, ni por la raza, ni por el carácter, parecíamos destinados a formar una gran nación. Sin unidad de clima y producciones, sin unidad de costumbres, sin unidad de culto, sin unidad de ritos, sin unidad de familia, sin conciencia de nuestra hermandad ni sentimiento de nación, sucumbimos ante Roma tribu a tribu, ciudad a ciudad, hombre a hombre, lidiando cada cual heroicamente por su cuenta, pero mostrándose impasible ante la ruina de la ciudad limítrofe o más bien regocijándose de ella. Fuera de algunos rasgos nativos de selvática y feroz independencia, el carácter español no comienza a acentuarse sino bajo la denominación romana. Roma, sin anular del todo las viejas costumbres, nos lleva a la unidad legislativa, ata los extremos de nuestro suelo con una red de vías militares, siembra en las mallas de esa red colonias y municipios, reorganiza la propiedad y la familia sobre fundamentos tan robustos, que en lo esencial aún persisten; nos da la unidad de lengua, mezcla la sangre latina con la nuestra, confunde nuestros dioses con los suyos y pone en los labios de nuestros oradores y de nuestros poetas el rotundo hablar de Marco Tulio y los hexámetros virgilianos. España debe su primer elemento de unidad en la lengua, en el arte, en el derecho, al latinismo, al romanismo.

Pero faltaba otra unidad más profunda: la unidad de la creencia. Sólo por ella adquiere un pueblo vida propia y conciencia de su fuerza unánime, sólo en ella se legitiman y arraigan sus instituciones, sólo por ella corre la savia de la vida hasta las últimas ramas del tronco social. Sin un mismo Dios, sin un mismo altar, sin unos mismos sacrificios; sin juzgarse todos hijos del mismo Padre y regenerados por un sacramento común; sin ver visible sobre sus cabezas la protección de lo alto; sin sentirla cada día en su hijos, en su casa, en el circuito de su heredad, en la plaza del municipio nativo; sin creer que este mismo favor del cielo, que vierte el tesoro de la lluvia sobre sus campos, bendice también el lazo jurídico que él establece con sus hermanos y consagra con el óleo de la justicia la potestad que [1037] él delega para el bien de la comunidad; y rodea con el cíngulo de la fortaleza al guerrero que lidia contra el enemigo de la fe o el invasor extraño, ¿qué pueblo habrá grande y fuerte? ¿Qué pueblo osará arrojarse con fe y aliento de juventud al torrente de los siglos?

Esta unidad se la dio a España el cristianismo. La Iglesia nos educó a sus pechos con sus mártires y confesores, con sus Padres, con el régimen admirable de sus concilios. Por ella fuimos nación, y gran nación, en vez de muchedumbre de gentes colecticias, nacidas para presa de la tenaz porfía de cualquier vecino codicioso. No elaboraron nuestra unidad el hierro de la conquista ni la sabiduría de los legisladores; la hicieron los dos apóstoles y los siete varones apostólicos; la regaron con su sangre el diácono Lorenzo, los atletas del circo de Tarragona, las vírgenes Eulalia y Engracia, las innumerables legiones de mártires cesaraugustanos; la escribieron en su draconiano código los Padres de Ilíberis: brilló en Nicea y en Sardis sobre la frente de Osio, y en Roma sobre la frente de San Dámaso; la cantó Prudencio en versos de hierro celtibérico: triunfó del maniqueísmo y del gnosticismo oriental, del arrianismo de los bárbaros y del donatismo africano: civilizó a los suevos, hizo de los visigodos la primera nación del Occidente; escribió en las Etimologías la primera enciclopedia; inundó de escuelas los atrios de nuestros templos; comenzó a levantar, entre los despojos de la antigua doctrina, el alcázar de la ciencia escolástica por manos de Liciano, de Tajón y de San Isidoro; borró en el Fuero juzgo la inicua ley de razas; llamó al pueblo a asentir a las deliberaciones conciliares; dio el jugo de sus pechos, que infunden eterna y santa fortaleza, a los restauradores del Norte y a los mártires del Mediodía, a San Eulogio y Álvaro Cordobés, a Pelayo y a Omar-ben-Hafsun; mandó a Teodulfo, a Claudio y a Prudencio a civilizar la Francia carlovingia; dio maestros a Gerberto; amparó bajo el manto prelaticio del arzobispo D. Raimundo y bajo la púrpura del emperador Alfonso VII la ciencia semítico-española... ¿Quién contará todos los beneficios de vida social que a esa unidad debimos, si no hay, en España piedra ni monte que no nos hable de ella con la elocuente voz de algún santuario en ruinas? Si en la Edad Media nunca dejamos de considerarnos unos, fue por el sentimiento cristiano, la sola cosa que nos juntaba, a pesar de aberraciones parciales, a pesar de nuestras luchas más que civiles, a pesar de los renegados y de los muladíes. El sentimiento de patria es moderno; no hay patria en aquellos siglos, no la hay en rigor hasta el Renacimiento; pero hay una fe, un bautismo, una grey, un pastor, una Iglesia, una liturgia, una cruzada eterna y una legión de santos que combaten por nosotros desde Causegadia hasta Almería, desde el Muradal hasta la Higuera. [1038]

Dios nos conservó la victoria, y premió el esfuerzo perseverante dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana: el de completar el planeta, el de borrar los antiguos linderos del mundo. Un ramal de nuestra raza forzó el cabo de las Tormentas, interrumpiendo el sueño secular de Adamastor, reveló los misterios del sagrado Ganges, trayendo por despojos los aromas de Ceilán y las perlas que adornaban la cuna del sol y el tálamo de la aurora. Y el otro ramal fue a prender en tierra intacta aun de caricias humanas, donde los ríos eran como mares, y los montes, veneros de plata, y en cuyo hemisferio brillaban estrellas nunca imaginadas por Tolomeo ni por Hiparco.

¡Dichosa edad aquélla, de prestigios y maravillas, edad de juventud y de robusta vida! España era o se creía el pueblo de Dios, y cada español, cual otro Josué, sentía en sí fe y aliento bastante para derrocar los muros al son de las trompetas o para atajar al sol en su carrera. Nada aparecía ni resultaba imposible; la fe de aquellos hombres, que parecían guarnecidos de triple lámina de bronce, era la fe, que mueve de su lugar las montañas. Por eso en los arcanos de Dios les estaba guardado el hacer sonar la palabra de Cristo en las más bárbaras gentilidades; el hundir en el golfo de Corinto las soberbias naves del tirano de Grecia, y salvar, por ministerio del joven de Austria, la Europa occidental del segundo y postrer amago del islamismo; el romper las huestes luteranas en las marismas bátavas con la espada en la boca y el agua a la cinta y el entregar a la Iglesia romana cien pueblos por cada uno que le arrebataba la herejía.

España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vectores o de los reyes de taifas.

[...]

Edita doctrina sapientum templa serena!"


7 de Junio de 1882

Marcelino Menéndez y Pelayo