RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

sábado, 12 de octubre de 2013

ODA A LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES QUE SERÁN BEATIFICADOS EN TARRAGONA






CAMPANAS DE ESPAÑA TAÑEN

Campanas de las campiñas,
Campanas de España,
Campanas de España, ...
Campanas de los montes,
Campanas exorcísticas,
Campanas que ahuyentan
demonios y nubarrones.

Campanas, plegaria de bronce,
Campanas de toda España,
A los toques y retoques.
Campanas terrenas
fraguadas para alabanza
de Su Santo Nombre.
Campanas alborozadas
Pronuncian sus nombres,
En el lenguaje angélico
Del badajo poderoso
Que percute en el bronce.

Ellos murieron confesando,
Campanas, a Dios Vivo
Uno y Trino, Hostia Cristo,
Cristo Rey y Hostia.
Ellos permanecieron fieles
Contra los afilados aceros
de la sentina satánica y sus logias,
y la hoz del hierro soviético.

Ellos murieron como Corderos,
Ellas murieron como Palomas.
Iglesia Militante, Holocausto
Y ofrenda, sin guardarse se dieron
A Quien, campanas, vosotras alabáis
En la tierra haciendo eco en los Cielos.

En vuestros tañidos, campanas
De la España, alzáis los acentos
Implorando al Altísimo Señor,
Dios de los Ejércitos;

Dios Padre de Hispania Eterna;
Donde reinará, según promesa,
El Sagrado Corazón de Dios Hijo
Y confortará, por los siglos de los siglos,
Dios Espíritu Santo, nuestro Consuelo;
Nación Eterna, elegida de Dios
Por las manos de María Reina,
Campanas de España,
Mejor que todo verso
Son vuestras lenguas.

Voltead las campanas,
Monagos de España.
Alborocen sus metálicas resonancias
El silencio y la vivienda de los hombres;
Recuerden las Campanas
A la Legión celestial y triunfante,
A cada uno de los que Dios ha dado
En secreto un nombre
que no podrá profanar jamás nadie.
La Legión de mujeres y hombres
Que visten albas túnicas talares,
Las centurias arrolladas en la tierra
Que mudaron su terrena morada
(Aquende los sufrideros mortales)

Por la célica vivienda imperecedera,
Aquélla, horra de dolor, donde no muerden
Las ráfagas restallantes de la metralla.

Las centurias radiantes, espléndidas
De nuestros Mártires, Gloria de la Iglesia
Y de fe probada en la molienda.

Campanas que no tañeron
Cuando sus verdugos los degollaron:

En los campos, en las cunetas,
En los claros, entre las hileras de olivos,
En los ejidos
Y en los descampados,

Brotándoles rosas de sangre
En las frentes y en el tórax.
Campanas que no tañeron
Mientras sus cuerpos

A la intemperie
Quedaron sin sepelio.

Tañed ahora, Campanas,

Campanas de las espadañas,
Fuertes bronces preclaros,

Tañed Campanas de España:
Todo el Mundo sabrá ahora
Que sus vidas fueron segadas,
Sus cuerpos pudieron herir los malos,
Sus cadáveres hedieron efímeros,
Pero vosotras, campanas,
Proclamáis que todos ellos se salvaron

Y en sus Cuerpos Gloriosos no hay vestigio
De la ferruginosa sangre generosa
Que derramaron valientes por Cristo.

Santos Mártires de España,
Los ángeles os reverencian,
Y ángeles hay
Que, a no ser criaturas angélicas,
Obispos, Sacerdotes,
Monjes y Monjas,
Seglares de España ser quisieran
Para morir como semilla que cae en tierra

Y florecer en el paradero eterno de la Gloria.

 

Manuel Fernández

12 de octubre de 2013.

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