Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador
y escritor
De buenas a primeras,
tras cuatro años de una guerra terrorista invasora contra la República Árabe de
Siria y su legítimo presidente Bachar Al Assad, se cumple lo que tanto él como
Gadafi dijeron: El terrorismo que estaba apoyando Europa se volverá contra el
Viejo Continente, y primeramente, bajo la forma de oleadas migratorias masivas.
Países como Grecia e Italia se estaban viendo desbordados, en especial tras la
guerra de Libia comandada por Obama y Sarkozy, los mismos que ayudaron a los
terroristas islamistas a ocupar el poder y a asesinar a un Gadafi que siempre
procuró respeto para los cristianos y que mantuvo a raya a los Hermanos Musulmanes;
haciendo de un país tribal-beduino un sitio próspero y pacífico; el único país
del Magreb donde la gente no emigraba, al contrario, recibía inmigración e
inversión extranjera. Desde el 2010/2011 se vienen registrando estos
movimientos bajo el nombre de “primaveras árabes”, que empezaron en Túnez y muy
pronto se deslizaron por Libia y Egipto, llegando hasta Siria; una Siria en
donde, como reconoce la hermana Guadalupe Rodrigo (1), era impensable que
ocurriera algo de esto por mor de la paz y tranquilidad que se respiraba; pero
claro, de pronto, comenzaron a llegar mercenarios extranjeros que aprovecharon
determinadas coyunturas, aupados por los petrodólares, Estados Unidos, Israel y
la Unión Europea.
Luego de este
tremendo quilombo (válganos el argentinismo) que amén de barrer de cristianos
la zona, está sembrando el pánico entre los propios musulmanes que no aceptan
las terroríficas tesis wahabitas, tenemos lo siguiente:
-Aparecen en Europa
miles de dizque refugiados. Europa está
bastante lejos del radio de acción de una guerra que la República Árabe de
Siria está librando contra el terrorismo internacional. Y al cabo de cuatro
años. Digo yo, cuando se es refugiado, lo normal es que se vaya a entornos
vecinos; pero no a lugares lejanos, y no en viajes que cuestan un dineral;
dineral con el que se pueden comprar una casa en alguna zona de Siria donde
todavía, gracias a Dios y a la gestión del Ejército Árabe Sirio, no han llegado
los estragos de la guerra.
-Aparecen exigiendo,
pidiendo ayudas. Dicen unos que es que España sólo ayuda un año mientras que
Alemania ayuda tres... Si yo cuando emigré al Perú hubiera exigido algo, me
hubieran pegado una patada en el culo sin contemplaciones. Los europeos y los
asiáticos que emigraron al continente americano no tenían más incentivo que el
de trabajar como mulos. Ningún gobierno les dio ayudas, ni seguridad social, ni
colegios gratis. En el Brasil de finales del XIX y principios del XX, cuando se
fomentaba la inmigración para poblar territorios casi desiertos y de paso
asegurar las fronteras, para que el Estado te diera facilidades para adquirir
tierras a muy buen precio, primero tenías que trabajar cinco años en una hacienda
cafetalera. Y es que los inmigrantes europeos, árabes o japoneses que arribaron
a Sudamérica, lo hicieron sabiendo que habían de trabajar duramente, sin ningún
tipo de subvenciones. Igualito…
-Hay bastantes
imágenes de cómo han rechazado alimentos al ver el símbolo de la Cruz Roja. En
esas imágenes también se ve cómo la mayoría son hombres jóvenes y nada
desnutridos. Asimismo, hay ya varias pruebas de que muchos han combatido contra
el legítimo gobierno de Bachar Al Assad, ya sea en Al Nusra o en algunos
grupúsculos terroristas asquerosos jaleados por las potencias occidentales.
Para colmo, los
“refugiados” llegados al Madrid de una Manuela Cármena que cada día se parece
más a Doña Rogelia, codo con codo con Podemos y hasta con banderas del orgullo
gay. Y con antitaurinos y lo que haga falta.
-Felipe González,
quien “curiosamente” hace poco ha obtenido la nacionalidad colombiana; ha dicho
que Europa debe acoger a veinte millones de árabes. Porque él lo vale. Alemania
dice que va a acoger a 500.000 por año. Como el que no quiere la cosa. Y digo
yo, ¿no sería mejor que Europa dejase de apoyar a los terroristas y que en todo
caso apoyase al legítimo gobierno y al pueblo sirio? El noble, laborioso e
inteligente pueblo sirio no quiere ir a Europa, ni quiere ser manipulado por
las moralinas superficiales y los histerismos utópicos de pijoprogres o
meapilas democristianos.
-Y bueno, reitero:
Que ni refugiados ni sirios. Que hasta la misma ONU dice que la mitad no lo
son; o sea, eso quiere decir que mucho menos de la mitad. Que están entrando
libios, tunecinos, irakíes, afganos, pakistaníes... Que esto es un camelo y un
coladero.
¿Me quieren decir
ustedes qué está pasando en Pakistán para que sus ciudadanos vayan en masa a
Grecia?
¿Me quieren decir
ustedes qué infraestructura pueden tener en una crisis que no cesa países como
los de Europa del Este, Italia, Francia o España?
-Así las cosas, no me
creo la "caridad" de progres o meapilas, y me explico: Antes te
dolerá lo que le pase a tu hermano que lo que le pase al que vive lejos. Si no
quieres a los tuyos, ¿cómo querer a los otros? Si pasas tres kilos de los miles
de españoles emigrados sin oportunidad de retorno, ¿cómo vas a sentir nada por
los dizque "refugiados" que llegan sin saber de dónde, muchos con
banderas de los terroristas apoyados por la OTAN para derrocar al legítimo
presidente Al Assad, la mayoría hombres jóvenes y muy bien alimentados, pagando
viajes caros y que hasta rechazan agua y comida si ven una cruz? Además cuando
la mayoría no se sabe ni de dónde vienen. Y ni progres ni meapilas tienen ni
idea de lo que pasa en Siria.
Aquí no hay
"caridad", ni religiosidad. Ni tan siquiera "filantropía".
Todo es mentira en estos alelados de izquierda, derecha (o tiro por que me
toca) que no salen de la moralina superficial, el histerismo utópico y el
postureo de quienes se niegan a ver la dura realidad ante sus narices. Y para
ello necesitan una "justificación", ya sea hasta tergiversando el
cristianismo para sus fines, si hace falta; al buen estilo de la democracia
cristiana.
Al final sus cabezas
rodarán igual, eso sí. Y se lo tendrán bien merecido. Es lo que le queda a esa
sociedad hipócrita e indigna. Pero al menos, que no se diga que no hubo quien
avisó de lo que se venía. Nosotros lo venimos haciendo desde hace años. Y más
claros que nosotros fue Gadafi, como lo es Al Assad, a quien Dios Nuestro Señor
le dé muchos años más para que capitanee la victoria contra las ratas asesinas.
(1) Guadalupe Rodrigo es misionera del Instituto del Verbo Encarnado y se ha llevado muchos años entre Egipto y Siria. Hay varias conferencias suyas muy ilustrativas. Recomendamos esta, por poner un ejemplo:
Entre otras cosas, explica cómo la prensa occidental, quitando cabeceras de manifestaciones pro Al Assad, sin embargo, las vendía como "manifestaciones contra el gobierno". Demencial.
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