Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor
Con todo, esta penosa imagen es del siglo XXI. Quizá empezó ya en el siglo XX, sí, ¿pero siempre fue así? De ninguna manera. Y por ello, como diría Jack el destripador, vayamos por partes:
MITOS FUNDACIONALES ANTE LA VERDADERA HISTORIA
Mucho ojo con determinados mitos fundacionales que, para colmo, se han politizado al uso actual; porque por lo que vemos, en líneas generales, nada tienen que ver con la autenticidad de la historia. Hay quien asocia al Betis por ser “el equipo de los pobres”, pero lo cierto es que el Betis fue fundado por militares, y que tanto la duquesa de Alba como la madre de Juan Carlos se decían aficionadas de este club. Fue gracias a la gestión de un Borbolla que Alfonso “XIII” (el primer productor pornográfico de España, entre otras cosas) que se le concedió el título de “Real”. Y sí, en el Betis ha habido pobres, como también ha habido ricos, y ha habido republicanos, como también ha habido notorios franquistas. Lo mismo puede decirse del Sevilla, club del que un servidor es seguidor. El Sevilla F.C. fue fundado en 1905 (2) por una mezcla variopinta de británicos radicados en la ciudad y alrededores y paisanos ligados al entorno del regeneracionismo español. Y es esta génesis la que explica muchas fundaciones balompédicas en España: Por un lado, la presencia de comerciantes y navieros británicos; por otro, el hecho de que el regeneracionismo español considerarse el deporte como una actividad a fomentar, como prolongación de buena salud y juventud. Y tanto en la fundación como en el desarrollo del Sevilla ha habido absolutamente de todo, desde masones a tradicionalistas. Y masones también hubo en el Betis. Hay quien dice que Ramón Sánchez-Pizjuán, el presidente al que el club debe el estadio, era más franquista que Franco, y sin embargo, la única militancia que se le conoce es anteriormente en el partido liberal. Asimismo, el Sevilla se influenció de los colores del Sunderland inglés, pero en los años 20, su escudo inicial fue modificado y adaptado al blasón hispalense, inspirándose en el fernandino pendón de la Reconquista, cuyos colores coincidían con los que se estaban utilizando. Otrosí, los colores del Betis no se deben a la bandera islamófila que se sacó de la manga el impopular Blas Infante, sino al Celtic de Glasgow, por las camisetas que trajo un futbolista de origen escocés. La bandera mal llamada “de Andalucía” felizmente ni estaba ni se le esperaba en aquella época. Asimismo, Benito Villamarín, de origen gallego y quien da nombre al estadio bético, no era precisamente un rojo antifranquista.
Lo dicho: Hay de todo, como en botica. Los tópicos no reflejan la realidad, ni la histórica ni la actual. Y esto es muy visible en los dos clubes que monopolizan actualmente el fútbol español con una política surrealista de ingresos televisivos que no se aplica en ligas como la italiana o la inglesa: Mientras que el Barcelona y el Real Madrid ingresan más de cien millones de euros por derechos televisivos, hay equipos que no llegan ni a diez. Semejante desproporción hace imposible la competición; con lo que el segundo en la clasificación le puede sacar tranquilamente más de veinte puntos al tercero. Eso por no hablar de proporción en los favorables arbitrales y otras historias…
Y así, el Real Madrid debe la franja morada de su escudo a la bandera de la II República; morado que nunca formó parte de bandera castellana alguna, ni tampoco de la revuelta comunera de principios del siglo XVI; es un morado de logias que ya se dejó ver a finales del siglo XIX e irrumpió definitivamente en 1931. El Barcelona, en cambio, le debe sus colores al suizo cantón de Hans Gamper, aquel que fundara el club en 1899 sólo para extranjeros. En el 1900 se fundó el Español, que era el equipo de los catalanes, y escogió los colores del cruzado catalán Roger de Llauria, reservando el rojo y gualda en su primer escudo.
Imagen de http://lafutbolteca.com/tag/club-de-futbol-espanol/page/13/
Podríamos hablar de la verdadera historia de muchos equipos, pero como vemos, estos tan significativos, fueron todo lo contrario de lo que algunos querrían representar para su interés. Y es que en el deporte se dan masas heterogéneas al calor de un mismo equipo, y en todos encontraremos perfiles similares.
Jugadores del Real Madrid alzando el puño en Chamartín, 1937.
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La directiva del F.C. Barcelona entregando las medallas del club a Franco, 1974.
