Edgar Allison Peers |
EDGAR ALLISON PEERS, UN HISPANÓFILO INGLÉS.
Por Manuel Fernández Espinosa
“El alma de España es su propia mística”, así escribía Edgar
Allison Peers en su libro “El misticismo español”. ¿Quién era Edgar Allison
Peers?
Destacando de entre la pléyade de hispanistas que compone el
elenco de ingleses dedicados a estudiar España habría que hacer lugar de honor
a Edgar Allison Peers (1891-1952), cuya carrera académica llegó a su cénit con
la cátedra de Gilmour de Español en la Universidad de Liverpool. Como hemos
indicado en algunas ocasiones, son las razones más varias, también las más
bastardas, las que forman a un “hispanista” inglés: desde la legítima
curiosidad antropológica hasta el espionaje político; pero en el caso de Edgar
Allison Peers tenemos que hacer una excepción. Nos encontramos ante un hombre
honesto que sintió una profunda y sincera simpatía por España y ello sin que
parecieran mediar intereses inconfesables de las agencias de inteligencia. En
1923 creó el prestigioso “Bulletin of Hispanic Studies” y no se conformó con
estudiar el castellano, sino que incluyó entre sus estudios el portugués y el
catalán. Tradujo a Raimundo Lulio, a San Juan de la Cruz, a Santa Teresa de
Jesús y en 1934 fundaba el Institute of Hispanic Studies de Liverpool. Estuvo
en varias ocasiones en España, pero en 1920 visitó Sevilla y escribió un libro “Royal
Seville”. De Sevilla dice Allison Peers: “No hay otro lugar como Sevilla. Para
mí al menos es la ciudad perfecta”. Parece ser que los sevillanos fueron los “culpables”
de que firmara sus libros como “E. Allison Peers”, evitando su nombre Edgar,
dado que con la guasa que caracteriza a los hispalenses le llamaban “Edgar
Allan Peers” cuando no “Edgar Allison Poe”.
Cuando se nos habla de hispanistas británicos siempre se
nos cita a Gerald Brenan o a Ian Gibson, sin embargo Edgar Allison Peers es
prácticamente un desconocido para el gran público español. Sus intereses
filológicos y literarios se centraron sobre todo en el misticismo español (la
traducción de las obras completas de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, del castellano al
inglés, son sendos monumentos imperecederos de este hombre cabal), además de
competente traductor, Allison Peers realizó una meritoria labor como estudioso
de nuestra religiosidad: “Studies of the Spanish Mystics” y “Spain, the Church
and the Orders”. No sólo la ascética y la mística española llamó su atención,
en 1940 escribía un enjundioso ensayo sobre el romanticismo en España en el que
negaba que se hubiera producido un auténtico romanticismo peninsular: “The
History of the Romantic Movement in Spain”.
Sin embargo, pese a la lealtad que nos tuvo, su obra apenas
está traducida al español y su figura ha sido olvidada. Con mucha probabilidad
este olvido proviene del sectarismo ideológico que por todos los medios trata
de ocultarnos las opiniones poco convenientes al pensamiento único. Cuando en 1936 estalla la Guerra
Civil, Edgar Allison Peers, amigo de España, publica una serie de libros que
tratan de exponer a la opinión pública inglesa y mundial la problemática
española: “The Spanish Tragedy” (1936), “Catalonia infelix” (1937) “The Spanish
Dilemma” (1943) y “Spain in Eclipse” (1943). Estos libros no se los perdonaría
el sectarismo ideológico y esa es la razón de su postergación.
Para cerciorarse de la buena voluntad y la hispanofilia de
Edgar Allison Peers basten estos renglones: “No podrá tampoco el viajero
contentarse con la España de leyenda, de “leyenda negra” que ha hecho tanto en
nuestro propio país [Inglaterra] para obscurecer la grandeza del que ha sido su
víctima”. Edgar Allison Peers llegó a vislumbrar la médula mística de España: “el
alma de España es su propia mística”. Supo ver más allá de los prejuicios
inculcados en su medio nativo, aproximándose con serenidad erudita a nuestra
literatura ascética y mística. Quedó deslumbrado por las cumbres que habían
escalado las almas alpinistas de Santa Teresa de Jesús, de San Juan de la Cruz,
de San Juan de Ávila, de San Alonso de Orozco y empleó su vida a estudiarlos, a
traducirlos y difundirlos.
Dios le haya premiado con su gloria el servicio que
Edgar Allison Peers prestó a Dios y a España. Nosotros solo podemos pagarle con
nuestra gratitud y con este humilde homenaje que quiere llamar la atención de
los lectores hispanohablantes por un inglés que supo de España más que algunos españoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario