RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

martes, 12 de mayo de 2015

PEDOCRIMINALIDAD EN LAS ELITES POLÍTICAS

André Le Troquer, dirigente socialista francés y presidente de la Asamblea Nacional,
pedocriminal

 
LOS "BALLETS ROSES" DE FRANCIA
 
 
Manuel Fernández Espinosa
 
 
Los casos de desapariciones de menores han conmocionado a las sociedades de todas las épocas. El caso más horrible que registra nuestra historia nacional más reciente fue la desaparición de las Niñas de Alcàsser (Valencia) en 1992: Míriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández. El crimen montó un revuelo en toda España como pocos casos han conocido, por la misma atrocidad perpetrada y por los detalles de crueldad y sordidez que trascendieron a la opinión pública. La oscuridad en que quedó toda aquella historia deslizó en la conciencia social que Antonio Anglés y Miguel Ricart no habían actuado solos, sino que los culpables había que buscarlos en otra parte. Por si fuese poco, el programa televisivo "Esta noche cruzamos el Mississippi", conducido por Pepe Navarro, desapareció y todo indicaba que desde altas esferas se había dado la orden de suspender aquel programa por la atención que había concedido a las investigaciones emprendidas por Fernando García, padre de una de las niñas víctimas, y Juan Ignacio Blanco. Aquello parece olvidado hoy, pero, por experiencia personal, siempre que sale en una conversación todos los que seguimos aquellas abrumadoras noticias relativas a la infame barbaridad revivimos el estupor y las heridas se abren. Tenemos la sensación de que aquel caso quedó sin resolver por oscuras maniobras que apuntan en la dirección de una red criminal compuesta por personajes poderosos.
 
 
Casos similares de secuestros infantiles, abusos sexuales y tormentos, sin excluir la posibilidad de rituales satanistas, se encuentran por doquier. Pueden variar los grados de perversidad, llegar o no al asesinato ritual, pero casos así pueden hallarse en las hemerotecas de toda Europa. Uno de los más célebres fue el "Affaire des Ballets Roses", registrado en Francia. Por la poca noticia que tenemos de él en España, vamos a tratar de resumirlo. Hay que decir, primeramente, que son dos los "affaires des Ballets Roses": el caso francés que vamos a tratar y que tuvo sentencia firme (del año 1959) y el belga, también conocido por el nombre de "Affaire Pinon", que involucraba a personalidades de primer orden de los poderes políticos belgas.
 
 
LOS BALLETS ROSES: PEDOCRIMINALIDAD
 
 
Más que un rumor, el escándalo que sacudió a Francia a finales de la década de los 50 y principios de los 60 del siglo XX, costó la carrera política de un importante personaje del socialismo francés, André Le Troquer, dirigente socialista y presidente de la Asamble Nacional. Le Troquer había perdido un brazo en la Primera Guerra Mundial, fue abogado prestigioso y formó parte de los gabinetes de gobierno. En 1958 su carrera terminó abruptamente tras el retorno del General De Gaulle.
 
 
La policía gaullista se empleó a fondo en la persecución de los círculos de poderosos depravados que organizaban orgías con jóvenes de 13 y 16 años de edad. Le Troquer era todavía presidente de la Asamblea Nacional y fue procesado y terminó por ser condenado a un año de prisión y 3.000 francos de multa.
 
 
La investigación estableció que un ex miembro de la DST (agencia de contra-espionaje francesa, ligada al Ministerio del Interior y a la Policía), por nombre Pierre Sorlut y, que se hacía pasar por un oficial de policía, proporcionaba menores a los pedocriminales. Parece que reclutaba a los niños a cambio de ofrecerles prometedores contactos con hombres importantes que podían favorecer sus carreras artísticas, algunos progenitores de las víctimas eran conocedores de los encuentros. No faltaba el alcohol y las drogas. Se conducía a los menores al Pavillon du Butard, en las inmediaciones de París, en los bosques de Fausses-Reposes (este pabellón de caza se había puesto a disposición del presidente de la Asamblea Nacional), pero no fue el único escenario de aquellos crapulosos encuentros entre pervertidos y menores.
 
 
En aquellas mansiones privadas, las niñas y niños, ejecutaban coreografías obscenas que diseñaba la falsa Condesa de Pinajeff, pintora y ex actriz rumana, que a su vez era amante de André Le Troquer. Después de los bailes obscenos, los adultos que formaban el círculo mantenían relaciones sexuales parciales o completas con los niños. Pero las orgías y abusos de menores se perpetraron en otros apartamentos y pabellones de caza, propiedad de los miembros de la alta sociedad que participaban en estas aberrantes juergas.
 
 
¿Quiénes estaban implicados en estas fiestas de depravación sexual?
 
 
Elisabeth Pinajeff, la coreógrafa de los Ballets Roses

 
Hubo muchos implicados, pero no todos resultaron condenados. Entre los condenados, merecen citarse el enlace que abastecía las orgías que era, como hemos dicho, Pierre Sorlut (de 33 años). André Le Troquer, el dirigente socialista y político, tenía 74 años y su amante que oficiaba como maestra de ceremonias coreográficas, Elisabeth Pinajeff, que tenía 59 años. También resultó condenado un peluquero famoso que organizaba orgías en su apartamento parisino y en el pabellón de su propiedad en Villecresnes. Modistos, un oficial de la Policía y algunos más que no se especifica su posición social ni profesión. Tuvieron que prestar testimonio, aunque no resultaron condenados, algunos famosos: un pintor célebre, un director de orquesta y pianista, un cantante de Ópera, un marqués italiano, un médico, un coronel francés y un militar de alta graduación norteamericano (un "major").
 
 
Como podemos ver, los involucrados en este escándalo formaban parte de la alta sociedad y los círculos del París elegante y mundano, así como artistas, profesionales liberales y miembros del ejército y fuerzas de seguridad del Estado, con el Presidente socialista de la Asamblea Nacional a la cabeza.
 
 
El caso de los Ballets Rosas tuvo una gran repercusión mediática en su tiempo. El nombre "ballets roses" se ha empleado para muchos casos similares en que concurre la corrupción sexual de menores y las elites sociales que perpetran estos crímenes. El caso en Francia no se ha olvidado, incluso se hicieron películas como  "Elle boit pas, elle fume pas, elle drague pas, mais... elle cause" (1970) o "Les Ballets écarlates" (2004) que denuncian la pedocriminalidad institucionalizada en las altas esferas. En 2006, los periodistas franceses Christophe Dubois y Christophe Deloire publicaron su libro "Sexus Politicus", editado por Albin Michel. A día de hoy, Alain Soral es uno de los intelectuales franceses que más combate contra estos grupos de poderosos que cometen sus aberraciones con la impunidad que les otorga su alta posición política, económica y social.

Para mayor información sobre casos más recientes es muy interesante esta intervención de Alain Soral: Redes Pedófilas (subtítulos en castellano):

 
 
 
Puede consultarse, en francés, el blog "La Pédocriminalités", especialmente la entrada:
 

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