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A PROPÓSITO DE LOS PITIDOS DE LA COPA
El 30 de mayo del 2015 ha pasado a la historia por constituir una enésima y surrealista vergüenza para España, y sobre todo, para su imagen en el mundo. En la final de la Copa, una buena parte de los aficionados del Barcelona y del Bilbao se las ingeniaron para abuchear mientras sonaba la Marcha Real. En el palco, el Letizio, al lado de un sonriente Artur Mas, y un sempiterno Ángel Villar (tengo 33 años y no he conocido otro presidente en la Federación Española de Fútbol…) completaban el tragicómico cuadro. Y en ese momento, me acordé mucho de la afición del Betis. Años ha, en una final de Copa, mientras que unos capullos comenzaron a pitar la Marcha Real, la afición del Betis los calló con su tajante tarareo. Y al terminar el partido, se proclamó merecidamente campeón. Hoy, en cambio, las niñas bonitas de la corrupta federación (y después se quejarán encima...) han vuelto a hacer por enésima vez el tonto y por supuesto, no habrá sanción que valga; que para eso siempre se mira al sur… En fin, me acordé de mis amigos béticos y para bien, de verdad. Porque uno está ya casi sin ilusión por el fútbol, pero siempre hay excepciones que confirman la regla, y esta marca de nobleza siempre quedará en vuestra historia ante un país cada vez más estupidizado e indigno. Ojalá el ejemplo que dieron los béticos en aquella final sirva para un futuro mejor, porque vaya tela el presente...
Sea como fuere, ¿siempre fueron el Barcelona y el Bilbao exponentes del separatismo? La respuesta es negativa. Fue al contrario. Como nos informan los amigos de Somatemps (3), las relaciones del Barcelona con el franquismo fueron de lo más cordial y fluido. Y otro tanto puede decirse del Bilbao, equipo que gracias sobre todo a la figura de Telmo Zarra (que hizo que España fuera semifinalista en el mundial de 1950, derrotando a Inglaterra), lo exhibió como símbolo de identidad española. A tal punto que, por ejemplo, en 1951, en mi pueblo (Bollullos de la Mitación, a no muchos kilómetros de Sevilla), se fundó el C.D. San Martín con los colores del equipo bilbaíno, porque era el equipo que caía simpático en toda España. Todavía en Jaén quedan peñas forofas del Bilbao de esa época. (4)
Y es que los separatistas viven en el postureo, la mentira, el odio y la ignorancia. La absurda prohibición franquista (contra la que se posicionaron carlistas y falangistas, por cierto) sólo duró hasta 1946; a partir de ahí, por ejemplo, Josep Pla desarrolló muy tranquilamente su prosa en catalán. En cambio, no hay ni un triste homenaje para él por parte de estas hordas; como la falsa Galicia castelista (que implantó Fraga) no homenajea a Evaristo Martelo Paumán, J. Manuel Pintos, Emilia Pardo Pazán, Julio Camba, Álvaro Cunqueiro, Ramón del Valle-Inclán y tantos otros que contribuyeron al bien de la cultura y la lengua gallega. Otrosí, esto del postureo, la mentira, el odio y la ignorancia también es muy propio de muy diversos patrioteros de etiqueta, que más allá de votar al PP y de insultar a otras regiones españolas, no saben hacer otra cosa. Los separatistas, aun muy equivocadamente, quieren creer en algo; mientras que este patrioterismo que encima no hace sino hablar mal de casi todas las regiones españolas, no quiere creer en nada más que en su individualismo atroz, cobarde y circense-electoral.
Así las cosas, los auténticos culpables del surrealista abucheo, más que los separatistas, están en los sostenes del corrupto régimen del 78; el mismo que creó el régimen de los cacicazgos "autonómicos" y en cada uno un mito contra España; el mismo que está utilizando el odio entre hermanos como rédito politiquero; el mismo que libera terroristas asesinos y financia embajadas "catalanas" y "euskal etxeas" (5) del PNV por todo el mundo, por cierto.
En fin, vaya talento el de unos y otros...
Y por cierto, ahondando en los separatistas, hay un detalle que igual se les escapa a determinados hinchas adeptos de Blas Infante (6): ¿Por qué copian cánticos hispanoamericanos? ¿No deberían copiar algo de Marruecos o Arabia Saudita? ¿Por qué, asimismo, no exigen que los clubes andaluces lleven blasones relacionados con la Corona de Castilla? De verdad, ¿no se dan cuenta de lo falso, embustero, ignorante y mezquino que es el alandalusismo?
¿LA ROJA?
