Placa en la iglesia de San Martín de Tours a los paisanos caídos allende los mares.
Bollullos de la Mitación (Sevilla)
Por
Antonio Moreno Ruiz
Historiador
y escritor
Cada
vez que escucho que hay un estreno de mal llamado “cine español”, me echo a
temblar. Y digo “mal llamado” porque la mayoría del personal que se acoge a
esta etiqueta lo hace por puro mercadeo, siendo que maldicen a España, a su
historia, su cultura, su gente o su tradición día sí y día también. La “marca
España” que coge cuando le conviene la Antiespaña de España. Surrealismo
suicida pero con las manos abiertas. Y al tratar a los últimos de Filipinas,
por desgracia no iba a ser menos.
Ni
que decir tiene que ni he visto esta cinta ni la veré. No, faranduleros, no. Os
paseáis ahora llorando por los platós televisivos porque decís estar pobres.
Eso luego de recoger a mano abierta las generosas subvenciones que tanto la derecha
como la izquierda os han dado. Je, para eso no entendéis de política. Ni de
barcos. Pero decidme una cosa, ahora que venís con las lágrimas de cocodrilo
progre: ¿Acaso sabéis la situación en la que nos encontramos los escritores?
¿Acaso denunciáis el sinvergonzoneo de muchas editoriales y casas
discográficas, auténticas culpables de la piratería? Ah, pero es que luego
defendéis a los piratas, sobre todo si son africanos. O no, mejor:
Subsaharianos. Sin duda, lo habéis
dejado a huevo al ministro golfo e inepto con cara de ratón. Con la
impopularidad ganada a base de años de sectarismo y descaro, con la puntilla
del ahora jodido –y con razón- Fernando Trueba,
habéis conseguido jodernos a todos los que amamos y trabajamos el arte. Y
ahora que vaya Antonio Resines y lo casque. Que si por lo menos fuerais buenos…
Joder, pero es que sois malos y pesados hasta para hacer humor. Si os tengo que
comparar con vuestra generación anterior, qué se yo, con Paco Rabal, por
ejemplo… ¡Vaya mierda! ¡Qué poquitos se salvan!
Hablando
de Filipinas, por parte paterna soy bisnieto de Felipe Becerril Vela, quien
antes de ser 2° Teniente de la Guardia Civil en Bollullos de la Mitación
(Sevilla), estuvo en Filipinas durante años. Asimismo, por parte paterna, mi
tío-bisabuelo José Sánchez Vela cayó en dicha tierra hispanoasiática. Sin
embargo, en nuestra familia nunca tuvimos rencor ni odio, al contrario, nos
sentimos orgullosos de que hubiera gente que dejara allí su testimonio como
bravos españoles. En efecto, la política de los gobiernos liberales del siglo
XIX, esos mismos que como ustedes, hablaban de tolerancia, libertad, progreso y
sus muertos, fue pésima, haciendo que fueran a la guerra sólo los que no podían
pagar para no ir; y desoyendo las justas peticiones autonomistas mientras que
el carlismo, mirad por dónde, proponía la creación de un nuevo virreinato para
las provincias ultramarinas, con una autonomía más concreta y avanzada que la
de los balbuceos del sistema que, para más inri, nunca cumplía.
Mi
bisabuelo Felipe, por ejemplo, era militar de profesión. No fue el caso de mi
tío-bisabuelo José.
Empero, un héroe como Millán Astray, que
combatió bravamente en aquella época, se dio cuenta de lo injusto de esta
situación e inspirado en el código bushido samurái, la Legión Extranjera
Francesa y los Tercios de Flandes, conformó la Legión Española (sí, ese cuerpo
glorioso que queréis ver desaparecer, por pura envidia e ineptitud que gastáis)
llena de gente con vocación, para que los hijos de las familias más pobres no
tuvieran que ver cómo sus hijos morían mientras que los que hablaban de
patriotismo no salían de los casinos. Pero esto fue cosa de un glorioso
combatiente, y no de progres que quisieran devenir en déspotas ilustrados,
mirando siempre a la Historia de la patria y a su propia gente por encima del
hombro; relativizando todo lo que nos une y, sin embargo, esgrimiendo un reduccionismo
separatista/determinista que no llega ni a cateto; porque vosotros nunca
podréis ser más allá de burguesitos.
Y
esa es otra: Es gracias a muchos de ustedes que todos los insufribles tópicos
contra el mundo rural han calado, mientras se acogía cualquier mierda llegada
de Yanquilandia como el maná. Los que luego vais del “no a la guerra” siempre
habéis sido en verdad los máximos servilones del imperialismo anglosajón.
Tanto
como decís “estamos en el siglo XXI, la globalización”… pues mirad por donde
que el hispanismo se despierta como nuestra propia globalización, como lucha
por nuestra supervivencia. Podréis seguir emperrados en vuestro odio
determinista, en vuestra ignorancia ideológica… Es más: Podéis seguir sin
personalidad, porque al fin y al cabo, no sois más que lacayos oportunistas de
los oligarcas que os manejan a su antojo. Pero lo que estáis haciendo al
manchar la memoria de los muertos, más tarde o más temprano os acabará
salpicando. Y al final, creáis o no (¡como si eso fuera muy importante, vuestra
opinión y tal!), no os vais a librar de Dios.
Están
hablando hasta las piedras. Estamos hasta los cojones de vosotros. Estas
pataletas de niños mimados os terminan de retratar. Y lo que os queda.
¡A
mamarla al parque!
Dicho
sea por un español historiador y escritor que no tuvo más cojones que emigrar
mientras que vosotros os forrabais y encima echando mierda.
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