Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor
Dizque autoproclamados “analistas”, durante los venideros días habidos y por haber, hablarán como sacamuelas intentando descifrar el enigma: ¿Por qué en Andalucía sale siempre el PSOE?
Poco o nada importa lo que digan los habituales charlatanes, ganapanes y juntaletras. Pero sí importa el hecho que un servidor tiene a bien desmenuzar:
Durante el muy convulso siglo XIX, Mendizábal, el sefardita de Gibraltar, con la Desamortización de las tierras eclesiásticas, logró que especialmente en Andalucía, muchos campesinos libres e incluso arrendatarios pasaran a ser jornaleros de latifundios que se habían vendido a precios de saldo entre amigotes, mayormente aristócratas, burgueses y nuevos ricos. Todo ello servía, por supuesto, para pagar la Guerra Carlista y regalarle las minas a la familia Rotschild, mientras que el imperio británico y la Francia orleanista ayudaban a asentar el régimen liberal contra el que se desangraba buena parte del pueblo español, que apoyaba al carlismo (1). El resultado de siete años de guerra fue desastroso. Durante todo el siglo XIX se sucedieron distintos golpes y espadones. Para el caso, el campo andaluz había quedado desprotegido y desamparado, a merced de todas las rapiñas, y de una inseguridad galopante. Asimismo, tras la Tercera Guerra Carlista, el pueblo ve como muy buena parte de la clerecía bendice a los que hacía no muchos años habían desamortizado a tutiplén.
Por supuesto, los alandalusistas, siempre con nulo predicamento popular, echarán la culpa de todo a los godos, la Reconquista, Castilla y demás palabras que ellos quisieran hacer sinónimos de males universales. Pero bueno, por algo son por y para el sistema: Para marear la perdiz y dificultar que se halle dónde está la raíz del mal.
Prosigamos: El siglo XX empezaban con un régimen absolutamente corrupto: El turnismo, antecesor legítimo y directo del régimen de 1978. De ahí hasta la nefasta y surrealista II República, que por fea tuvo hasta la bandera, y al franquismo. En dos siglos, el campesinado andaluz sufrió mucho. Y hablamos de muchas familias que se tenían que desplazar kilómetros para trabajar de sol a sol cobrando una miseria. Eso quema más que el cenicero de un bingo. Y cuando por fin se estaba mitigando eso, y también otras taras como el analfabetismo, ya vienen los 70 y, ¡oh!, lo que llaman democracia. Y eso llegaba mientras que muchos andaluces habían tenido que emigrar a otras partes de España y también al extranjero, y mientras que Barcelona se destapaba como la ciudad más próspera durante el franquismo. Con todo, en los mentados 70, lo peor del franquismo y lo peor del antifranquismo junto y revuelto deciden que haya café para todos y se inventan el estado de las autonomías. En el referéndum de Galicia se abstuvo el 70% del pueblo, y en Andalucía, el 63%. ¿Pero qué les importaba eso a los oligarcas, politicuchos y demás basura? Nos ponían una bandera islamista y p´alante. Derecha e izquierda se repartían los nuevos feudos como si de un tablero de ajedrez se tratase. ¿Y qué es lo que hizo el PSOE en Andalucía? Sustituir al Movimiento Nacional. Lo dice, entre otros, el republicano García Trevijano (2): El PSOE, en especial en la época de Felipe González, adoptó una psique similar para conectar con el voto andaluz. Otrosí, si antes los socialistas/marxistas se dedicaban a quemar iglesias y apedrear procesiones, comprendieron que si por algo se caracteriza el andaluz es por su apego a las tradiciones y a la familia. Carácter en verdad muy poco liberal; tal vez por eso en el XIX, los militares liberales estuvieron tan ocupados y preocupados en Andalucía. Bueno, pues en vez de apedrear procesiones, se sumaron a ellas. Y a aquellos campesinos que tenían las pieles curtidas y los bolsillos modestos, les prometieron, con lenguaje campechano, una especie de salvaguarda proteccionista que ya no era el chabacano caciquismo de Cánovas y Sagasta, sino un dinero contante y sonante como maná caído del cielo. Y eso a una masa de gente que sabía de verdad lo que era pasarlas canutas, que no se olvide. Y Chaves, hijo de un militar franquista, y Griñán, de un escolta de Franco...
Sumen todo eso y les saldrá una ecuación sociológica muy clara, sin pretensiones ideológicas/tertulianas que valgan. Aquí lo que cuenta es la seguridad de la paga y la estabilidad de la vida, que aunque se vaya estropeando, nos quede algo.
En fin: Por esto sale el PSOE en Andalucía. Y mientras haya régimen del 78, seguirá saliendo. No le den ideológicas vueltas al asunto.
Por cierto: Díganme una sola taifa/autonosuya que esté libre de caciquismo/clientelismo/inmovilismo/corrupción endémica sociopolítica… Y por favor, que más de uno deje ya de rasgarse sus vestiduras de fariseo al hablar sobre Andalucía y su gente, que ya está bien.
(1) Véase:MIS LECTURAS: "LA SEVILLA CARLISTA DE 1833-1840. L...
(2) Véase: