Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor
Creo que es correcta la afirmación de que los pueblos, antes de ser naciones o estados, son tradiciones. Por ejemplo: En España, si no hubiera habido una tradición más allá de la política sensu stricto para con la época hispanogoda (continuando también el legado romano, y más por la cercanía/arribada de los bizantinos), nunca se hubiera creado la conciencia de la España perdida que luego llevó al hispanicum imperium y las Españas, idea que se extendió por América.
Primera bandera del reino de Asturias
Del mismo modo, en nuestro tiempo vemos cómo las llamadas "naciones sin estado" son las que más vigorosamente conservan su cultura. Claro que el término es peligroso y difuso, y no todo el que se antoje entra en él; quiero decir: Vascos y catalanes sí que tienen un “estado” tradicional: Los vascongados en la Corona de Castilla, parte de otros vascones, entre Navarra y Aragón; y los catalanes, en la Corona de Aragón. Asimismo, es innegable la ligazón de los cosacos para con Rusia. Con todo, en los casos hispanos y eslavos, es clara la pertenencia a un ideal monárquico/imperial por encima de un estado-nación que parece que no cuadra por ninguna parte.
Otrosí, no es equiparable al caso de los tuaregs, por ejemplo, cuyo orgullo radica en no poseer pasaporte alguno, así se muevan por diversos países de África. Eso expresaría mejor lo que intentamos decir.
Y bueno, eso del vigor cultural… ¿Paradoja? No lo creo. El hombre antiguo, esto es, anterior a la era de las revoluciones, era mucho más real y práctico que el revolucionario romántico, que al final, al ser irreal, lo acaba deformando todo, cuando no deshaciéndolo directamente.
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