RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

domingo, 10 de enero de 2016

CUIDADO CON EL PSEUDOHISPANISMO




Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor

-Esto del internet es como todo: Tiene su parte buena, pero también su parte mala. En internet podemos encontrar mucho tipo de información, pero también podemos encontrar basura a espuertas. Y dentro de la basura se encuentran los especímenes que, amparados en el anonimato del teclado, se crecen más de la cuenta con sus intoxicaciones. No sería un excesivo problema, dado que es algo que pasa habitualmente. Pero en nuestro caso, sí que es para tomárselo en serio y hasta combatirlo, pues con sus cochambrosas actitudes, están dando muy mala imagen de ideales que son sanos y buenos por naturaleza. Y ya está bien.

Cuando comenzamos la andadura de esta revista cultural hispánica, hicimos del hispanismo acaso nuestra más ferviente bandera. Hemos escrito mucho sobre varios niveles y facetas, y en la lastimosa situación en la que se halla la Hispanidad, creemos que no existe ideal más noble, y que de hecho, ya fue sublimado en el pasado y hoy toma una inevitable directriz geopolítica (1) que debe tornarse cada vez más plausible. Empero, gracias a determinados personajillos de malvivir que no son capaces ni de organizar sus vidas y encima van de caudillos y virreyes, el término "hispanismo" está empezando a tomar unos tintes peyorativos y antipáticos, pues este ganado, que apenas acierta a organizar su triste vida, se cree encima con el aura de pontificar a diestro y siniestro. Para ellos, el hispanismo será empolvarse la nariz, ponerse una peluca... En fin, caricaturizar el pasado. Porque con su actitud, no ayudan tampoco a que se conozca y se valore la verdadera historia, en lo cual todavía hay bastante por laborar. Se inventan delegaciones que no existen más que en la oquedad de sus cabezas de chorlito y dan carnets de ortodoxia según sea el peloteo o la amistad de turno. Hace tiempo, algunos de estos impresentables, tristemente conocidos, dictaminaron que nuestra revista no sigue una línea ortodoxa. Porque ellos lo valen, vamos...  Y así, creen poder dirigir el mundo como si fuera su cyber-ajedrez.

Ya basta de imposturas y de pamplinas. La situación de nuestra patria es dramática. No necesitamos comentaristas floridos de lo que ya sabemos. Necesitamos propuestas y apuestas para los problemas de nuestro tiempo. Vázquez de Mella o Aparisi y Guijarro hablaban de los problemas de su tiempo. ¿Esta gente que va de sabelotodo ha presentado algún plan contra la reforma laboral? ¿Algo para el retorno de la diáspora emigrante? ¿Algo sobre el exceso burocrático de comunidades autónomas, senado, diputaciones? ¿Algo sobre la enseñanza? ¿Sobre la formación profesional? ¿Sobre los elevadísimos impuestos a los autónomos? ¿Se han planteado usar el youtube para hacer canales de todo tipo de programas, ya sea historia, música, gastronomía....? Con poco, se puede hacer mucho. Pero estos supuestamente más papistas que el Papa nada hacen ni nada quieren hacer más que estorbar, puesto que no quieren salir de su tertuliana terapia de autoayuda.

Necesitamos construir un movimiento hispánico tradicional, sano, popular, combativo y realista. Simpático para nuestros jóvenes. Creador de lazos, sugestivo. Reconquistador. Sí, porque estamos en una situación similar a la que halló Don Pelayo y los refugiados de Asturias frente a la media luna de Tarik y Muza. E Hispanoamérica se debate en continuas incertidumbres y contradicciones. Ya bastantes estorbos tenemos entre el sistema y sus esbirros como para que este gentucerío que nunca ha hecho nada constructivo encima venga a poner piedras en el zapato.

Cuidado con este pseudohispanismo. Hay muchos hispanoamericanos potencialmente buenos que están cogiendo asco al ideal hispanista porque hasta el adjetivo está siendo copado por estos mequetrefes. El hispanismo no es eso. Históricamente, el tradicionalismo hispánico jamás defendió volver al pasado ni ser un esperpento con olor a naftalina. No está en su código genético-político. Esto tampoco es tradicionalismo. Tradición no es volver al pasado. La tradición es un concepto dinámico, es la transmisión del fuego, no la adoración de las cenizas.

Juan Vázquez de Mella proponía un "nuevo imperio diplomático, mercantil y espiritual" y una "confederación tácita". Como Ángel Ganivet, señalaba la confederación con Portugal e Hispanoamérica y el dominio del Estrecho de Gibraltar. Otras personalidades españolas como Zacarías de Vizcarra, Ramiro de Maeztu y Manuel García Morente apoyaron estos ideales con distinciones políticas, culturales, espirituales y filosóficas. Asimismo, el portugués António Sardinha habló en su Alianza Peninsular de completar estos ideales con la familia lusitana, estando cada uno en su sitio: Juntos, pero no revueltos. Y no sólo esto es una "cuestión de europeos", pues similares ideales defendieron, por ejemplo, los peruanos José de la Riva Agüero y Rafael Cubas Vinatea, así como el brasileño Arlindo Veiga Dos Santos. No todos tenían con exactitud los mismos ideales políticos, pero congeniaban en estos temas generales y principales. Ese ha de ser el camino a seguir. Un camino lógico y transversal. Y al final, todos los caminos conducen a Roma.

¡Podríamos superar a la Commonwealth anglosajona! La Cumbre Iberoamericana podría revertirse para algo efectivo, para esa gran alianza diplomática, militar, cultural, económica y espiritual que anhelamos. Hacia eso tenemos que dirigir nuestros esfuerzos, y no hacia pasados que no volverán.

Pero todos tenemos que aprender y que aportar. Históricamente, no sólo España influenció, sino que España también se influenció. Hispanismo no es tener aire de superioridad, sino señalar cómo el plato más típico de España es la tortilla de papas, o cómo el flamenco no se entiende sin una base de música criolla. Hispanismo es interacción y movimiento, un desafío impresionante ante la globalización; que no por nada dijeron los ingleses en el siglo XVIII que "a España hay que vencerla en América y no en Europa". Hispanismo es trabajar conjuntamente y encarnar ideales que ya están sobre el papel, y que entre todos podemos ayudar a comprender y actualizar. Tenemos una gran dimensión geopolítica. Actuemos en consecuencia y consonancia. Y no caigamos en el error de juzgar la belleza de un término por cuatro estúpidos que lo malogran; porque esos cuatro estúpidos malogran cada palabra que sale de sus hocicos.

¡Seamos hispanistas y para adelante! Pero seamos de verdad, y no de mentira, como otros y pocos. Hispanismo auténtico e integrador, sí. Pseudohispanismo de opereta, al basurero.







NOTAS:




1 comentario:

  1. Movimiento Hispanoamericanista se propone avanzar hacia un Partido Hispanoamericanista, con un programa como el que plantea Ud., pero no referido sólo a España, sino a toda la Hispanidad

    https://www.facebook.com/MOVIMIENTO-HISPANOAMERICANISTA-SECCI%C3%93N-URUGUAY-SECTOR-ENSE%C3%91ANZA-778081015619192/?fref=ts

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