RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

jueves, 8 de diciembre de 2016

FILIPINAS Y LO QUE NO ES FILIPINAS


Placa en la iglesia de San Martín de Tours a los paisanos caídos allende los mares.
Bollullos de la Mitación (Sevilla)


Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor

Cada vez que escucho que hay un estreno de mal llamado “cine español”, me echo a temblar. Y digo “mal llamado” porque la mayoría del personal que se acoge a esta etiqueta lo hace por puro mercadeo, siendo que maldicen a España, a su historia, su cultura, su gente o su tradición día sí y día también. La “marca España” que coge cuando le conviene la Antiespaña de España. Surrealismo suicida pero con las manos abiertas. Y al tratar a los últimos de Filipinas, por desgracia no iba a ser menos.

Ni que decir tiene que ni he visto esta cinta ni la veré. No, faranduleros, no. Os paseáis ahora llorando por los platós televisivos porque decís estar pobres. Eso luego de recoger a mano abierta las generosas subvenciones que tanto la derecha como la izquierda os han dado. Je, para eso no entendéis de política. Ni de barcos. Pero decidme una cosa, ahora que venís con las lágrimas de cocodrilo progre: ¿Acaso sabéis la situación en la que nos encontramos los escritores? ¿Acaso denunciáis el sinvergonzoneo de muchas editoriales y casas discográficas, auténticas culpables de la piratería? Ah, pero es que luego defendéis a los piratas, sobre todo si son africanos. O no, mejor: Subsaharianos. Sin duda,  lo habéis dejado a huevo al ministro golfo e inepto con cara de ratón. Con la impopularidad ganada a base de años de sectarismo y descaro, con la puntilla del ahora jodido –y con razón- Fernando Trueba,  habéis conseguido jodernos a todos los que amamos y trabajamos el arte. Y ahora que vaya Antonio Resines y lo casque. Que si por lo menos fuerais buenos… Joder, pero es que sois malos y pesados hasta para hacer humor. Si os tengo que comparar con vuestra generación anterior, qué se yo, con Paco Rabal, por ejemplo… ¡Vaya mierda! ¡Qué poquitos se salvan!

Hablando de Filipinas, por parte paterna soy bisnieto de Felipe Becerril Vela, quien antes de ser 2° Teniente de la Guardia Civil en Bollullos de la Mitación (Sevilla), estuvo en Filipinas durante años. Asimismo, por parte paterna, mi tío-bisabuelo José Sánchez Vela cayó en dicha tierra hispanoasiática. Sin embargo, en nuestra familia nunca tuvimos rencor ni odio, al contrario, nos sentimos orgullosos de que hubiera gente que dejara allí su testimonio como bravos españoles. En efecto, la política de los gobiernos liberales del siglo XIX, esos mismos que como ustedes, hablaban de tolerancia, libertad, progreso y sus muertos, fue pésima, haciendo que fueran a la guerra sólo los que no podían pagar para no ir; y desoyendo las justas peticiones autonomistas mientras que el carlismo, mirad por dónde, proponía la creación de un nuevo virreinato para las provincias ultramarinas, con una autonomía más concreta y avanzada que la de los balbuceos del sistema que, para más inri, nunca cumplía.

Mi bisabuelo Felipe, por ejemplo, era militar de profesión. No fue el caso de mi tío-bisabuelo José.

Empero, un héroe como Millán Astray, que combatió bravamente en aquella época, se dio cuenta de lo injusto de esta situación e inspirado en el código bushido samurái, la Legión Extranjera Francesa y los Tercios de Flandes, conformó la Legión Española (sí, ese cuerpo glorioso que queréis ver desaparecer, por pura envidia e ineptitud que gastáis) llena de gente con vocación, para que los hijos de las familias más pobres no tuvieran que ver cómo sus hijos morían mientras que los que hablaban de patriotismo no salían de los casinos. Pero esto fue cosa de un glorioso combatiente, y no de progres que quisieran devenir en déspotas ilustrados, mirando siempre a la Historia de la patria y a su propia gente por encima del hombro; relativizando todo lo que nos une y, sin embargo, esgrimiendo un reduccionismo separatista/determinista que no llega ni a cateto; porque vosotros nunca podréis ser más allá de burguesitos.

Y esa es otra: Es gracias a muchos de ustedes que todos los insufribles tópicos contra el mundo rural han calado, mientras se acogía cualquier mierda llegada de Yanquilandia como el maná. Los que luego vais del “no a la guerra” siempre habéis sido en verdad los máximos servilones del imperialismo anglosajón.

Tanto como decís “estamos en el siglo XXI, la globalización”… pues mirad por donde que el hispanismo se despierta como nuestra propia globalización, como lucha por nuestra supervivencia. Podréis seguir emperrados en vuestro odio determinista, en vuestra ignorancia ideológica… Es más: Podéis seguir sin personalidad, porque al fin y al cabo, no sois más que lacayos oportunistas de los oligarcas que os manejan a su antojo. Pero lo que estáis haciendo al manchar la memoria de los muertos, más tarde o más temprano os acabará salpicando. Y al final, creáis o no (¡como si eso fuera muy importante, vuestra opinión y tal!), no os vais a librar de Dios.

Están hablando hasta las piedras. Estamos hasta los cojones de vosotros. Estas pataletas de niños mimados os terminan de retratar. Y lo que os queda. 

¡A mamarla al parque!


Dicho sea por un español historiador y escritor que no tuvo más cojones que emigrar mientras que vosotros os forrabais y encima echando mierda. 

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