ANOTACIONES PARA SALVADOR SOSTRES
Reputado e iletrado endófobo:
El otro día, por accidente, vi un poco de una de esas soporíferas
tertulias en las que su merced participa, buscando una cosa de Jorge
Verstrynge, ese pesado niño traumatizado en un cuerpo de viejo enclenque
que no sabe ya cómo va a llamar la atención. Y resulta que estaba usted
en Intereconomía, porque hace poco, el “centro reformista”, es decir,
la cobarde, miserable y prostituta derecha liberal de toda la vida, lo
ha convertido en uno de sus intelectuales de cabecera. Se ve que no da
para más. Y encima, según tengo entendido, vd. va de pijo presumido y
sobrado por la vida… Desde luego, sí que hay que tener el ego subido y
el optimismo a prueba de bombas. De todas formas, vamos al turrón:
Le escuché decir que en América, los que tenían suerte nacían al norte y
los que tenían mala suerte nacían en el sur, y que todo era producto de
que los españoles fuimos unos muy malos colonizadores que deberíamos
sentir vergüenza por lo que hicimos, mientras que en el norte, los
puritanos responsables hicieron un gran país libre. Dicha barrabasada no
es sino una ramplona evolución del pangermanismo racistoide del siglo
XIX y que siguen ladrando los intelectuales de la mentada derechita,
tales como César Vidal, Federico Jiménez Losantos, y demás ralea de cuyo
nombre no quiero acordarme, por lo que me permito el lujo de citarle mi
artículo:
Creo que Miguel Durán le contestó básicamente bien, exponiéndole que,
para entender a día de hoy las diferencias entre las Américas, entre
otras cosas, habría que analizar las diferencias en los respectivos
procesos de
independencia. Y es que en Estados Unidos no ha habido rupturismo con el
pasado. Por eso mismo, por su tan chirriante ignorancia (como la de
tantos otros
periodistas sectarios) es obvio que vuacé no tiene ni la más remota idea
de la situación social, política y económica de los Estados Unidos, que
es un desastre desde hace tiempo y recuerda peligrosamente al crack de
1929. De todas formas, esta nación no fue colonizada sólo por puritanos
anglosajones, pues más de la mitad del actual territorio de las barras y
las estrellas fue colonizada por españoles, cosa que los
norteamericanos recuerdan más y mejor que en España. En Alabama,
Florida, Nuevo México,
California, Luisiana -ésta última mayormente colonizada por franceses- o
en el desfile de la independencia verá usted clara las
referencias. La colonización española no llegó al Río Grande, sino a
Alaska. Pero usted qué va a saber… De
todas maneras, todavía le pesa su nacionalismo burgués y que, al igual
que los señoritos de la Generación del 98 y el Regeneracionismo, no hace
nada por intentar analizar la realidad con espíritu constructivo y sí
cae en el complejo de
inferioridad barato que el liberalismo nos inoculó no sin ayuda de buena
parte de la ilustración. Pero al menos aquéllos tenían un nivel.
Por
otra parte, yo no sé si usted tiene antepasados conquistadores o
colonizadores, pero quienes más tienen son los hispanoamericanos, que,
como los angloamericanos, son sus descendientes directos, al igual que
de las posteriores oleadas migratorias; en cambio, peninsulares e
isleños mayormente descendemos de gente que se quedó en su tierra. La
gran mayoría de mis antepasados fueron campesinos que jamás salieron de
Andalucía, y a mucha honra. Así que su discursito, tan parecido al
progre, no se sostiene por ningún lado.
No le escribo porque
me parezca importante su persona, ya que si la cara es el espejo del
alma, la suya se parece peligrosamente a un trasero, y podría usted pasar
por el que le quitó la cartera al hombre lobo o por el que le hacía los
mandados a Drácula. Lo que sí me parece peligroso es la repercusión
mediática de todos estos circos donde menos debatir y aprender se hace de todo. No
hay que callar más ante sus burradas. No sólo apoyan un sistema
cleptómano y oligárquico que nos deja a los españoles sin patria, sino
que vociferando tanta Leyenda Negra, son los máximos artífices
ideológicos de ese chavismo que tanto dicen criticar, demostrando que
están unidos en muchas cosas, por ejemplo en la hispanofobia rampante. Del
liberalismo a la extrema izquierda el discurso es aburridamente parejo,
“consenso” que le llaman. Y así, nos convierte a los españoles en
América en un blanco perfecto. Por lo visto, quieren que nos pase como a
los pieds-noirs en Argelia o como a los boers en Sudáfrica. Y no
me
extraña, dado su espíritu vil y canallesco, inclinado a defender los
peores crímenes y a disfrazarlos con la más abyecta palabrería. Pero
créame: El pseudo-imperio anglosionista tiene sus días contados, y
el descrédito de sus lacayos aumenta. Lo mismo que vd. utiliza, un día
se le volverá en contra. Hay más días que ollas y torres más altas han
caído.
Atentamente, un español lejos de su tierra y
verdaderamente indignado que combatirá todo lo que vd. malamente representa
hasta que Dios disponga.
Antonio Moreno Ruiz
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