Si bien se había destacado en muchos otros deportes, parecía que en fútbol, la selección española nunca iba a ganar nada. Pero eso fue cambiando luego de la Eurocopa que ganamos siendo entrenador Luis Aragonés. Era la segunda, que conste; que la primera se había ganado en 1964. A partir de ahí, se desató una euforia que, en un país tan aficionado al fútbol (como todos los de nuestro entorno), parecía lógica. Empero, lo que no es lógico es que gracias al infame Adolfo Suárez, la bandera roja y gualda y el orgullo nacional en sí habían quedado postergados, siendo enemistados desde el mismo Estado. El régimen de 1978 está enseñando desde la escuela a odiar la cultura y la historia española; y en cada comunidad autónoma, se impone un mito nacional contra España. (7) Por ello, tras tantos años de alienación, de favorecimiento al separatismo en un sistema electoral injusto, mucha gente criada y educada en el miedo, quería aprovechar los triunfos de la selección de fútbol para exhibir la bandera roja y gualda sin ser molestado o motejado. Y este problema no existe sólo en Vasconia o en Cataluña: Existe en toda España y, reiteramos, es un virus inoculado por el régimen de 1978, especialmente a través de Alfonso Suárez y la UCD. El mismo régimen que siempre ha favorecido el terrorismo antiespañol, y que ahora los libera para mayor escarnio de las pobres víctimas.
La bandera roja y gualda y las palabras “España” o “español” (o “españolista”) llegan a ser hasta despectivas sólo en España. Es un proceso de autodestrucción desde arriba como nunca se ha visto. Entonces, ¿era el fútbol la solución? No, pero se podría aprovechar aquel clima, ante el cual, en muchos pueblos a lo largo y ancho de nuestra geografía peninsular e isleña aprovechaban la ocasión para colmar sus fachadas con la bandera nacional. Recuerdo que era posible recorrer un radio de unos 90 kilómetros, desde el Aljarafe sevillano hasta la costa de Huelva, pareciendo que uno estaba en un mar de balcones de sangre y sol. Era una buena nueva que nos estaba avisando, por muy chusca y facilona que fuera la coyuntura. En cambio, como los dizque “patriotas” de diversas sensibilidades parecen estar más ocupados en sus tertulianas terapias de autoayuda, discusiones bizantinas, circos electoralistas y demás habituales malandanzas; llegaron los progres y cambiaron la tradicional “furia española” por “la roja”; con el lema “Podemos”, que antes del partido de Pablito Iglesias y demás perroflautas reconocidos desde el chavismo al banco Santander, ya usó Barack Hussein Obama en su campaña electoral. La cadena Cuatro fue el escaparate de este patrioterismo futbolero que, estuvo efervescente mientras se ganaron dos eurocopas y un mundial, y luego de ridículo del mundial de Brasil, pasó a la inadvertencia. Los progres aprovecharon el tirón y manipularon como quisieron; los que se supone que deberían haberlo aprovechado y alimentado para fines más elevados, no hicieron nada, como tristemente es habitual. Cierto es que los progres tienen dinero y medios; tan cierto como que muchos llamados “patriotas” no tienen cabeza ninguna.
Así las cosas, el fútbol ni es malo ni es bueno de por sí. Con todo, no le falta razón al avezado periodista José María García cuando dice que estamos ante la competición más adulterada de la Historia. De un deporte de masas hemos pasado a un circo cada vez más descarnado, un circo impersonal, mundialista, donde los valores de la disciplina, el esfuerzo y el mérito ya no son más que un recuerdo del pasado, si es que de verdad alguna vez valieron dentro de este mundo deportivo. Hoy del fútbol no va a venir nada bueno necesariamente. Ayer pudo venir, pero como se dice en Sudamérica, “ya fue”. Enésima oportunidad perdida. Así que, panem et circenses, y aquí paz y después gloria.
Espero, eso sí, que los aficionados al fútbol (entre los que me encuentro) se dejen de mamarrachadas y de copiar actitudes propias de bárbaros que no nos tocan en nada. Reservemos las energías para lo verdaderamente bueno e importante.
Notas:
(1) Letra de "Salutación a la bandera": SALUTACION A LA BANDERA ESPAÑOLA - Sitios España
(2) No obstante hay estudios históricos que están avalando que en verdad la fundación del club tuvo lugar en 1890. Remitimos algunos enlaces:
descubierta acta fundacional sevilla fc de 1890
(3) Véase:
Las medallas que el “Barça” entregó a Franco | SOMATEMPS
(4) Recuérdese: http://www.alertadigital.com/2012/01/06/el-vasco-como-arquetipo-espanol/
(5) Recuérdese: la euskal etxea no es la casa de los vascos - raigambre
(6) Sobre Blas Infante y su nefasta doctrina, véase:
el andalucismo, ¿quinta columna del islam en la península?
(7) Véase: "De modas y guanches". - Revista La razón histórica